Entro al tema, ya que toca dos asuntos que me afectan, el náutico y el farmacéutico.
Supongo que no se pondrá en tela de juicio que la dispensación y uso de algunos preparados farmacéuticos debe estar controlado y restringido. Por tanto, no nos ha de extrañar que en una farmacia se opongan a su venta. Evidentemente, una lista sacada de un boletín oficial, no es ninguna receta válida.
También es cierto que en una singladura de cierta duración, pueden ser necesarios/convenientes ciertos medicamentos que, en el caso de estar en tierra con un médico a mano, podríamos conseguir.
Y lo es también cierto que si disponemos de los medicamentos/material de cura sin saber su uso, puede ser más un peligro que una ventaja.
Por tanto, tendríamos que caer en que en primer lugar, es necesario tener una formación sobre el uso de lo que hay en la lista. De poco sirve en caso contrario. Esto es peligroso, pues podríamos caer en una exigencia más (y nada más) en las titulaciones.
Dificil tesitura...
Particularmente comento que, dado que estoy en el proceso de la ITB, cuando vi la lista necesaria para mi zona, me quedé estupefacto y aluciné de cómo se podía pedir todo aquéllo sin ninguna formación.
En mi botiquín no hay muchas de las cosas que se piden (claro que en casa del herrero...). Sin embargo, si tuviese que estar muchos días lejos de un puerto, llevaría otras que tampoco figuran.