Hola a todos,
Bien, para terminar con "...Arte de Navegar", de Martín Cortes, el último capítulo está dedicado a un instrumento "la mar" de interesante (para mí, claro):
"de la fabrica y uso de un instrumento general para saber las horas y quantidades del dia y a que viento sale y se pone el sol".
Esto de "a qué viento sale y se pone el Sol" tiene toda la pinta de nuestra ecuación para saber el azimut de un astro en orto u ocaso: Cos Z = sen d / cos l, pero en forma de "computador analógico". Como trae un dibujo (es una lástima que siempre sea un dibujo final y no un despiece) voy a intentar dibujarlo despiezado en plan "moderno". Si me sale y funciona, se podría hacer una plantilla.
Mis conclusiones son las siguientes:
perfil del piloto:
marino experimentado con muy bajo nivel en matemáticas (de ahí que toda la parafernalia de navegación esté condensada en tablas e instrumentos, con muy pocas o ninguna fórmula o ecuación)
instrumentos que utilizaban:
-astrolabio (simplificado, para medir ángulos del sol)
-ballestilla (para medir alturas de estrellas)
-corredera, etc.
-rosa de piloto (para registro de rumbos y bordadas en la guardia)
-sondaleza
-ampolla y ampolleta (medidas de tiempo)
-compas de carta
-brújula
además:
-tablas de declinación (para cálculo de latitud y hora local)
-portulanos (para navegación costera o cabotaje)
-cartas de marear (para navegación oceánica)
A estas alturas, está claro que usaban la "navegación por latitud" y la clásica estima.
y también (para mí casi lo más importante):
experiencia...
Si, aparte de que este libro lo menciona a menudo, los medios y los métodos que se citan en él llevan a la conclusión de que la navegación se sostenía en gran medida (estimo que bien podría ser un 75%) en la experiencia previa y los
sentidos del marino.
Esto último de "sentidos" ya fue citado en más de un "post" al principio de este laaargo hilo. Y es que empleando gepeeses, veletas, compases, etc., hemos "embotado" nuestros sentidos. Estoy convencido que aquella gente podía darse cuenta de velocidades, derivas, latitudes, rumbos, incluso por la forma de las interferencias de corrientes concurrentes, entre otras cosas (color, forma, frecuencia, etc.). Ah, y el cielo nocturno seguro que era muuucho más familiar (conocido) para ellos. Nuestros "embotados" sentidos nos hacen incomprensible la lectura del medio como ellos lo hacían.
Tengo que agradecer a Roger Rabitt, aunque ya no acceda a este hilo, haberlo "posteado", porque me ha hecho meterme en un marasmo de información apabullante... ¡pero que me lo estoy pasando requetebién
!
He encontrado esto, por si fuera de vuestro interés:
http://biblioteca.universia.net/html.../38363290.html
es otro de los libros clásicos de la época, el "Arte de Navegar" de Pedro de Medina (darle al link que está en "Localización")
y esto es una "joya":
http://brunelleschi.imss.fi.it/micha...odes/life.html
Saludos y una rondita