Dejando la metafísica y bajando a lo terrenal, efectivamente el apoyo técnico es bueno tomado con moderación.
El problema de tu hijo lo hemos pasado muchos (es relativamente frecuente) y, contando en números gordos, pasa porque al chip le dicen que lo primero es proteger la vida del motor y luego preocuparse de otras cosas (tan nimias como la de los ocupantes del coche) Otras veces el problema no está en los costes (directamente, en el fondo también) sino en la necesidad de acortar plazos. Hoy en día buena parte de la labor de desarrollo de producto la hacemos (y sufrimos) directamente los clientes. Los culpables de esto fueron los japoneses
