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VHF: Canal 77 |
#26
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Alex
:adora cion:
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Y a la voz de: " ¡¡ A por ellos, que son pocos y cobardes !!, se abalanzaron sobre el que suscribe..." |
#27
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Como dice un amichi mío..."qué bonitez!"
Es como estar dentro. Gracias por contarlo así de bien. Ah! seguimoe esperando el resto Embat |
Los siguientes cofrades agradecieron este mensaje a Embat | ||
Freeblue (13-08-2008) |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
... pues eso, a esperar la siguiente entrega, aquí muertos de envidia, de la sana, pero envidia Salu2. Carmelo ( O L A J E )
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Call Sign: EA7AZH & 23Oscar2 en REMER |
#29
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
En popa o aleta se le ha visto bastante buen navegar al bicho, pero con la POC del traves para alante, como un cojo bailando salsa, me ha parecido...
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..la lontananza sai
é come il vento che fa dimenticare chi non s'ama.. spegne i fuochi piccoli, ma accende quelli grandi |
#30
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Cita:
Con popas o portantes no hay nada más cómodo para navegar. Su estabilidad es impecable e incluso con marejada, el piloto trabaja poco y relajado. De través "p'alante" es un armario dando saltos. También es verdad que a pesar de intentar trimar una y otra vez, no he conseguido ese "puntito" que obtienes en el monocasco. Muy probablemente todo se deba a mi ignorancia. Pero la virada con el viento de proa se va a los 150 grados con la gorra. Si alguien tiene otra experiencia diferente, me interesaría mucho contrastarla. Nunca he conseguido que las lanitas bajas del génova vayan bien cuando van bien las altas, por más que he movido carro y escotas. Lo dicho, creo que me faltan horas en catamarán, aunque no les hago ningún asco, pues son cómodas. Rog
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Y a la voz de: " ¡¡ A por ellos, que son pocos y cobardes !!, se abalanzaron sobre el que suscribe..." |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Cita:
Te la devolveré donde ya sabes Un besazoooo, Alex |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Ayyy siiii, esa sensación de agujero en el estomago, cerrado totalmente, me resulta familiar. De vuelta a casa desde Menorca lo traje vacío hasta llegar a puerto, y es que ni hambre tenía
Lo del catamaran debe de ser toda una experiencia, aunque estés acostumbrado a navegar en velero no debe de ser lo mismo, pero me da a mi Alex que no tardaste en pillarle el truqui Seguir anda vaaaaa, un poquitico más no ??????
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Un país, una civilización, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales. ( Mahatma Gandhi ) De la cofradía de los maceteros de la costa
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Cita:
Pues...lo cierto es que nunca jamás me había mareado en un barco..nunca..y eso que con el "viejo capitán", mi padre, me he tragado alguna que otra en el Cabo de Creus,un barco a motor, y atadita con cuerdas de escalar, no con cabos, en la cabina, mientras mi padre decía que: no pasaba nada.... No reconocía ni esa ola interna, ni ese sudor frío,ni esa pérdida absoluta de bienestar, vamos...malísima , te pones Yo andaba valorando donde estaría menos maly curiosamente el lugar era mi camarote jajaja porque me parecía lo más familiar y le decía al patrón, así , disimuladamente, que no entendía por qué no me "adaptaba" al espacioso salón, pero el casco de estribor, que "era todo mío", me resultaba lo más parecido a un monocasco En fin, Wandyta, que era ,o el "bicho" aquel o yo, y si tiraba la toalla, iba a poder conmigo... Tras el primer día, nos reconciliamos el "bicho" y yo, y lo cierto es que al segundo andaba ya saltando sentada en las redes de la proa, que es como ir en una cama elástica.Definitivamente me gusta cualquier cosa que flote pero cuando volví a tener enfrente a mi "Tortuga", digamos que no lo cambio con su monocasco de poca manga, por el gran arácnido blanco... Una...que tiene sus pasiones... Un abrazo y muchas gracias por leernos. Alex |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Jejejeeee, qué bueno Alex... Mancantaaaaaaaaaaaaaaaaaao !!!!
