Gastronomía en barcos pequeños

[Polen]

El tamaño importa, claro que sí, pero ¿quien dice que en los barcos pequeños no se puede comer tan bien o mejor que en el más grande de los barcos?

Exceptuando que en un 23 pies una cristalería de bohemia pues como que no, tiene cabida para un montón de cosas que te hacen la vida un poco más fácil y feliz. Así que cuando el mal tiempo las averías mecánicas u otras contrariedades te impiden navegar, hay que seguir disfrutando del barco, y es que sí, mola eso de ser dominguera amarrada (por la fuerza, que conste, que siempre siempre prefiero estar ahí fuera con todo el trapo arriba)

Este finde ha sido de salirse. Tras una inigualable fabada a bordo del barco de epops, nos tocó corresponderle en el cachalote con una de nuestras especialidades, el ya bautizado Arroz Cachalote, o también conocido como arroz a banda pues como lo hicimoes en una placa de inducción (nada de cardan), mientras el chef vigilaba el caldo, Miguel Epops y yo hacíamos banda pa que no se derramara, que con el ventarrón que hemos tenío mi barco se meneaba más que una atracción de feria

Ni que decir tiene que mi compañero lo hace tóooooo muy bien (todo, todo), hasta el arroz. Y lo mejor de todo, los siestones después del homenaje

Y aunque en este caso la imagen no vale más que mil palabras, pues no se huele ni tiene sabor, dejo pruebas de lo que da de sí un pequeño barquito cuando el hambre aprieta

Empezamos con el sofritillo (yo solo contribuí picando la verdurita). Eso sí, mi compi me ha demostrao que sí, que la paella en contra de mis creencias, lleva cebolla:



Pero como tó no va a ser verdurita, habrá que añadirle chicha marinera pa que coja cuerpo ( aun no tenía arroz y ya estaba pa coger un cacho pan y meterle mano a la paila):



El chof chof sonaba a música celestial. Y el olor... gloria bendita, oiga



Unas tapitas pa no hacer tan larga la espera (es que estabamos salivando con el olorcito)



A punto de taparlo pa que repose como mandan los cánones:



Y el resultado antes de que desapareciera:




Buena comida, inmejorable compañía, y siesta de lujo... no navegamos por desgracia, pero el que no se consuela es por que no quiere

Lo bueno de cocinar en un barco como el mío es que al contrario de lo que se piensa sale tol humo por la escotilla, luego coges una balleta con lejía y le das una pasá al techo y alrededores y no queda olor a cantina, es una de las ventajas de no tener moqueta, que saneas bien