Tertulia de pesca y una copa ¿cual?

[Regue]

Seguro que este hilo durará poco aqui arriba, pero cuando el mar no nos quiere y nos sentamos a admirarlo, nada entona tanto ni nos trae tantas añoranzas de historias y amigos como esa tertulia, algunas veces con otros y otras con nosotros mismos que tomándonos una copa y dejándonos llevar por lo que nos cuentan tipos como el Marqués o recuerdos que viven en nuestro interior. ¿Quién no habría querido ser Ahab y enfrentarse al Mobby Dick de nuestra infancia?.

Dijo Churchill "Un whisky es el vehículo que me permite hablar con cualquiera"

[trabañarru]

Muy bueno duque, tragos, habanos y amena tertulia y como no puede faltar en una bar de puerto, yo me encargo de la musica de fondo....

[cherne]

buen hilo regue, de la mar se disfruta tanto en ella como a la orilla de ella, yo siempre los dias que ta mal tiempu siempre frecuento los sitios donde suelen parar los viejos del pueblo y siempre cualquiera que sea la conversacion siempre deriva en contar histories de la mar de lo que pescaben, aventures que pasaron cuando andaben a la mar, cosas que vieron en la mar, etc, la mayoria de las veces me quedo como mero espectador escuchandolos

[Metehoras]

Cita:
Originalmente publicado por Metehoras
Este sábado deguste el Macallan, en una terraza al lado del mar, anocheciendo, lloviznando... (casi un paisaje escocés)

Primero sólo. Fuerte, mucho sabor, satura el paladar y la boca. (me suele pasar con todos los whiskys/maltas). Prefiero rebajarlo para poder diferenciar matices. La segunda vez me pasé con el agua y lo rebajé demasiado. A la tercera acerté con un cubito de hielo... como mejor me supo.
La primera vez y ya cayeron 3.
Muy bueno.

Cita:
Originalmente publicado por Regue
Ya tenemos donde contárnoslo, ¡Al ataque!


Cuando he léido el título del hilo, me he dicho: ¡tate! ya tenemos el hilo del bebercio...
Luego he leído los post de trabañarru y cherne y me ha entrado la duda: ¿Será para contar experiencias, vivencias y batallitas varias?.
Más tarde he léido tu post, Regue y ya me lo has confirmado: Sí, para contar experiencias, vivencias y batallitas varias..., pero cada uno pimplando su elixir favorito.

No estoy acostumbrado a describir sabores y menos sabores que no asocio a palabras. Describir el sabor de un whisky y definir matices de sabor tal y como los describen algunos expertos me resulta imposible, ya que no tengo ni idea a que sabe el sándalo o el azahar o qué se yo los términos que utilizan. Puedo decir si noto un toque ahumado, o poca o mucha madera. Si el sabor es intenso al principio y decae proguesivamente o si por el contrario crece por momentos y si ramifica en matices de sabores. Puedo deducir aunque no estoy seguro, a qué sabe el/la malta, pero por diferencias entre un whisky "pure malt" y otro que es normal. Pero siempre me queda la duda si ese sabor será por la turba u otros ingredientes.
Así que mis aportaciones será muy limitadas, aunque según vaya aprendiendo y experimentando espero poder describir con más detalle y acierto mis impresiones.
Mientras tanto me siento en la esquina del fondo con una copa de Oban (para cambiar e ir acostumbrando el paladar) y espero impaciente el resto de post, ya sean sobre experiencias, añoranzas o batallas varias o sobre néctares, elixires y brebajes o bebedizos. Este es el momento de los maestros y de los viejos (por experimentados) pescadores.

¡Tabernero!. Esta ronda de mi cuenta...

Para la quinta ronda, con la exaltación del alcohol, la lengua más torpe y la mente más nublada, quizá me decida a contar alguna batallita...

[Regue]

He visto pocas aportaciones tan "gallegas" como la de nuestro metehoras, esperando la situación más adecuada, siempre bien, no vaya a ser....
Bien, por haber sido nombrado Duque empiezo yo.

