Mi primera regata. Ruta de la Sal 2010 (con fotos)

[Sunrise]

Saludos a todos los cofrades.

Empecé contando en otro hilo una experiencia que me apetece compartir, y he decidido sacarla y comenzar uno nuevo pra no interferir y para dejar más organizadas las cosas en este antro. He copiado el primer post que publiqué para que podáis seguir el hilo desde el principio.

¡Espero que os guste! (Aunque no prometo nada )

Ya estoy en mi puesto. Voy a intentar contar, pero no prometo nada, ¡EH PATRÓN!

Antes de comenzar, explicaros como ya se ha comentado, que ocupamos un noveno puesto en la clasificación general y primeros en nuestra categoría. Competimos con un First 42.7 y, por lo tanto, entramos en la categoría India, cruceros clásicos.
La tripulación era mixta, y además en todos los sentidos, 4 miembros y 3 miembras, y diferentes grados de experiencia, varios Patrones de Yate, un PER y yo, que... no hace falta que os explique nada más. La pregunta clave fue "¿habéis participado en alguna regata?". Y la respuesta fue "no" para la mitad de la tripulación. El patrón debió pensar "esto tenía que haberlo preguntado hace un mes", pero ya estábamos en Denia, asi que no había solución.
La tripulación nunca había navegado en otras ocasiones en el mismo barco, la mayor parte de nosotros sólo conocía a uno de los tripulantes, asi que, experiencia poca y compenetración, menos. La cosa pintaba malamente, pero... ya estábamos en Denia
La parte positiva de mi tripu es que congeniamos a las mil maravillas desde el principio. Hemos convivido en un espacio mínimo y en ningún momento hemos tenido ni el menor atisbo de tensión. Todos nos enrolamos con ganas de trabajar, y sobre todo, con ganas de aprender, y tuvimos la gran suerte de encontrarnos con el Patrón que nos encontramos, el mejor, sin duda alguna.

Comienza el primer día de regata. Con una hora aproximadamente de antelación nos dirigimos hacia la línea de salida. Llevábamos la meteo aprendida y un plan en la cabeza que sabes que se puede truncar en cuestión de segundos, pero a nosotros nos encanta hacer planes para luego deshacerlos y volverlos a montar. Yo veía a mi tripu relajada, miraba al Patrón constantemente, para observar sus reacciones, hacia dónde miraba y en que punto fijaba la vista. No pillé ni una, claro, como era de esperar...

Cinco minutos antes de la hora prevista de salida, el Patrón pregunta que si alguno llevaba cronómetro. "¿Será posible?. Y lo pregunta ahora, el tío, con la colección de cronómetros que tengo en Madrid. ¡Que lo hubiera dicho antes!." Uno de los tripus levantó la mano diciendo que llevaba, en el reloj de muñeca, que, por supuesto no era un Hublot, ni nada que se le parezca. Comienza la cuenta atrás, pero el reloj no descontaba, sólo iba sumando no descontando. El Patrón pregunta "¡¿cuánto queda?!", y el tripu empieza "puessss... 5 menos 2,35 son... 2,25!! bueno, ya, 2,10 2,09... ". En fin... la cara del Patrón, un poema... "Avisa cuando quede un minuto, por favor". Todavía le salían las buenas maneras...


Esta es una imagen del momento de la salida:




Perdón, se me ha ido la olla y he colgado lo que veía por la popa.

Esta sí:




El pedazo de salida que hicimos fue uno de los puntos clave de nuestra regata. Al ver que todos los barcos se concentraban en la zona de la boya, el Patrón tomó la decisión de correr la línea para virar justo en el momento del pitido de salida, coger viento libre y salir de los desventes de la numerosa flota.

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La salida en una regata a mí me pareció un momento emocionante. Yo lo viví como un mogollón desordenado, partiendo del hecho de que en ningún momento fuí capaz de ver las boyas, y, ni mucho menos, la línea imaginaria que se supone que delimitan las dos boyas. Es decir, que no me enteré de nada...

Yo miraba al Patrón, para localizar el mismo punto en el que él fijaba la vista. No me pareció un buen momento para empezar a hacer 200 preguntas que se me venían a la mente, asi que, como buen grumete, le dejé hacer, mientras intentaba imaginar qué estaba pasando a mi alrededor, viendo las reacciones de otros barcos que pasaban muy cerca, o las de mi tripu, que sí parecía que se estaban enterando algo más que yo. Seguía sin pillar ni una.

En vista del éxito de mis observaciones, me dediqué a sacar fotos a los barcos que teníamos más próximos, más que nada para poder contaros algo de este instante.

