Lo mio puede ser que fuera un accidente en un principio, ya que empece a navegar en las Lagunas de Ruidera en una excursión anual que haciamos con el Instituto.
Con las hormonas tan revueltas por aquella época, no recuerdo si me gustaba navegar en aquellos pastinacas tan viejos, o tan sólo me gustaba salir de mi Toledo natal a ligar con las chicas que se apuntaban.
El caso es que me hice monitor de vela con 18 años en Castilla la mancha, y este título deportivo tan insignificante, me cambio la vida por completo lentamente, casi sin darme cuenta, hasta descubrir atardeceres únicos y noches inolvidables a bordo de brcos de vela.
Años más tarde, estudiando los problemas de navegación de la carta del estrecho, descubrí para mi sorpresa el apellido del Capitán que realizó dicha carta y muchas otras, ya que cartografió gran parte de litoral en su época, me refiero al Capitán Tofiño. Fue a partir de ahi, que empece a comprender porque una persona de secano como yo era atraída por el mar de esa manera, ya que mi apellido es el mismo que el del capitán de la carta y soy sin saberlo pariente del mismo.
Y también me di cuenta que los navegantes, están hechos de otra manera.
Brindemos por los navegantes

esta va de mi cuenta.