Yo también quiero irme en un arácnido con 2 piratas, uno con mirada felina y otro con iphone !!! Qué más se puede pedirrrrrr... Bueno sí, por pedir... Pido ir contigo ! Que no se me va el mareíllo tú, lo he vivido todito leyéndote !! Que yo sí que me pillo unos globos tremendos Ahora le toca a Rog, no ? Un abrazo a tutti
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http://www.hellocarro.com/indexpuertos.htm |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Cita:
Espero que lo hayas pasado bien durante las vacaciones y ya sabes que tenemos una navegación pendiente en el "monocasco divino de la muelte" Un abrazo y como yo sigo al patrón de "mirada felina", efectivamente, es su turno Un abrazo de los grandes, Anita. Alex |
#36
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Monocasco divino de la mueggggte... Joer, suena a gloria Capifree...
Sabes que no he vuelto a reirme tanto desde aquella tarde ... Va, a ver si cuadramos un finde de septiembre, sí?? Esto de ser tan buenesita me está matando, necesito verrrrrrte !!!
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Pues sigo, con mi "mirada felina", mis "andares de gacela" y escribiendo con mis "manos de Eurídice"
25-Julio-2008, Hora Zulu 9:30am (toma ya) El chocolate, efectivamente, estaba de muerte. Nadie se lamentó de no haber pedido "susto". Durante ese breve espacio de tres horas, el iPhone había cobrado vida. Así como algún que otro rumor persistente del sónar de un submarino que nos acompañaba cada vez que entrábamos en zona de cobertura de telefonía móvil. La amabilidad del trato recibido en Cartagena no pudo impedir que finalmente zarpásemos según lo previsto (la llamada del deber), con el fogonazo de un encuentro fortuito con un lugar especial. El Sonrisa, reposaba mansamente amarrado en su atraque del Yacht Port, donde se encuentra la gasolinera. Su armador el temible Barón de Krogen, de quien se dice que no perdona porfías, no estaba a bordo. Al desembarcar, un agradable paseo recupera el ánimo y despeja el cansancio. Caminando por el borde de la marina, contemplamos a veces con agrado, a veces sin él, la variedad de cosas que flotan y transitan en verano por las costas. Ella desplegó todo su charm conversando animadamente con armadores o tripulantes, o simplemente admirando la belleza de sus embarcaciones. Inglés, alemán, holandés ¿qué habla usted? de acuerdo, sin problemas. Hasta Cabo de Palos un agradable paseo. Las aguas de la zona, en un día manso, les regalaron una fresca y relajante mañana. Ella vuelve al curricán. De nuevo el instinto pescador ¿o he de decir depredador?. No, no es depredación. Es algo íntimo y muy personal. Algo en lo que su padre ha tenido mucho que ver y ha calado muy hondo. Cada vez que los anzuelos del curricán se deslizan por el agua hay una apuesta y un homenaje. Una apuesta con el Timonel, y un homenaje al cariño de su padre. Es más que un sedal, es un hilo de amor que en cada metro arrastrado deja testimonio de la pasión de una hija. Cada sedal desenrollado es un beso en la memoria y en la distancia para el viejo guerrero. El siente envidia por el padre de Ella. ¡ Cuánto le gustaría saberse así de querido por su propia hija ! El Timonel, recuperándose de los seis kilos de churros que se había apretao. He intentado mantener su derecho a la privacidad y a la imagen bla,bla,bla..lo mejor que he podido, sé que me lo agradecerá El Timonel se recupera de los churros con chocolate. La porfía es injusta, porque la velocidad del barco impide que el curricán sea eficaz. Decide reducirla a tres o cuatro nudos. La zona es una oportunidad y al fin y al cabo, como patrón, le corresponde a El restituir el equilibrio de las situaciones a bordo. El Timonel se queja. Entre bromas y comentarios jocosos. Pero la decisión es irrevocable. El curricán tendrá una oportunidad. Y el viejo guerrero se sentirá de nuevo orgulloso. La tierra salpica al Mediterráneo en el Cabo de Palos. Las islas Hormigas son un intento vano de prolongarse hasta las Baleares, o quien sabe, más allá. El viento arrecia, es la una y media, durante las horas centrales del día. El parte meteo, siempre en la cabeza, anunciaba un fuerza 4 para las horas centrales del día. Aún es poco viento y las Hormigas se pierden por la aleta de Babor. El problema del término "horas centrales del día" es que no tiene una definición clara. Pueden ser dos o diez. Aposté por que serían dos y fueron diez. Un derroche de combustible. A treinta millas de la costa y con Moraira casi en el través, avanzában entre grandes barcos de pesca hacia Formentera. La marejada no era incómoda y el piloto la negociaba sin problemas. Varias tortugas bobas le saludaron nadando