Es el primer catboat grande que hace el astillero. Voile Magazine y otras revistas lo eligieron barco del año en 2016. Práctico como pocos. Un biquilla que se defiende más que bien en todos los rumbos, aunque por el aparejo pierda unos grados en ceñida, como se demostró en la prueba que posteriormente le hicieron junto al Winner 8 y el Seascape 24, dos modelos a priori más regateros. En rumbos abiertos andaba tanto o más que los otros. El palo va a proa, en la zona más resistente estructuralmente, y allí molesta poco. A cambio no hay puntal en mitad de la cámara, como en la mayoría de los veleros. Las burdas, creo recordar, eran para cuando volaban el asimétrico.
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