Una ronda, que vengo cabreao

Acabo de llegar del puerto, donde voy de vez en cuando para arrancar el motor y dar una vuelta para mantener el barco afinado, ya que no lo estoy usando más, con vistas a su venta. Y cuando hoy, como siempre, voy a mirar si salía agua por el escape, veo que no. Ya la última vez salía poca, por lo que ya estaba preparado. Desmonto la bomba y verifico que el rodete no se ha descolado de su casquillo. Monto otra vez la bomba y miro si sale agua por el tubo: poquita. Miro el manguito y allí estaba: lleno de caracolillo y barro. Se ve que al limpiarlo con la cacher no quitaron la rejilla y el caracolillo que tenía se metió por el pasacascos. Me pongo a desmontar el manguito del grifo de fondo y... zás, se me rompe la conexión quedándose dentro toda la parte roscada menos dos hilos de rosca. Nada, voy al pañol, agarro en el tornillo de mesa el exágono de la conexión e intento sacar esta del manguito, cosa que no consigo porque la conexión se rompe por la boquilla diente-de-sierra. Entonces sudo frío: Quiere decir que todos estos años el barco ha dependido de una conexión de mierda, que se deshace a pedazos al menor esfuerzo, con una pared de medio milímetro???
Bueno, calma, no entremos en pánico, analicemos: la conexión se ha debilitado porque el material es latón, que se degrada con el tiempo: no más latón en el barco. La pared del pitorro es muy finita: montemos conexiones con taladro de menor diámetro. Bien, pero ¿qué hacemos con todas las piezas de latón de los pasacascos y otras partes críticas? Es para tirarse de los pelos. Que, por abaratar la construcción, los astilleros desaprensivos expongan la seguridad y el patrimonio de sus clientes de esa forma es CRIMINAL.
Menos mal que siempre cierro los grifos de fondo por lo menos cuando me voy a casa pero ¿y si le da por romperse durante alguna otra ausencia o navegando. Escalofríos me entran. Bandidos.