"Recuerdo un momento al caer el sol en el poniente, en el puerto de Oban, cuando los barcos salían al mar, donde podías entender perfectamente la temperatura de tu nip de malta, porque era la misma que tu cara percibía del sol. Los barcos abrían sus lumbreras para refrescar el calor acumulado durante esos días de Agosto, la noche sin embargo se presumía fresca.
Para este paisaje, mis sentidos se acostumbraron al sabor del whisky de la destilería del pueblo, del mismo nombre, Oban. El sabor suave como suave son las praderas de turba, redondeadas por los vientos del W guardan en el interior de cada botella dos únicas cosas, el olor a cebada malteada con un fuego lánguido, y aquel atardecer de oro..."
Seguramente no podré explicar a todo el mundo como es el sabor del Oban, pero todos vosotros estareís deseando ver si realmente todo esto está dentro de una copa de Oban.

[Metehoras]

Originalmente publicado por Regue

He visto pocas aportaciones tan "gallegas" como la de nuestro metehoras, esperando la situación más adecuada, siempre bien, no vaya a ser....
Bien, por haber sido nombrado Duque empiezo yo.

"Recuerdo un momento al caer el sol en el poniente, en el puerto de Oban, cuando los barcos salían al mar donde podías entender perfectamente la temperatura de tu nip de malta, porque era la misma que tu cara percibía del sol. Los barcos abrían sus lumbreras para refrescar el calor acumulado durante esos días de Agosto, la noche sin embargo se presumía fresca.
Para este paisaje, mis sentidos se acostumbraron al sabor del whisky de la destilería del pueblo, del mismo nombre, Oban. El sabor suave como suave son las praderas de turba, redondeadas por los vientos del W guardan en el interior de cada botella dos únicas cosas, el olor a cebada malteada con un fuego lánguido, y aquel atardecer de oro..."
Seguramente no podré explicar a todo el mundo como es el sabor del Oban, pero todos vosotros estareís deseando ver si realmente todo esto está dentro de una copa de Oban.

La cortesía no hay que perderla en ningún momento y si alguien abre el hilo, lo más cortés y educado es dejarle a él dar el pistoletazo de salida.

Tal y como lo describes no sé que me apetece más: si ir a Oban, o tomarme uno...s. Creo que si pudiera tomaría la decisión (también Gallega) de ir a Oban a tomarme uno...s.

[SAM]

Yo no puedo opinar mucho de estos temas ya que, como sabéis, como buen musulmán la bebida no me está permitida, pero si a pesar de no pescar nada me permito el lujo de opinar con eso de la bebida voy a hacer lo propio y lanzar un dardo envenenado a los expertos en el tema para que nos iluminen.
¿Qué pasa con el whisky japonés? ¿Por qué nunca se habla de él? ¿Qué tiene que envidiar un Suntory de gama alta por ejemplo a un buen escocés?

[trabañarru]

Yo la verdad hace tiempo que descubri que los licores conbinados me hacian menos "daño", mis dolores del lado derecho de la cabeza son terribles despues de una noche de fiesta.
Por todo ello hace muchos años que exceptuando algun patxaran casero ( la copa del viernes por la noche) el resto va en forma de Gin-tonic, al poder ser de Tanquerai aromatizado con cascara de limon y mucho hielo.
Tarde de niebla la que hemos tenido hoy , ambiente de los mares del norte, mientras pescaba txitxarros en la cara este del raton me he acordado de una historia de nuestro pueblo.

Un Mito en la niebla.

