Hace poco cambié de amarre, en el anterior puerto no tenía cerca a nadie muy "marinero" más bien gente que tenía una cosa que flota y que sirve en verano para bañarse y tomar el aperitivo. Yo, que hace unos años era amante del bricolaje, desde que nació mi hija soy amante de los pañales y no tengo tiempo de hacer con el barco más que lo imprescindible , o sea, navegar. Ahora en el nuevo puerto a mis vecinos (cofrades para más señas), no sólo les gusta navegar, sino que, tienen el barco como un pincel. Y claro llegas tú con tu barco con cabos con más arena que el Sahara, con la cubierta más amarilla que un limón, con los metacrilatos más cuarteados que la arcilla seca, con la madera más seca que la yesca y con más hongos que en la cueva de Batman... en fín que te das cuenta que lo has ido dejando poco a poco. Así que llevo una racha buena de cambiar cabos, barnizar una madera, darle aceite a la otra, algodón mágico por aquí y antioxidante por allí, cabos nuevos del lazy, que si una driza nueva... vamos que le he quitado 20 años de encima (ya sólo aparenta otros 20)... total que da gusto tener unos vecinos que tienen el barco cuidado porque te picas y cuidas también el tuyo (hasta me he comprado hilo de poliester para hacer falcaceado
![EEK!](http://foro.latabernadelpuerto.com/images/smilies/eek.gif)
). Gracias Nonick y Spark y buena travesía.