cerca con sus aletas, o patas, lo que que fuese. Ella y el Timonel reposaban cada uno en su camarote. La tarde fue transcurriendo plácidamente y ya sin ningún otro barco a la vista, la noche cayó poco a poco, haciendo ceder el viento con pereza. Haciéndose la remolona. El había calculado que alcanzarían Punta Berbería, al SW de Formentera, sobre las dos y media o tres de la mañana. Una hora más para alcanzar el otro extremo y estarían cruzando el canal de Mallorca. Hasta entonces aguantaría la guardia, prefería dormir con Formentera en la popa. Con la noche puso en marcha el radar. Un rango de doce millas era más que suficiente para la guardia. Por la aleta de estribor, un eco se mantiene a distancia de tres millas. Es un eco grande, de un barco de gran eslora. Se pueden ver sus luces desde la bañera si se fija uno un poco. El piensa si el barco verá su luz de popa y del mismo modo que su radar, un equipo para aficionados, es capaz de detectar pequeños pesqueros, supone que el del gran barco podrá identificar el eco del catamarán. Más vale que así sea, la luz de alcance se ha ido al garete. Con una linterna de mano permanecen en la bañera apuntando al barco que aparentemente les alcanza. Poco a poco, se va distinguiendo la luz de Estribor y un tiempo más tarde acaba desapareciendo por la aleta de Babor, probablemente rumbo a Castellón o Valencia. Esto de ir sin luces cerca de las líneas de navegación de los mercantes y ferries es algo que siempre añade tensión. El chorro de propulsión de las hélices deja un rastro de burbujas fosforescentes, el Timonel dice que son medusas fosforescentes, pero llevan viendo medusas desde que oscureció. Si fuesen medusas no habría cristiano que pudiese poner un pie en las aguas del Marenostrum. El Timonel baja a descansar, Ella se queda y hablan. Hablan de sus cosas. No es que tuviesen demasiadas cosas en común de qué hablar hasta hace un par de días, pero sin embargo el tiempo pasa como de puntillas, en una conversación de lo que sin duda parecen viejos amigos. Los meteoritos se desintegran al contacto con la atmósfera, la oscuridad de la noche sin luna dibuja un fondo tupido de millones de puntos luminosos sobre los que se dibujan las colas de las estrellas fugaces. Si, es uno de "esos" momentos en los que el silencio, el cansancio, la paz, y una buena compañía se convierten en algo que queda en la memoria. Por la proa se distinguen ya con nitidez los destellos del Faro de Berbería, en Formentera. Una buena noticia hizo al día siguiente especial, al alcanzar Formentera una llamada de teléfono le avisó de que su esposa estaba en el Hospital, a punto de dar a luz. El 26 de Julio de 2008 aparecería en este mundo Adrián, un pequeño de algo más de tres kilos y un hambre canina. Ella, El, el iPhone y el Timonel navegarían entonces frente a las costas de Mallorca; serían algo más de las dos del mediodía. El tiempo pasó rápido. Tan rápido que apenas se dieron cuenta. Con el rabillo del ojo, vió por Estribor el destello de una boya Racon. Una boya no cartografiada. Enseguida Ella distinguió más destellos detrás. El odiaba las balizas no señalizadas, porque nunca sabes cómo es el peligro, el perímetro, en qué dirección hay que virar para evitarlo en plena noche... se sentía ciego y aprensivo. Pero afortunadamente las boyas desfilaron disciplinadamente por Estribor sin novedad. A medio camino entre Berbería y Punta Rotja las balizas se pierden en la oscuridad definitivamente. Son las cuatro de la mañana y están cerca del faro. El Timonel despierta para cumplir con su guardia. Una bruma costera envuelve el faro, y dibuja su silueta como un fantasma entre los haces de luz. El resguardo es de dos millas. Al doblarlo, la marejadilla suave que habían sentido del SE durante toda la noche desaparece. La bruma costera aparentemente despeja. Se aseguran de que el rumbo es correcto y directo antes de que El baje a dormir. Mañana será otro día, ya en territorio balear. Aunque ya es mañana. Nerón decía siempre eso de "mañana nunca llega" que es el refrán que se aplica a sí misma en España la administración pública. Pero mejor me voy a dormir, que estoy bastante perjudicado. Pero esto está mal escrito, porque no puedo llevar nosecuantos párrafos hablando de Ella y de El y al final acabar hablando de mí. Es mejor hablar de El, que es lo que hacía Julio César. Aunque fuese él mismo. >>> Continuará Rog
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Y a la voz de: " ¡¡ A por ellos, que son pocos y cobardes !!, se abalanzaron sobre el que suscribe..." Editado por Roger Rabbit en 22-08-2008 a las 12:55. |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Ahora sí, Alex... todo tuyo.
