Tras los saludos e invitaciones protocolarios, tocaré hoy el tema de las cadenas de fondeo estrechamente relacionado con las embarcaciones turístico-deportivas y, en este sentido, manifiesto mi sorpresa al constatar un cierto desorden en las páginas web que ofrecen este material. Digo esto porque, como casi todos los productos, las cadenas no se diseñan y fabrican a capricho, si no que deben cumplir determinadas normas.
En mi deambular por ahí, he constatado que existen varias normas – UNE, ISO, DIN, etc., omito las de paternidad americana – relacionadas con este material, aunque parece que las de mayor implantación en nuestro mercado naval son la UNE ISO 4565 y la DIN 766; a día 24-1-2024, AENOR vendía la primera al precio de 37,85 € y la segunda a 87,57 €, de modo que, dado sus precios, no he consultado ninguna de las dos, algo fundamental para abordar este tema sin «meter la pata»; no obstante, y soslayando este inconveniente, puedo decir que ambas normas no son iguales, aunque coincidan en algunos tamaños de cadena.
Aparte del ancla, los elementos más significativos del equipo de fondeo de una embarcación como la que he nombrado son el molinete y su cadena. El primero dispone de una pieza, de geometría un tanto singular, llamada barboten a la que engrana la segunda (ver imagen 1). La parte izquierda de la imagen 2 muestra un corte transversal radial del barboten y cadena de la imagen 1 engranados perfectamente y, como se aprecia, el eslabón cortado está apoyado en el fondo de su alojamiento, mientras que el de la parte derecha tiene engranada a él una cadena más grande que, como también se aprecia, no toca el fondo de su alojamiento debido a su tamaño, lo que provoca un efecto “cuña” y “clava” el eslabón en los laterales de su alojamiento que se traduce en un defectuoso desengrane barboten-cadena.
Resumiendo: cada barboten está emparejado con su cadena y viceversa, bien es cierto que puede haber algún barboten que admita más de un modelo de cadena, pero, en cualquier caso, conviene adquirir cadenas que sean la del tipo recomendado por el fabricante de la embarcación, en el supuesto de que su molinete original no haya sido substituido por otra marca o modelo.
Saludos.