A finales del sXIX se puso de moda, entre eruditos y artistas, etiquetar sus libros -en las bibliotecas particulares- con
ex-libris.
Estas etiquetas, cuyo nombre, EX-LIBRIS proviene del latín y significa "libro de:", pronto evolucionaron como otro de los muchos coleccionables que corrían por aquella época.
La curiosidad es que, con el auge del correo que unía Europa por ferrocarril, las colecciones constaban de ejemplares de todo el continente. Los coleccionistas editaban un catálogo de sus propios ex-libris y lo distibuian entre otros coleccionistas contra los que efectuaban canjes.
A finales de los años 80, mi padre cambió algo* por la mitad de una colección de exlibris. Dicha semi-colección, con el paso del tiempo, fue a parar a manos de mi hermana pequeña, aun que yo conservo una carpeta con un par de centenares de ejemplares, donde -por cierto- están los exlibris españoles.
Como en los ex-libris generalmente,el artista encargado,dibujaba una alegoría del propietario de la biblioteca; he buscado los temas marinos entre los ex-libris que tengo en casa. No hay muchos pero espero que os gusten.
