Hola de nuevo,
yo no creo que lo hayas expresado tan mal. Ni hayas insultado gravemente a nadie.
Pertenezco a un club de coches deportivos, no importa cual. Nos gusta salir de rallies de navegación, de regularidad, meter los coches en un circuito y machacarlos allí.
Hablamos mucho de los niños pijos que se compran nuestro mismo coche para salir a cenar los viernes. Entre semana, además, usarán su utilitario para dejar el deportivo brillar en el garaje.
¿Qué opinamos? "Fantasma" es poco para lo que sentimos sobre esta gente ¿cuestionamos por ello su libertad para comprar y tener el coche que quieren? Por Dios, no. Pero no dejaremos de sentir lástima por ellos y, sobre todo, por sus coches. Lástima y un punto de desprecio ¿qué es feo sentir desprecio? Pues sí. Es un sentimiento muy muy feo, pero algunos lo sentimos en esto, en la náutica, en el motociclismo y en mil aficiones más.
No veo por qué hay que rasgarse las vestiduras cuando se habla de lo poco que se cogen los barcos en España... de lo poco marinero que es este país, y más tristemente con la tradición que deberíamos tener. No pasa nada. No se está insultando a nadie ni se está poniendo en cuestión la libertad de que cada uno haga lo que quiera con su dinero y tiempo. Solo se manifiesta un hecho y, en mi caso, me pregunto qué se podría hacer para cambiarlo.
Miras el nivel de actividad de puertos deportivos británicos y franceses y alucinas... con el tiempo que tienen allí. Aquí la gente compra el barco por motivos distintos... obviamente legales y respetables... pero que a algunos nos generan tristeza. Solo eso. Nada más.
Luego ves las diferencias de legislación y imposición fiscal sobre adquisiciones de barcos, amarres, etc... y te das cuenta de donde puede estar el principal motivo de lo que pasa en España. ¡pero que nadie se ofenda por hacer este análisis!
Pienso que el que se compra un velero de 18 metros para sacar una semana de agosto a los amigos a bañarse 500 metros mar adentro es un desapasionado. Siento pensar así. No le quitaría el derecho a hacerlo pero no puedo evitar sentir lástima por su barco ni desear encontrarme con poca gente así en mi pantalán.
Abrazos y besos
