Buenos días. El año pasado crucé por primera vez saliendo de Barcelona y llegando, después de 17 horas de navegación, a Fornells, Menorca. Era el mes de julio, una buena previsión de tiempo, mucha ilusión y algo de miedo.
La verdad es que impresiona pero pueden las ganas. Después de un mes viviendo en el barco entras en una especie de simbiosis con el entorno y no es que pierdas el miedo, lo que te pasa es que empiezas a relativizar las situaciones. Me explico: lo que al principio parecía imposible ahora empieza a ser probable y poco a poco te vas sintiendo capaz. El peligro es el mismo pero tú vas cambiando y la manera de aceptarlo es diferente. Quiero decir con esto que teniendo en cuenta que los barquitos estos aguantan mucho pronto un chubasco no te parecerá tan grave. Sé que me dirán que el peligro de esto es confiarse demasiado y al final ser un temerario pero... no no es eso y creo que los marinos marinos de esta cofradía me van entendiendo. Mi baticinio es que después de varias travesías te olvidarás un poco de esos profundos análisis del tiempo. Te quedarás con esa previsión de 24 horas de la INM y te encomendarás a la buena fortuna. Recuerda que hay que volver y que nadie te dará previsión buena para más de tres o cuatro días... vas a perder tus vacaciones por eso?
Este mes de julio repito a Menorca. Tengo el barco a punto. El sueño vuelve a empezar!