Cuenta una leyenda que en Getaria vivía un joven pescador de robusta belleza e ilimitada bondad llamado Queta, cuyo corazón disputaban dos fogosas damas, las señoras de Itegui y Alsacarte. El garzón, halagado pero vencido por su natural timidez, apenas respondía a las lisonjas de una u otra, lo que sembró el desconcierto primero y despertó las iras después de las pretendientes, que terminaron por acusarse mutuamente del fracaso de su común empresa amatoria. Esto duró hasta una tarde en que Queta, de paseo por una llanada de la ladera de Golindo -la hoy denominada Palestra de las Damas-, encontró a las dos mujeres batiéndose cruelmente a golpes y zaleos, rabiosas y frustradas como sólo los amantes sin correspondencia llegan a envilecerse.

El bueno de Queta, horrorizado en su sensibilidad y confundido el entendimiento, no pudo soportar la culpa de tan violenta discordia y pidió a los cielos que lo convirtieran en piedra. Su rogativa fue atendida, y en ese mismo instante emergió de las entrañas del mar una isla arenisca de imponente cuerpo alomado semejante a un ratón gacho, cerrando la ensenada de Getaria: este es el origen del monte San Antón.

Demudadas de vergüenza y, a desesperadas sabiendas de que el objeto de sus desvelos había escapado de la condición humana para convertirse en parte física del paisaje getariarra hasta el fin de los tiempos, las galantes Itegui y Alsacarte imploraron entre gritos y lágrimas sufrir la misma suerte: escuchadas por las potentes deíficas, hoy descansan como brazos de piedra en las denominadas Punta Altzokoarri y Punta Iteko, próximas pero distantes y con la mirada eternamente puesta en el amado Queta.

[bertoc]

Como aún no tengo el icono de agradecer o no lo encuentro pues alemuy guapos los versos.
Hablando de disputas entre pueblos a causa de las ballenas, por aquí es muy comentada la que tuvieron allá por el año 1942 los pueblos de Santoña y Laredo a causa de una ballena que apareció varada en las costas del primero,causando un gran júbilo entre los vecinos de la zona, parece ser que Laredo en aquella época estaba más castigada por la hambruna pues no tenía puerto ni recursos y aprovechando la noche cruzaron la ria con sus traineras dejando sólo su esqueleto, ésto forma parte del dicho popular y hasta nuestros dias perdura el pique entre ambas villas marineras y los chascarrilos se suceden.

Cuentan que la realidad fué que aquella ballena la compró y comercializó una empresa conservera de la zona, que parte de ella se comió en la zona y la mayor parte fué destinada a un cuartel militar de Burgos,

[trabañarru]

pero tambien cuentan y esto lo he oido en primera persona que si bien es verdad que los que se comieron la carne tenian mucho hambre , mas la tenian los que se comieron los huesos .

[askarretxe]

Originalmente publicado por bertoc

Como aún no tengo el icono de agradecer o no lo encuentro pues alemuy guapos los versos.
Hablando de disputas entre pueblos a causa de las ballenas, por aquí es muy comentada la que tuvieron allá por el año 1942 los pueblos de Santoña y Laredo a causa de una ballena que apareció varada en las costas del primero,causando un gran júbilo entre los vecinos de la zona, parece ser que Laredo en aquella época estaba más castigada por la hambruna pues no tenía puerto ni recursos y aprovechando la noche cruzaron la ria con sus traineras dejando sólo su esqueleto, ésto forma parte del dicho popular y hasta nuestros dias perdura el pique entre ambas villas marineras y los chascarrilos se suceden.

Cuentan que la realidad fué que aquella ballena la compró y comercializó una empresa conservera de la zona, que parte de ella se comió en la zona y la mayor parte fué destinada a un cuartel militar de Burgos,

¿¿¿ quién se comió la ballena ???

[trabañarru]

Originalmente publicado por askarretxe

¿¿¿ quién se comió la ballena ???

Y los huesos , quien se comio los huesos

[bertoc]

This is the question:me parto:

[juanex00]

Dicen que con los huesos lo que se hicieron es un peine para quitarse la tiña, que no sus enteráis. Que tenga que venir un aragonés a aclararos la historia....

