Esto me recuerda hace ya años, todavía vivía el abuelo Paco, sería sobre el setenta o setenta y poco, el cuñado de uno de la peña de amigos, (era algo mayor que nosotros) fué a Francia, entonces yo vivía en San Sebastián, y claro con la vida de cartujos que llevábamos en el país en aquellas fechas todo nuestro afan era ver lo que aquí no se podia ver.
Bueno pues hecha esta introducción, este buen hombre se fué a una playa nudista, con mucho corte y como era de rigor se puso en traje de adán, traje de casi obligado uso.
Viendo las sublimes y bellas sirenas de su alrededor y no acostumbrado a esas maravillosas vistas, la naturaleza hizo con él lo que tenía que hacer y la subida de testosterona causo la normal dilatación de salvese la parte
Para poder disimular su evidente condición de subdito de la España cañí, dióse la vuelta, tomando de esa manera el sol en las posaderas pero ocultando el orgullo de su hombría.
Tanto fué el tiempo que tardó en recuperar la normalidad natural que terminó quemándose la parte donde la espalda pierde su casto nombre.
Lo que nunca nos contó fué la explicación que tuvo que dar a su mujer para justificar tan vergonzante quemadura.
Desde entonces le conocen como "culoquemao".
Pido perdón por si alguien lee esto e identifica al protagonista de tan verídicos hechos, en cierta zona de la bella Easo, todavía se recuerda la anécdota.
Un Saludo
Pirata