Este es el mogollón que a mí se me presentaba delante de las narices:



Poco a poco se fue aclarando el panorama y empecé a ver barcos más distanciados unos de otros. Deduje, poniendo a prueba la inteligencia y la intuición que me caracterizan, que debíamos haber cruzado ya la línea de salida. Volví a mirar al Patrón pero fue inútil, asi que me dispuse a seguir disparando fotitos.

Aquí el Fortuna extralights, un barco muy fotogénico:



Y aquí el Adriana, también precioso:



Y aquí, el Plis Play, ufff....




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[nahititi]

Sigue, sigue , no pares , que hasta la cena y entrega de premios tienes para rato...

[duendevelas]

y Gracias Sunrise, esto pinta bien, el relato... promete, y las fotos, magníficas.. sigue sigue...(que yo te aviso...)

[Sunrise]

Originalmente publicado por nahititi

Sigue, sigue , no pares , que hasta la cena y entrega de premios tienes para rato...

Me da para una novela enterita

Originalmente publicado por duendevelas

y Gracias Sunrise, esto pinta bien, el relato... promete, y las fotos, magníficas.. sigue sigue...(que yo te aviso...)

Gracias. Estoy apelando a mi memoria y ordenando las ideas, porque tengo un mogollón en la cabeza terrible. Sigo.

[Sunrise]

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Sigo.

Por fin empecé a ver el horizonte más despejado, ya se había diluido ese embrollo de barcos y los veía más dispersos.
Una vez libres de la flota, el Patrón comenzó a aplicar la estrategia a seguir para aproximarnos a cabo de Berbería. El pronóstico del tiempo apuntaba a vientos del este, rolando a sur-este. Por lo que tomamos el bordo amurados esperando el role para virar. Como el role tardó en llegar y la mayoría de la flota tomó la opción del bordo de estribor, realizamos un par de repiquetes a estribor por si no se cumplía el pronóstico, no quedar demasiado descolgados de la flota. Las rachas que empezaron a apretar venían del sur-este, y el Patrón decidió continuar amurados a babor y esperar al viento del sur-este para virar y poner rumbo definitivo a cabo de Berbería. Cuando el viento del sur-este se entabló viramos para aproximarnos a Berbería.

Bueno, así explicado, el tema parecía fácil. Ya estábamos perfectamente orientados y aprovechamos para realizar diversas tareas.

Yo me dediqué practicar unos ballestrinques, tarea que exigía mi máxima concentración:



Capitán Ron revisaba el estado de los winches y otros aparejos:



Y así el resto de la tripulación, cada uno con sus tareas perfectamente asignadas y manteniendo la tensión propia de una regata. Aquí una imagen del Patrón serio y visiblemente tensionado:




Entre estos quehaceres, tocó colocar la línea de vida. Inmediatamente pregunté que era eso con un nombre tan .... preocupante. Al final de la explicación pensé "este se ha creído que yo voy a circular por la cubierta por la noche, lo lleva claro..."

Todo estaba saliendo según lo previsto, asi que me imaginé que cuando llegara la noche, pondríamos el piloto automático y dormiríamos a pierna suelta hasta el amanecer. Pero no, resultó que íbamos a establecer turnos de guardia para cubrir la noche. ¡¡¡A mí nadie me había explicado estas "pequeñeces" cuando surgió la posibilidad de hacer una regata!!!. Sin embargo, lo asumí, en favor de este deporte tan sencillo, tan agradable y tan divertido. Ilusa de mí, todavía pensaba que estaba de paseo; es lo que tiene la ignorancia, que no eres consciente de lo que sucede a tu alrededor. No me estaba enterando de nada y pensaba seguir así toda la regata.

En mis observaciones me dí cuenta de que en las velas había como una especie de cordones cortos equidistantes. Pensé que era una buena idea que el fabricante de velas los hubiera colocado para poder atarlas cuando tocara recogerlas, pero no, cuando pregunté resultó que servían para otra cosa completamente distinta. Eran los catavientos del génova
Y el problema más gordo vino después, porque yo no sabía que cuando le preguntas a un navegante sobre una duda pequeñita, aprovecha para explicarte otros 150 términos que no has oído en tu vida, que te suenan a chino y que te ves incapaz de memorizar por los siglos de los siglos. Lo mejor sería no volver a preguntar nada, porque acababa peor que al principio...

Y así, entre jarcias, balumen, grátil, pujamen, relingas y tangón, por poner un ejemplo de los miles que me soltaron en dos minutos..., llegó el atardecer...




Y con el atardecer, una noche dura...

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