Y yo comparto las de ambos.
2 barcos en una pandilla, un 420 y un 450 (a veces tb una zódiac o un taylor prestados), 16 ó 17 años y nos metíamos a veces 8!, para cruzar la ría (en este caso de la de Muros). Con empanadas, bocadillos, refrescos....remos...ropa de abrigo, era nuestra "travesía". Y tb. la ignorancia que es atrevida. Nos poníamos las botas, tomábamos el sol...y A la vuelta...o no teníamos viento, o subía demasiado, y a esperar para volver, o incluso llamar a algún padre con motora, y bronca al llegar a las 12 de la noche de nuestra aventura; o tb. niebla, de no ver nada en 360º, ni al otro barco siquiera. Pero aprendimos "jugando" y esas son las travesías, al alcance de más gente que aficionan, sobre todo a esa edad. A todos nos sigue gustando la vela de una u otra forma.
Tb., en crucero, ya en un Náutico, nos invitaban a subirlo a otra ría por alguna regata, y era maravilloso, los 2 ó 3 díitas, pasar Corrubedo,uf! ya con 19 o 20 a. (una buena idea, las palomitas!)
Las Rías Gallegas, la verdad, todas, tienen esa facilidad de ver los dos lados de la costa.
Ahora...no me meto más de dos en un 420 ni loca!
Y no creo en la vela ligera sólo como escuela. Para mí, es como si te gustan más las motos o los coches. La sensación, sensación, de ir a ras de agua, o planear, y dándote el mar de pleno, es una. Y la sensación del poderío de un crucero, o de trabajo en equipo, convivencia, o de utilizar más aparatos, de comodidad en un momento dado, o de hacer desplazamientos mayores, es otra. No son incompatibles, si dispones de barco.
Se aprende mucho, porque en vela ligera si llevas mal las velas, no andas, en mi opinión es más directo y en el crucer sí es posible (o pones motor). No hablo de regatas, claro, ahí ya en ambos hay que ser más perfeccionista (y por ello, también se aprende mucho).
En fin que al que le guste el mar, aunque sea trapero, como vosotros decís, creo que en un momento dado, buena es una zódiac, con tal de no estar horas en la playa!que también en estas Rías, viene muy bien, para hacer Travesías Gastronómicas. A ver gallegos, ¿Quién no ha ido a tomar las ostras al Freixo y el pulpo a Muros, o la Tortilla a Portosín?