Por cierto que dicen que de la famosa ballena comieron unos y otros antes de lo de la conservera y lo del cuartel de Burgos

[trabañarru]

Y como de ballenas va la cosa aqui publico este documento e lo que fue a "groso" modo la pesca de este cetaceo para nuestros antepasados.
Balleneros vascos en el CantábricoJosé Antonio AzpiazuEl año 2001 se celebra el centenario de la última ballena cazada en las costas vascas. En mayo de 1901 apareció en Orio, ante el asombro de la población, un cetáceo, cuya presencia despertó en los pescadores el instinto cazador de sus antepasados los balleneros, un instinto adormecido por la falta de práctica. La aparición de estos animales había sido muy esporádica a lo largo del siglo XIX, y es necesario remontarse al siglo XVIII para reencontrarnos con una actividad ballenera de cierto peso. Manuel Larramendi testificó en su Corografía la épica lucha del hombre con el monstruo, en un enfrentamiento desigual.
La época gloriosa de los balleneros vascos fue el siglo XVI, sobre todo en razón de la gran epopeya de Terranova. En realidad, ha sido Terranova la que ha provocado una admiración que se ha perpetuado al haberse engarzado en el mundo de la leyenda. Las pesquerías transatlánticas, sin embargo, no constituyen la única razón del mito ballenero. Tres siglos antes, los balleneros vascos campeaban por el Cantábrico, y contribuyeron a forjar un sistema de vida y una cultura material que ha perdurado desde el siglo XIII hasta el siglo XIX.
Terranova fue posible sólo porque la escuela ballenera vasca, tanto la de carácter local como la que se extendía a lo ancho del Cantábrico, permitió empresas de más aliento, como las mencionadas de la costa canadiense. Los tres primeros siglos de práctica en la caza de la ballena permitieron a los vascos dominar no sólo la técnica de la captura, sino también de su aprovechamiento y comercialización, a la vez que obligó a sus marinos a adentrarse en áreas poco conocidas, lo que sirvió como adiestramiento para ulteriores aventuras.
Dos eran los sistemas utilizados por los vascos para esta arriesgada y fructífera caza en la costa cantábrica. Una, la más popular y conocida, ha dejado profundos rastros en nuestras costas, sobre todo en forma de topónimos indicadores de los altozanos destinados a avistar el paso de las ballenas. Se trata de las conocidas "atalayas", ocupadas por un vigilante permanente, listo para dar el aviso a la comunidad que esperaba ansiosa la providencial visita del cetáceo. Al aviso se seguía la carrera para intentar ser los primeros en alcanzar y arponear al animal, lo que, además de asegurar su captura, otorgaba ciertos derechos al primer arponeador. Estas evoluciones, que con frecuencia se realizaban a la vista del puerto, constituían un espectáculo popular porque en el envite se jugaba con la vida de los marineros y porque de su éxito dependía la economía de la comunidad.
Otro sistema de la caza de la ballena consistía en la organización de las pesquerías en forma de compañías, financiadas por vecinos que o bien podían participar directamente en la faena o bien por otros que quedaban al margen de la propia cacería. Estos inversores podían participar en el negocio si formaban parte de la comunidad portuaria, pero también encontramos importantes inversores procedentes de ciudades como Gasteiz. Estos últimos estaban interesados en comercializar la grasa de la ballena, fundamentalmente para dirigirla hacia el mercado castellano, e intervenían financiando tanto las mencionadas pesquerías como las expediciones a Terranova.
Las compañías balleneras se podían establecer en puertos locales como Lekeitio o podían alquilar, por tres o cuatro meses, algún puerto de Santander, Asturias o Galicia. Los contactos de los vascos con estas zonas occidentales del Cantábrico se dirigían no sólo al mundo de la ballena, sino a otro tipo de actividades, sobre todo el comercio. Los vascos vendían hierro, acero, armas e instrumentos, y compraban vino y sardinas. A veces, cuando la suerte les era esquiva en la caza, las expediciones balleneras diversificaban sus esfuerzos y dirigían sus economías hacia el intercambio, eventualidad para la que los había preparado la experiencia: ésta les había enseñado a estar abiertos a otros campos diferentes a los vinculados a la ballena.
