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VHF: Canal 77 |    | ![]() |
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#1
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![]() La vorágine del bienestar les pasó factura. El trataba de ponerse a competir en el terreno de la frugalidad, logró subir por peligrosos escalones. A ella, su instinto le decía que el consumo excesivo, a veces, compensa otras insatisfacciones y frustraciones.
Quiebra, reproches, embargos. Soledad compartida, ausencias, distancias. Acuerdos afilados, sentencias sangrantes. La separación de bienes le permitió quedarse con el viejo NW Ketch que su padre le dejo en herencia. -“Mãe nunca lhe perdonastes?” Padre, solo, tenía como amante la mar. Ligera de equipaje estableció su residencia en las coordenadas 41º 12.7’N 8º43.1’W volvía a la tierra de su madre. “O berço mãe.” El gran azul la acogerá con sencillez, como hacen los grandes de espíritu. En el camarote de proa está la foto de la niña. En el de de popa está la presencia de padre. “O contramestre” se ha puesto ha su disposición para lo que necesite era muy amigo de su padre y sintió profundamente su perdida. Toda la jornada la ha dedicado a limpiar el barco y ha ordenar sus pocas pertenencias. Se sienta en la bañera a comer algo de fruta. Un cielo sube del estuario lentamente. Arde un tremedal de estrellas y esa mujer solitaria se queda y en silencio. Sin las luces insomnes. Sobre los, todavía húmedos cojines, se acurruca debajo de una manta escocesa y se duerme. Mecida por el mar la tristeza, casi, se vuelve alegría. ![]() |
#2
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![]() “A filha” ya la conocen los marineros y la saludan amablemente.
El hombre con acento francés al verla pasar por delante de su barco, amarrado ya hace dos años en el puerto, le desea los buenos días. El rostro del hombre enjuto. Las algas y galernas y verdeoscuros mares dejaron en sus pliegues un violento rastro.Ella se pregunta que oscuro secreto esconde su baúl marinero. Inventa historias para esos ojos azules con gaviotas, como un mar de invierno, que sabe que la siguen al alejarse. Hombre solitario, siempre con el frío en los huesos, seguro que su vida fue la vida de los viejos lobos de mar. Añil, oro y ocaso. Suenan olas secas en los viejos candeleros.Los meses de otoño resultan fríos al escuchar sus silbos. Esta noite, al regresar del trabajo, ella le traerá una botella de vino de las bodegas, Ferreirinha, de su madre, para que cobren vida sus ojos. En el verde del agua mirará con él cómo muere el día. El viejo lobo de mar, distraídamente, pasa su mano sobre su pecho. – Sólo para olvidarte sigo vivo. Murmura desde hace dos años. ![]() |
#3
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![]() Muy bonito. Cuentanos más.
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