Rog
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Y a la voz de: " ¡¡ A por ellos, que son pocos y cobardes !!, se abalanzaron sobre el que suscribe..." |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
25 de Julio-segundo día de travesía
Cartagena-Formentera El paseo entre pantalanes hasta la chocolatería, transcurrió entretenido , observando el despertar de “las joyas” que reposaban hermosas en el muelle principal. La ciudad de Cartagena se despereza brillante en una mañana soleada y azul mientras ellos se sientan frente a un reparador desayuno . Ella observa al Timonel, que está feliz con los churritos, mientras El, atiende los mensajes de un móvil que había permanecido en silencio prácticamente todo el día anterior, toda la noche.El de ella empieza a emitir el familiar sonido de un sonar submarino, y los mensajes van saltando en la pantalla. Se pregunta frente a la enorme taza de café con leche y los churros humeantes, sonriendo ante los mensajes que llegan, que sería de Ella sin los suyos, sin esos guiños escritos que ponen su corazón en las manos de los suyos, de las personas a las que ama. Sólo han pasado 24 horas pero ahí están, preguntando si todo va bien, preguntando dónde está, si le gusta el pedazo de arácnido, si hace buena mar, si hay viento… Es ahí, en ese instante, cuando Ella le mira de reojo, y las pequeñas alitas blancas de Adrián, le rozan imperceptibles… Han hablado acerca de el inminente nacimiento de Adrián pero se prevee para el siguiente lunes y El llegará a tiempo porque el arácnido ya estará en su destino y los vuelos de vuelta están organizados. Observa su ceño, fruncido en una especie de concentración mientras está leyendo los mensajes y le pregunta: -¿Va todo bien? . El sonríe y contesta que si, que de momento todo sigue igual pero que Adrián está dando ya algún que otro aviso… Ella le tranquiliza con un “seguro que llegas a tiempo” pero sin creer lo que está afirmando. De nuevo el roce de las alitas de Adrián…ese roce estará ahí todo el día y Ella sabe por qué…En su “cielo”, Ella tiene una diminuta estrella…. Aparta el pensamiento y de camino de vuelta al arácnido comentan lo que será el día, hacen fotos de las bellezas marineras que adornan el Club de Regatas y El les dice que , de nuevo, lo harán de tirón, que espera lleguen a la costa de Formentera sobre las 3 de la mañana. La mañana es clara y cristalina y zarpan de nuevo a las 11. En lo que parece un instante Islas Hormigas aparecen por la amura de babor y Ella sabe que será la última tierra que vean en todo el día. La Manga se adivina, caprichosa y envuelta en una bruma matinal y Ella recuerda , desgajado el pensamiento por el tiempo, la primera vez que cruzó el puente del Tomás Maestre , la primera vez que vió Islas Hormigas desde otro barco, desde otro plano, desde otro momento de vida… Lanza el curri de nuevo sabiendo que la ironía del Timonel está garantizada y que los churros que éste ha devorado, no solo no le han quitado ni un gramo de ganas de broma, sino todo lo contrario. Tumbado en la bañera, el Timonel lanza de nuevo el desafío a carcajada limpia: -Así que…-¿vas a pescar? - ¡¡venga ya!!- ¡¡Las hay cabezotas!! , -Ná…hoy comemos marmitako . Ella le mira y piensa que ese tipo le cae bien. Una aparente y tecnológica fachada, pero un corazón de oro, una mente rápida, un hilarante sentido del humor, y en el fondo, un artista de la vida… Deja el curri bien sujeto y pone una botella de agua vacía entre la línea y el candelero dónde está sujeto. -¿para qué es eso?- pregunta el Timonel. –Por si pican y no tengo a la vista la línea, -le responde ella. -Si pican , veré y escucharé cómo la botella se arruga. -Jajajajajajajajajaja -contesta el Timonel…y observa atónito la botella para reaccionar rápídamente : -La lecheeeeeeee…jajajajajajajajaja llevamos tecnología punta de avisooooo jajajajajajajajaja. Ella se coloca a su lado y sonriendo beatífica le dice:-A ver… Oscar, tesoro, hablando de tecnología, qué tal si me enseñas a manejar mi cámara que la he comprado hace nada y sólo sé disparar en automático y ya sabes…como soy chica, no me leo las instrucciones, que me aburren… El Timonel la mira