Las tortugas se las comen, pero al parecer también lo hacen los peces luna y los atunes. Las primeras lo tienen mal, pues aparte de ser atrapadas por las redes confunden los plásticos con medusas y mueren al comerlos, así que hay pocas. De los segundos también hay pocos como para resolver el problema de la proliferación de medusas. Los túnidos sí podrían ser la solución pero cada vez entran menos en el Mediterraneo pues los pescadores los atrapan apenas atraviesan el estrecho de Gibraltar desde el Atlántico.
Una solución es que nos comiéramos nosotros las medusas. Parece que bien aliñadas están buenas. Hay un restaurante japones en BCN que las ofrece como aperitivo..., así que todo es empezar. ¡No vamos a dejar ni una!.
¡Tabernero!, ofrece aquí a los cofrades unas jarras heladas acompañadas de unos montaditos de medusa, así como otras preparadas a la gallega.
