Feliz Verano

[Haize Alde]

¡Qué aburrida está la Taberna! ¿no?.
Allí al fondo, un par de Cofrades con sus birras mediadas; junto a la puerta otro mirando a ver si viene alguien a animar el cotarro; alguno, con el juguete caído al agua apenas entreviéndose en la profundidad cada vez más oscura, restañando las heridas de unas refriegas virtuales y el resto, a lo suyo, que es preparar esas singladuras infinitas de verano de las que muchas terminarán antes de empezar con un femenino y rotundo ¡NO!
Todas las mesas y sillas en su sitio, no hay botellas en situación de “riesgo”.
El suelo limpio, todas la jarras alineadas esperando una invitación a salir atropelladas en las direcciones más insospechadas.
Tan solo un pequeño amago de resistencia al aburrimiento pero con una consistencia muy endeble; algo de ruido y pocas nueces.
¡Es el verano!.
La señora (o el señor que de todo habrá), los niños, el perro, la suegra, el suegro, algún sobrino acoplado (que no se me enfaden las sobrinas) el canario. Demasiadas voluntades a conciliar para un destino común y como siempre, todo dependiendo de unas últimas palabras que indican la jerarquía real existente: Sí cariño.
Para todos aquellos que vayan a cumplir su sueño que lleguen a buen puerto y felicidades; para los que no puedan este año, el que viene será, seguro. Para el resto, id afilando las espadas y las dagas porque a la vuelta, con la ansiedad del privado, habrá mucho que escuchar, mucho que contar y mucho que cortar.
Hasta entonces…
¡Feliz Verano!... Para todos.