perplejo … y ella sostiene la mirada . Sabe que lo que más le ha gustado de toda la frase es lo de “soy chica” dicho , eso sí, con una sonrisita capciosa y el Timonel definitivamente, "tira la toalla", olvida el curri, la botella de plástico y le contesta condescendiente: -Siesque….siesqueeeee…andaaaa, traee la cámaraaaaa…siesqueeee..no se puede con vosotras….siesqueeeee sois toditas igual Y es entonces cuando El, en un acto solidario y sin hacer comentarios, reduce la velocidad del arácnido. Ella le mira y el Timonel, aparentemente distraído con el tema de la cámara de fotos, pero obviamente solo eso, aparentemente, pregunta: -¿Qué pasa? -Nada, -contesta El, que le vamos a dar una oportunidad al curri de Alex, y sonríe con un guiño.-¡¡¡No jodas!!!!. –contesta el Timonel, pero en su sonrisa se adivina de nuevo la chanza, la diversión. Y con una paciencia no vista hasta ese momento, el Timonel, un artista de la cámara, un apasionado de la fotografía, empieza a desgranar las primeras instrucciones . Sujeta la cámara con una delicadeza infinita, como si fuera una joya, y Ella piensa que es cierto, que todo el que tiene una pasión, es un ser mágico… El día va transcurriendo , la noche llega sin demasiadas novedades , las alitas de Adrián siguen estando ahí, casi imperceptibles y a las 3 de la mañana, en mitad de la noche, aparece el Cabo de Barbería a su babor. Están cerca de tierra y hay cobertura. Llega un mensaje y El, serio pero tranquilo comenta:-Parece que hay rotura de aguas, y disfraza su gesto con media sonrisa esbozada en mitad de la noche. –Uff, -piensa ella, nos quedan como mucho 24 horas y como poco..nada… Desde ese instante, sin que ninguno de los tres lo manifieste abiertamente, llevan dos más a bordo: Adrián y su madre…Ella piensa alternativas, sabiendo que no las hay porque el patrón es El y hay que llegar a Puerto Soller. Quedan muchas millas aún y no va a dejar al" bicho" más que es su destino luego pocas alternativas quedan excepto las que los tres barajan en silencio: Adrián nacerá y le recibirán con todos los honores en el arácnido blanco; su padre, el Timonel y ella, tres personas que casi no se conocían hace unos días y que ahora no sólo comparten navegación, comparten una inquietud disfrazada a duras penas de serenidad. El declina la invitación que le hacen el Timonel y Ella para que descanse un rato y decide no moverse hasta que dejen de ver la costa de Formentera. Ella piensa que esa responsabilidad es muy de agradecer pero no puede dejar de plantearse que la razón es otra, añadida a la primera: Adrián y su inminencia. Rendido por el sueño, cuando aparece el sol, El finalmente se dirige a su camarote, para dormir sólo dos horas, las que les separan aún de la cobertura del móvil. Por la mañana, frente a la costa de Mallorca, Ella se da cuenta.Con las noticias de la madrugada acerca de Adrián había olvidado el curri por completo. Cuando va a comprobarlo, ha desaparecido el pulpo gigante, la botella de plástico ha debido saltar y sólo queda una parte del hilo de 80 libras que tan optimista había preparado.-Un bicho grande ha debido ser, -piensa y le enseña el aparejo al Timonel, qué sonríe sintiéndose vencedor del reto por unos instantes, hasta que Ella, sonriendo a su vez , afirma: -No cantes victoria, tesoro, que llevo otro aparejo completo, por si acaso. Continuará... Editado por Freeblue en 22-08-2008 a las 20:53. |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
desde el principio de este hilo, es mas, desde antes del principio de este hilo llevo preguntandome como fue que Ella, El y el Timonel se pusieran en contacto para tal travesia
estoy leyendo este post como quien saborea un copazo de Royal Salute tabernera, reparte unos cafes vieneses con pistolero chivas a la vera |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Cita:
Ella le conoció a El en su paso por el puerto dónde ella tiene su barco, dado que El hacía un traslado.Le "conocía" virtualmente de leerle en este Foro. Al Timonel no le conocía en absoluto, si bien El y el Timonel se conocen desde hace muchos años. Unos meses después El le contó en un mensaje que iba a hacer un traslado y que si le interesaba participar como tripulación. Ella contestó que sí, al instante(Ella es de decisiones rápidas) y ¡that's all folks!, como diría Rabbit Muchas gracias, BarryGon. Alex |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
