Hola a todos, hola MIKY:
Pincelada de mi (poca) experiencia.
Mi patrona y yo tenemos un 26, no es pequeño, pero desde luego no es grande.
Antes de tener el barco me permitieron enrolarme un año en buen velero de regata, con una tripulación estupenda y con un patrón de lo mejor (persona y marino
). Ahí experimente en barco ajeno tormentas y encalmadas, fue buena escuela.
Cuando comenzamos con el nuestro yo no había llevado de continuo nunca un crucero. Pero tuve la suerte de encontrar a un amigo que me “sacó” en mi velerito unas pocas veces. Una persona estupenda
, buen marino, buen maestro y muy muy calmado.
Las dos o tres primeras salidas en pareja fueron a motor, no quisimos complicarnos con las velas, creo que acertamos.
En general, la que lleva la caña es mi patrona
(suerte que tengo), yo me dedico a darme barrigazos por cubierta.
La salida y entrada del pantalán sigue sin cuadrar, ¿como es posible que 7.5 x 2.80 no quepan en 8x3.
Con viento, el barco tiene “sus cosas” en las maniobras tan lentas. En las maniobras en pantalán humildad muuuucha humildad.
La bahía en la que navego (como en muchas), con marea baja se queda en ná. Y con nordeste hay que dar algunos bordos para salir. Por ahora si lo veo complicado voy con mayor o génova. Así que cuando voy a vela, busco el equilibrio para controlar las maniobras (que no te sobrepasen). Si no puedes con un génova, pues foque. Si el barco remonta bien, pues sólo mayor.
Ya he salido en solitario alguna vez, te permite experimentar sin justificar nada. Te da habilidad, seguridad y se disfruta mucho.
Resumiendo:
Es un lujo encontrar a alguien que te saque en TU barco.
Compartir las tareas (otro lujo), si quieres disfrutar de la vela.
Busca el equilibrio, disfrutar-aprender-entrenar-que el barco ande.
Por último, siempre estamos aprendiendo, siempre.