El gran cetáceo suscitaba las lógicas apetencias, de modo que era difícil evitar peleas entre los propios vecinos, entre los balleneros de diferentes puertos, e incluso entre la comunidad de balleneros y las autoridades concejiles; éstos, en general de extracción social más pudiente, pretendían sacar de la ballena la mayor ventaja al menor coste. La animadversión entre algunos puertos ha llegado hasta nuestros días, aunque hoy la liza se reduce a una pura competición deportiva, las traineras. Antiguamente, además del honor entraba en juego el beneficio económico, y las reglas sobre la titularidad o el aprovechamiento de la ballena siempre permitían interpretaciones a favor del más fuerte. En esta pelea, Bermeo se imponía tradicionalmente a Elantxobe, Getaria a Zarautz, y los balleneros donostiarras imponían su ley entre sus vecinos cuando encontraban algún resquicio para la disputa sobre las piezas cazadas.
Detrás del mundo ballenero, obviamente, estaba la comercialización de los productos obtenidos de la ballena. La carne de las piezas jóvenes se salaba y se vendía a los franceses, por lo visto menos exquisitos en sus gustos culinarios. El gran negocio provenía de la venta de la grasa, utilizada sobre todo para el alumbrado. Como de cada ballena se producían muchos miles de litros de saín, su comercialización animaba no sólo los puertos, sino los distintos puntos del recorrido del preciado producto rumbo a su destino definitivo. Las lonjas de los puertos disponían de grandes tinajas traídas desde Sevilla para almacenar la grasa, que cuando iba hacia la Meseta se cargaba en odres o pellejos, único modo para transportar el líquido elemento a lomo de mulas.
Un caso particular de este panorama lo constituía el puerto fluvial de Alzola, a diez km. de la desembocadura del Deba. Hasta este punto era posible transportar la grasa en barricas de doscientos litros, lo que se hacía utilizando largas barcas o chalupas que se denominaban alas o gallupas, que viajaban desafiando las corrientes y los riscos de las orillas. Alzola se convirtió en una inversión segura por el hecho de que, alejado de los peligros propios de la costa, ofrecía todas las ventajas que podía suministrar un puerto interior que, además, era un punto estratégico en las relaciones mercantiles entre el interior y el mar. Además, Alzola se situaba en medio del camino más corto entre Gasteiz y el Cantábrico, lo que contribuyó a convertir esta localidad en un punto de referencia obligado en el comercio y las rutas guipuzcoanas.
Alzola, Deba, Orio, Donostia, etc., se convirtieron en importantes centros de comercialización de la grasa de ballena. En torno a estos puntos claves se desarrollaba una actividad mercantil que daba vida a sus respectivas comunidades: lonjeros, aleros, trajineros, mercaderes, etc., obtenían beneficios de las pesquerías de la ballena. Si a esto añadimos los trabajos propios de la
transformación de la ballena en grasa, utilizando al efecto grandes calderas de cobre, o los que limpiaban las barbas de ballena, producto muy solicitado para la cosmética de la época, cerramos un panorama que completa el ciclo de la captura de la ballena, que se constituyó en un elemento clave para la economía vasca y el desarrollo de las poblaciones costeras.
La ballena cantábrica constituyó un importante hito en la consolidación de la sociedad vasca que. A partir del siglo XIII, la captura del cetáceo se convirtió en el elemento de referencia obligado para las comunidades costeras, identificadas en buena medida con el factor ballenero. Aunque este modo de vida desapareció hace mucho tiempo, y en buena medida había caído en el olvido, sirva esta contribución para reivindicar a los antepasados que con arrojo se lanzaron a conquistar el espacio marítimo, desafiando al imponente monstruo que lo vigilaba.
Fotografías: Enciclopedias Lur y Auñamendi