cuando sea mas joven quiero ser como tu
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#43
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
creo que la forma correcta hubiera sido "si yo fuera mas joven querria ser como tu"
por si no se me entendio, o se me malentendio, que ultimamente no estoy demasiado brillante |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Cita:
Alex(llego tarde a casa casi siempre) |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
El Timonel desde luego ha quedado guapo eh ???, que más que a Groucho se parece a Julius !!
Preciosas las fotos, se nota que si, que hay pasión al hacerlas Y el relato genial, por parte de El y de Ella . Estoy deseando saber como sigue, aunque me temo que en el proximo capítulo Ella va a sacar su aparejo nuevo y esta vez no se le escapa la presa. Pues menuda es ELLA
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Un país, una civilización, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales. ( Mahatma Gandhi ) De la cofradía de los maceteros de la costa
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#46
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Cita:
Besos, mi niña, que tú tampoco eres precisamente "flojilla", por eso, fijo que la comprendes... Alex |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Sabes muy bien como pienso, eso tambien te delata Digamos que antes de matar a un bicho me como las raices de un arbol, un arbol caido claro Pero eso no significa que no te entienda, lo cual me desmonta porque no necesito excusas tuyas
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Un país, una civilización, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales. ( Mahatma Gandhi ) De la cofradía de los maceteros de la costa
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#48
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
Cita:
Le tiene que hacer una gracia al árbol que ni te cuento... Aynnnsss.... estas chicasss Rog
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Y a la voz de: " ¡¡ A por ellos, que son pocos y cobardes !!, se abalanzaron sobre el que suscribe..." |
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
26 Julio. 6:30am Hora Oficial (el Zulú andaba aún dormido)
Un rostro incompatible con la profundidad de su sueños aparece en su adormilada retina. De nuevo la sinuosidad de las formas de Salma Hayek se diluye, con esa banda sonora que se va ralentizando y tornándose más grave a medida que el vinilo pierde velocidad y se queda parado en el giradiscos. Tarda un poco en asumir que el mensaje recibido es que son ya casi las siete de la mañana. La claridad que penetra aún de forma tímida en el camarote lo confirma. No siente movimiento alguno, sólo un leve cabeceo que podría confundirse con estar fondeados en aguas calmadas. Se viste, hace sus abluciones en el cuarto de baño y el agua le despeja. El sonido del motor es redondo y no tiene ninguna estridencia, no molesta. Comprueba GPS y rádar. No hay nadie alrededor y están atravesando del canal de Mallorca. En la bañera contempla una mañana encapotada por la bruma, pero intuye que despejará. El viento está encalmado y el mar es una piscina. Compara estas aguas con las atlánticas del Oeste de la península. Incluso en un día así tendrían casi un metro de mar de leva. Agradece en este momento poder caminar sin tener que aferrarse a ningún saliente. En 7 u 8 horas estarán frente a la Bahía de Palma, navegarán al través de Puerto Andratx y pasarán la Dragonera hacia el Nordeste. Se hace un Post-It mental: "Estudiar el paso de la Dragonera con el Imray". SObre la mesa del salón descansa el pilot book junto con otros derroteros. Se apagan las luces de navegación. El motor trabaja con vida propia y no parece dispuesto a tomarse un descanso. Lleva ya casi veinte horas ininterrumpidas funcionando. El tiene dudas sobre el nivel de combustible y la autonomía. Teóricamente debería haber combustible de