Sin bromas, es una salida digna.
Lo paradójico es que hablamos siempre de esperanza, de ánimo, de fortaleza y de esfuerzo cuando no se trata de nosotros...
Yo tengo anunciado y aquí lo corroboro, que el día que me diagnostiquen tormento zarpo inmediatamente hacia ningún lugar en concreto. Sólo se perderá el barco, y tal vez ni eso que aún siguen apareciendo botellas flotentes con mensajes de Guinnes de la campaña publicitaria de hace 20 años.
Amén.