[Regue]

Rincón de la historia de San Ciprián de los siglos IX al XIX

Es en esta época cuando florece en San Ciprián la pesca de las ballenas, que atrae a este puerto navegantes gallegos,cantabros y vascos, tal y como recoje el Licenciado Bartolomé Molina en su libro Descripción del Reino de Galicia y de las cosas notables en él. Las ballenas eran cazadas en los mares próximos tras vigilar su presencia desde la Atalaya (hoy faro), remolcándolas hasta la playa de Areagrosa o la de Cubelas, para alli vararlas y descuartizarlas para extraer la carne y con la grasa fabricar saín, aceite muy apreciado para el funcionamiento de las lámparas.Esta actividad deja de tener relevancia en el siglo XIX, dejando atrás más de cinco siglos de frenética actividad. Pero el destino quiso que volviese a sonar en este siglo, cuando la compañía Massó instala en el portiño de Morás una factoría con dos barcos, tripulados ,en su mayor parte,por marineros de la villa.

Pero y ¿de copas?

[trabañarru]

Originalmente publicado por Regue

Pero y ¿de copas?

No quedamos en que yo ponia la musica y las historias y vosotros os encargabais de las , o es que habeis bebido tantas, que ya no os acordais de nada .

[Regue]

Originalmente publicado por trabañarru

No quedamos en que yo ponia la musica y las historias y vosotros os encargabais de las , o es que habeis bebido tantas, que ya no os acordais de nada .

Estoy acabando algo para hablar de la bebida Noruega Akvavit, dejando descansar el whisky, por poco, ya que ayer me llegó la super botella de Ardbeg, que exprimiremos esta noche, algo se me ocurrira para contaroslo. después de beberlo claro

[juanex00]

Tomás, algo de música más de mi tierra, de hace una carretada de años



Es de aquellos tiempos de la canción protesta de Aragón

[Regue]

Ayer fué el dia, en el pub de Suso "Morrigan", intentaré contarlo.
La noche fria, muy fria, habíamos cenado con cerveza, por aquello de cumplir las dos máximas de cualquier bebedor que se precie de ello, primero, no beber antes de que se ponga el sol, segundo no mezclar uva con grano nunca . La noche la amenizaba la Fabrica jazz band, algo que sonaba como Grover Washington Jr., excelente para dejar la cabeza y sus sentidos solo para la ocasión.
La ocasión comenzó, abrir la caja fué un ritual, Suso decía "abrela tú regue" yo con un poco de boca pequeña, no no tú eres el barman, el experto, debes hacerlo tú. Aquella caja verde oscura, con las letras en oro viejo y negro, con aquella frase de Jim Murray, si hay un licor por el que merece la pena vivir, ese es este, no paraba de revolotear alrededor nuestro. Al fín la caja se abrió y apareció una botella elegante, al mejor estilo de los maltas de Islay, un corcho y boca ancha. LLegado el momento, sonaba Mr Magic, el tapón cedió y su aroma y las notas musicales se mezclaron en uno solo.
Que decir de Ardberg Uigdail, el mejor del mundo este año, un malta que tiene su infancia dividida, entre barricas de Xerry y Bourbon, double barrel, una técnica que está dando sorpesas como esta. A mis sentidos vinieron de nuevo el aroma de las tierras de Islay, no quería compararlo con Lagavulin, pues era como aquel que quiere comparar dos hijos, pero el sabor me traía el mismo aroma a la mente. Un poco más alcoholico que los otros (54º) pero con ayuda de algún sorbo de agua fría se disfruta agradablemente, es unfiltered, eso indica que debería ser un malta turbio como otros pero para nuestra sorpresa no fué asi, transparente con color miel y sin ningún caramelo para dar color que restaría pureza al sabor, señores me descubro ante esta destilería.

