La Taberna del Puerto Sergio Ponce
"Se navega por los astros, por la mar, por la tierra, por las gentes, por los sentimientos...Se navega." Altair
VHF: Canal 77   
Regresar   La Taberna del Puerto > Foro > Foros Náuticos > Foro Náutico Deportivo

Avisos

 
 
Herramientas Estilo
  #1  
Antiguo 30-09-2014, 07:05
Avatar de --
--
Invitado
 
Mensajes: n/a
Predeterminado Rumbo encontrado: Una noche para recordar.

Situación: navegando de noche, con un tripulante virgen y mucho frío. Viento Sur (popa) de 10 nudos. Río arriba en el Paraná. 4 nudos de corriente en contra, apoyados por el motor dando 4 nudos de avante.

Estoy muy cansado y necesito dormir, mi tripulante lleva ya 3 horas de sueño en su camarote. Se me acabó el café y hace frío.



Acabamos de pasar la boya 500 y la navegación se pone complicada, cambios constantes de banda a banda por la profundidad que va variando con las ondulaciones del Rio.

El canal no está delimitado mas que por unas esporádicas boyas verdes o rojas. En la carta tengo las profundidades pero hay mucho viento y poca luz, y estoy solo como para bajar a la mesa de derrota.

De repente la sonda marca 0.8 y a sabiendas de que a 0.7 me varo, largo escotas y doy atrás al bigote. Meto caña a babor y siento que tocamos fondo, pero salimos. Con la caída, la mayor porta nuevamente y me preparo para trasluchar.

Llamo a mi tripulante de un silenciado grito y le pido la carta, encuentro una derrota con profundidad y retomamos el canal. Le pido café y seguimos viaje.

Me daba miedo dejarlo a cargo e irme a dormir, el viento de popa nos trasluchaba la mayor constantemente pues el río en esa zona es muy sinuoso. Decidí arriar la mayor y dormirme un rato en la bañera, y dejar de guardia a mi amigo y neófito tripulante timoneando a motor apoyado por el Génova.

Tras verificar que todo esta en orden, me recuesto sobre el asiento de estribor de la bañera (muy amplio, cómodo y resguardado para un 27 pies) y cierro los ojos.

- Illo Lis... esas luces que se ven que son? - me pregunta a a los pocos minutos.

Levanto la cabeza y con la Génova cazada por mi banda puedo ver a lo lejos (unas 3 o 4 millas) una boya de peligro al este.

- Nada, una boya... pasala a babor. - digo con seguridad y vuelvo a recostarme.

Diez minutos mas tarde me vuelve a increpar: ¿seguro que es una boya? yo la veo muy alta..

Levanto la cabeza de nuevo, pero el Genoa me tapa toda la visión por lo que me levanto y me estiro a estribor, no veo nada y cambio de banda. Veo a lo lejos las luces de remolque y entro en pánico. DIOS.

No llevaba luces de proa por lo cual sólo se veía en su popa las luces del empujador, alumbré con el reflector y pude ver a unas trágicas 300 yardas lo que me parecieron unos cien metros de manguda proa aproximándose a toda velocidad hacia nosotros.

Rápidamente alumbré nuestra vela para que nos vieran y observé la veleta que indicaba viento por la aleta de estribor. - METE CAÑA A ESTRIBOR - grité tres segundos antes de sacarle la caña de las manos y caer con toda la caña.



Sonó un fuerte bocinazo, se veía la espuma debajo de su amenazante proa, parecía un enorme monstruo hambriento. Estaba a menos de cien metros y bajaba el Río con mucha arrancada, ni siquiera amagó a virar.

De repente el Génova se infló con fuerza, la escota estaba muy filada para navegar de través y con mi mano libre pegué una buena cazada, el barco se escoró automáticamente y respiré.

Comenzamos a navegar en rumbo de alejamiento a todo el avante que nos era posible, no podíamos dejar de observar al enorme buque que nos alumbraba y enceguecía con su potente proyector. Observamos sus 300 metros de través mientras pasaba a toda velocidad por nuestro babor y al fin llego su popa.

Una terrible espumareda salía de sus hélices y revolucionaba la calma de las tranquilas aguas. Cuando mi tripulante pensó que el peligro había pasado aún faltaba la última maniobra.

- Agarrate dani que si no nos aproamos a la ola nos va a romper todo - para variar no estaba nada arranchado en la cabina.

Caigo con toda la caña a babor y pongo proa a la estela del enorme lanchón, largo la escota del Genovés que esta por trasluchar y en cuanto cambia de banda cazo por estribor, el viento me queda por la aleta de babor.

El balandro comenzó a saltar como loco en las reburjitadas aguas, que además estaban iluminadas por el proyector del poderoso barco de empuje. De repente un pantocazo me hace perder varios grados de rumbo y la Genoa vuelve a trasluchar, quedando cazada a las malas, una lluvia de agua se desprende de la proa, mojando suavemente el barco desde el través hasta la proa y nos riega con una suave garúa. CALMA.



Todo pasó en unos pocos segundos, nos dejó el corazón latiendo fuerte, la lección bien aprendida y una experiencia que no puede adquirirse a ningún precio.

Minutos después fondeamos y pasamos lo que restó de noche durmiendo tranquilamente, afirmando que no había prisas y.prometiendo no navegar de noche en lo que restara de viaje (promesa que incumplimos).

Editado por -- en 30-09-2014 a las 08:07.
Citar y responder
9 Cofrades agradecieron a este mensaje:
Antonio_Mataelpino (30-09-2014), astrolabio68 (30-09-2014), eborges_tfe (30-09-2014), gilinas (30-09-2014), Jadarvi (30-09-2014), JUPITER2 (30-09-2014), scubaduba (30-09-2014), tomaquet (30-09-2014), Tucana (30-09-2014)
 

Sergio Ponce


Reglas del foro
No puedes crear discusiones
No puedes responder a mensajes
No puedes editar tus adjuntos
No puedes editar tus mensajes

BB code está activado
Emoticonos está activado
El código [IMG] está activado
El código HTML está desactivado
Ir a


Todas las horas son GMT +1. La hora es 16:37.


Powered by vBulletin® Version 3.7.0
Copyright ©2000 - 2025, Jelsoft Enterprises Ltd.
© La Taberna del Puerto