Mi enhorabuena a los ganadores.
Ha sido un gran honor hacer de jurado.
También quiero felicitar a los no ganadores y, como sé que un relato es como un hijo para su autor, quisiera pediros que nos perdonéis por el 'fallo'.
Un amigo, que escribe bastante bien, me dijo una vez que un relato es como un traje: hay que valorar la tela, el corte y la confección. Los que no somos plumíferos profesionales no dominamos el equilibrio entre los tres elementos, y así podemos escribir sobre un tema estupendo y emocionante, que sería la tela, mientras perdemos de vista la verosimilitud, o el ritmo, que serían el corte, o la sintaxis, que viene a ser el hilo empleado.
Todos los relatos tenían su chispa en un elemento u otro, y con todos he disfrutado mucho. El resultado del concurso no es lo más importante ya que, al final, se trata de una apreciación subjetiva de un jurado compuesto por marinos y no por escritores.
Felicidades.