[jmkalvin]

Buen relato Regue,por un momento creia que tambien estaba alli

[Regue]

Esta fué la noche del jueves, más tarde me acosté y estuve leyendo lo que dice del Arberg Jim Murray, no alcanzo a encontrar estas sutiles sensaciones, pero si podeís probarlo, es como dice al final Inolvidable.

The Ardberg fué una conjunción de trucos, como quiera hizo que 100 partes por millón de fenoles desaparecieran un rato antes de volver lentamente al paladar, ¿magia o un truco de humo y espejos?, bien ciertamente de humo, tiene un sin número de ¡¡ wow ¿Cómo han conseguido estos momentos de sabor? !!

Resumen del Aldberg Uigeadail: 97,5
(la puntuación máxima es de 25 puntos por parte, nariz, gusto, final y balance)
Nariz (25) simplemente perfecto, el humo guardó no se como restos finos de la ceniza de la turba.
Gusto (24,5) Han conseguido un gran nivel en esta destilería, las maderas de sus dos maduraciones y la cebada lo llevan más allá de lo que puedan soñar los amantes de los maltas.
Final (23,5) Algo de caramelo de los barriles le roba al whisky otras intrincadas notas, pero otra vez estoy siendo muy exigente con él, lleva una sensación aceitosa totalmente inusual.
Balance (24,5) Enorme y minúsculo al mismo tiempo, inolvidable, en toda mi vida solo un whisky me ha reportado una sensación igual a este Aldberg, un Corryvreckan.

[Regue]

Cuando Mincho de Carnota se embarcó de nuevo en el Oblag Fjor no podía imaginar como cambiaría su vida, el puerto de Oslo en Octubre es todo menos apacible, el cargo de aquel mercante en su mayoría estaba formado por barriles de Linie Aquavit, el famoso licor Noruego.
Con Mincho siempre viajaba su gaita, una gaita de un solo roncón, que había fabricado su padre, ballenero en Argentina a primeros de siglo. Nada era más familiar para Mincho de Carnota que un barco, casi era incapaz de orinar dentro de un váter cuando estaba en tierra, de tan acostumbrado como estaba al balanceo del mar.
El primer puerto sería Savannah tras él Auckland y subir al Norte a Masan Kobe y cruzar el Pacífico hasta Lon Beach, para regresar a Oslo, este viaje es imprescindible para conseguir la calidad de este licor, debe pasar dos veces “la línea” del Ecuador, solo la tripulación, el licor y la gaita de Mincho de Carnota completaban cada año este viaje.
Pero esta vez sería distinto, ya que una tormenta hizo irse a pique al Oblag Fjor frente a la costa de Masan. Mincho de Carnota llegó a la costa tras nadar abrazado a un barril de Aquavit. Los habitantes de un pequeño poblado de pescadores nativos lo encontraron sin sentido, con un barril al lado y abrazado a la gaita que su padre construyera y que jamás se separaba de él.
Tal fue el agradecimiento de Mincho de Carnota para estos pescadores que decidió quedarse a vivir allí para siempre. Pero todas las tardes se acercaba al mar y tocaba en su gaita aquellas muñeiras que le hacían llorar de “morriña”.
Un día decidió abrir el barril de Linie Aquavit, invitó a los nativos a un pequeño trago y así decidieron hacer una fiesta, cada mes había una fiesta del licor.
Fue pasando el tiempo, y llegó la Navidad, y fue entonces cuando Mincho de Carnota se acordó de aquella chica que tanto había amado en Oslo, y que hacía ese delicioso lutefisk. Mincho de Carnota comenzó a quemar madera para conseguir la sosa necesaria, más tarde buscó el pescado y preparó la famosa receta de Lutefisk, el tiempo de baño en el agua helada, más tarde el baño de días en sosa y al final la cocina.
Cuando llegó el día, invitó a sus amigos, todos los habitantes del poblado, diez y ocho personas contándolo a él, y comieron el lutefisk y bebieron Linie Aquavit, para terminar con la Muñeira de Chantada tocada en esa gaita que convertía en música los sentimientos de nuestro Mincho de Carnota

[bertoc]

Pues ahí va una leyenda muy conocida por mi tierra,el pueblo es famoso por ella, espero que os guste.

