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VHF: Canal 77 |
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Re: La vuelta a Francia en el Tonic 23 "Corto Maltés".
Una baliza de geolocalización y emergencia.
Una de las obsesiones en las navegaciones largas es que tu familia esté informada de por dónde andas y se tranquilice, y poder solicitar ayuda si surge una emergencia en cualquier lugar del mundo. Hay algunas aplicaciones de móvil que te conectan al 112, gratuitas, pero que dejan mucho que desear. Necesitan cobertura de móvil (que en el mar se pierde en cuanto te alejas pocas millas de la costa) por lo que en la práctica es igual que llamar al 112 por teléfono. Y en los paises que sigue habiendo roaming las comunicaciones no son baratas ni ágiles. Además, por su carácter gratuido, tienen unas condiciones de uso draconianas (esa letra pequeña que nunca nos leemos) como por ejemplo que autorizas a utilizar tus datos de localización no sólo a la empresa que te da el servicio, sino a cualquier otra empresa subcontratada. Alguna de ellas incluso te hace aceptar las condiciones de uso de Facebook, al que están vinculadas. En el Corto Maltés llevamos una baliza de localización SPOT GEN3. Es un aparatito del tamaño de una cajetilla de cigarrillos, con cobertura mundial, que emite tu posición GPS cada 10 minutos a través de la red de telefonía satelital Globalstar (un operador de telefonía creado en 1994 que explota una red de 48 satélites). Esa señal puedes volcarla a una página web (nosotros la subimos al blog en la columna derecha donde dice "Dónde estamos") donde pueden seguirte tus conocidos encima de los mapas de Google Earth. Además tiene una función SOS que desencadena tu búsqueda y rescate por las autoridades marítimas, y algunas funciones de mensajes personalizados para enviar a personas seleccionadas (son mensajes escritos previamente de tranquilización, o de llegada a puerto, o lo que tú quieras, pero que funcionan desde todo el mundo, siempre tienen cobertura, y están incluidos en la tarifa). El aparato es estanco al agua y tiene una tarifa desde mi punto de vista muy razonable para la tranquilidad y seguridad que aporta a la navegación (169 € el aparato y 135 €/año el servicio). Sobre las radiobalizas clásicas tiene la ventaja de la función de seguimiento, que aquellas no tienen. Y el inconveniente de que la señal que emite es telefónica y la función SOS dirigida a un único destinatario (la empresa que la comercializa, que es norteamericana) la cual avisa a las autoridades competentes en el rescate del país en el que navegues. Es decir, que puede haber un barco poco más allá de tu horizonte que no se entere directamente de tu situación de alerta, aunque sí cuando las autoridades contacten con los barcos presentes en la zona. Para nuestro tipo de navegación, que es costera y siempre a menos de 12 millas de la orilla, es decir, al alcance de los barcos y helicópteros de rescate, nos ha parecido suficiente. Para navegaciones oceánicas son más prácticas las radiobalizas clásicas, que emiten en una frecuencia de radio que captan los barcos navegando por la zona, sin intervención de ninguna estación en tierra. Esos barcos son los que más fácilmente te pueden socorrer, y más en medio de un océano que estás fuera del radio de los helicópteros y en que cualquier ayuda mandada desde tierra tardaría días o semanas en alcanzarte. A cambio estas radiobalizas son más caras, y no tienen la función de geolocalización permanente: sólo emiten cuando las activas por una emergencia. En todas nuestras navegaciones la SPOT ha funcionado a la perfección. En teoría debe situarse en una superficie horizontal con la tapa con el logotipo mirando hacia el cielo, pues la antena que detecta los satélites está bajo el logo. Pero en el barco la baliza hay que llevarla siempre encima por si te caes al agua, y ha funcionado perfectamente llevándola en el bolsillo o colgada del cuello. Aunque en teoría es resistente al agua según IPX7 (sumergible a 1 metro de profundidad por 30 segundos) la llevamos dentro de una funda estanca para mayor seguridad. Habitualmente la llevo yo, y en las guardias nocturnas el que se queda al timón. Si se cae al agua el que no lleva la baliza tenemos la consigna de engancharla al aro salvavidas y lanzarlo, de manera que si no consigue volver al barco por lo menos tenga en su poder la baliza para activarla y mandar su situación en el mar. Lo que no es coherente es llevarla dentro del barco, porque allí no ayuda al que se cae al agua. Y no digamos en las navegaciones en solitario, que se queda a bordo sin nadie que la active y tú en el agua sin la baliza. Como los seguros, esperemos no tener que utilizar la función de emeregencia en la vuelta a Francia.
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Las navegaciones y los libros del Corto Maltés: https://cortomaltes2012.blogspot.com/ |
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