La Leyenda del Hombre Pez:

En el lugar de Liérganes, cercano a la villa de Santander, vivía a mediados del siglo XVII el matrimonio formado por Francisco de la Vega y María de Casar, que tenían cuatro hijos. La mujer, al enviudar, mandó al segundo de ellos, Francisco, a Bilbao, para que aprendiera el oficio de carpintero. Allí vivía el joven Francisco cuando, la víspera del día de San Juan del año 1674, se fue a nadar con unos amigos a la ría. El joven se desnudó, entró en el agua y se fue nadando río abajo, hasta perderse de vista. Según parece, el muchacho era excelente nadador y sus compañeros no temieron por él hasta pasadas unas horas. Entonces, al ver que no regresaba, le dieron por ahogado. Cinco años más tarde, en 1679, mientras unos pescadores faenaban en la bahía de Cádiz, se les apareció un ser acuático extraño, con apariencia humana. Cuando se acercaron a él para ver de qué se trataba, desapareció. La insólita aparición se repitió por varios días, hasta que finalmente pudieron atraparle, cebándole con pedazos de pan y cercándole con las redes.
Cuando lo subieron a cubierta comprobaron con asombro que el extraño ser era un hombre joven, corpulento, de tez pálida y cabello rojizo y ralo; las únicas particularidades eran una cinta de escamas que le descendía de la garganta hasta el estómago, otra que le cubría todo el espinazo, y unas uñas gastadas, como corroídas por el salitre. Los pescadores llevaron al extraño sujeto al convento de S.Francisco, donde, después de conjurar a los espíritus malignos que pudiera contener, le interrogaron en varios idiomas sin obtener de él respuesta alguna. Al cabo de unos días, los esfuerzos de los frailes en hacerle hablar se vieron recompensados con una palabra: LIÉRGANES.
El suceso corrió de boca en boca, y nadie encontraba explicación alguna al vocablo hasta que un mozo montañés, que trabajaba en Cádiz, vino a comentar que por sus tierras había un lugar que se llamaba así. D. Domingo de la Cantolla, secretario del Santo Oficio de la Inquisición, confirmó la existencia de Liérganes como un lugar cercano a Santander. Juan Rosendo, fraile del convento, se encaminó con él hacia Liérganes. Cuando llegaron al monte que llaman de la Dehesa, a un cuarto de legua del pueblo, el religioso mandó al joven que se adelantase hasta él. Así lo hizo su silencioso acompañante, que se dirigió directamente hasta Liérganes, sin errar una sola vez en el camino; ya en el lugar, se encaminó sin dudar hacia la casa de María de Casar. Esta, en cuanto le vio, le reconoció como su hijo Francisco, al igual que sus hermanos que se hallaban en la casa.
El joven Francisco se quedó en casa de su madre, donde vivía tranquilo, sin mostrar el menor interés por nada ni por nadie. Siempre iba descalzo, y si no le daban ropa no se vestía y andaba desnudo con absoluta indiferencia. No hablaba; sólo de vez en cuando pronunciaba las palabras "tabaco", "pan" y "vino", pero sin relación directa con el deseo de fumar o comer. Cuando comía lo hacía con avidez, para luego pasarse cuatro o cinco días sin probar bocado. Era dócil y servicial; si se le mandaba algún recado lo cumplía con puntualidad, pero jamás mostraba entusiasmo por nada. Por todo ello se le tuvo por loco hasta que un buen día, al cabo de nueve años, desapareció de nuevo en el mar sin que se supiera nunca más de él.

[atxarre]

Esto es una prueba
Una ronda si esta prueba ha salido bien sino seguire intentandolo

Este es mi barco y mi zona