sobra, pero ignora si el indicador marca el nivel real o es más rápido bajando al final que al principio. Ha estado casi toda la noche indicando Full y teme que en unas pocas millas emprenda una alocada carrera hacia en Empty. Una de las cosas que menos comprende de un patrón es que no sepa calcular su autonomía a motor. Especialmente si, como es el caso en estos momentos, El es el patrón de un barco a motor ante la inutilidad del aparejo. Lamentaría lo indecible hacer su entrée en Mallorca remolcado por Sasemar. Vaya patrón chapucero. Calculó treinta y dos horas de autonomía. Tiene que haber suficiente. El barco debe entregarse en Pollença, pero probablemente la autonomía no permita doblar Cabo Formentor y la encalmada va en serio. Habrá que repostar antes en algún punto de la costa Oeste de Mallorca. El Timonel le da los buenos días y baja a su camarote, probablemente a saborear en sueños los churros con chocolate que esta mañana no hemos podido disfrutar. Y a acumular algo de sueño. El sueño es una disciplina más del marino. Ella descansa en su camarote, supone El. Saca de la nevera un pequeño brik de zumo de frutas y se sienta en el puesto de gobierno, observando como poco a poco, la bruma se dispersa y define con precisión la línea del horizonte. Todo el que decida navegar de noche debe aprender a administrar sus horas de sueño. No es un tema menor. Las tripulaciones tienden la primera noche a permanecer todos despiertos, ante la ausencia de cansancio acumulado y los nervios de la primera vez. Al día siguiente, todo el mundo compite por encontrar un camastro donde pegar una cabezada. La segunda noche suele ser por ello peligrosa. Todos los que están de guardia han dormido insuficientemente y proliferan las cabezadas. Ella emerge de su descanso un poco después. El no sabe si han transcurrido dos o tres horas, ensimismado en su libro y en contemplar el vacío alrededor. Un vacío casi absoluto. No hay barcos, no hay viento, no hay olas. Ni siquiera ha apuntado sus impresiones, no sabe siquiera si hay impresiones. Casi un vacío. Ella prepara la cafetera. Funciona con una toma de doscientos veinte pero el barco cuenta con un convertidor para estos casos. A los pocos minutos, el café sube en su ebullición, llenando el salón y la bañera de ese aroma inconfundible de muchas mañanas en muchos lugares. El siente no haber tenido la dlicadeza de acordarse de ponerla, tenía tiempo de sobra. Esos pequeños detalles a bordo son siempre un sumatorio de pequeños momentos de bienestar que hacen todo más agradable. Hasta tomar café no soy persona, reza el castizo dicho. Digamos que uno es persona, pero con hábitos sociales algo menos refinados hasta rellenar la reserva de cafeína.El aroma del café le trae a El sensaciones de hogar y de familiaridad. Con un pitillo encendido, disfrutan de la calma y el frescor de la mañana. El sol aún no aprieta. Ella vuelve la mirada a la aleta de babor y al hilo de un comentario recuerda el curricán lanzado ayer al anochecer. Lo recoge para comprobar que faltan anzuelos y cebo. Mala suerte, un gran bicho se lo debió de llevar. Ni un leve asomo de desánimo. Un leve gesto de contrariedad, una mirada incrédula al sedal ya inofensivo, y un comentario entre dientes. Habrá otra oportunidad. Aún quedan millas. El Timonel asciende finalmente y se incorpora al día. El sol calienta sobre la protección del toldo de la bañera y el cielo está cada vez más despejado. Leer, fumar, beber un refresco, comentar. Se avistan los primeros barcos, señal de que tierra estará cerca. Sospecho que si no fuese por la bruma, podríamos ver el perfil con claridad en el horizonte. Los barcos no son barcos cualquiera, señal inequívoca de que, además de ser tierra, es Mallorca. El Timonel no pierde el tiempo, consigue unas cuantas instantáneas del velero que, a motor, nos adelanta por babor. Son tan buenas que a la distancia que nos encontramos se distingue perfecftamente el reflejo de las olas de proa y popa generadas por la marcha en desplazamiento del barco, sobre el cristal inmaculado y oscuro del casco. Las fotografías de El son de otra calidad bien diferente, respaldada por un presupuesto diferente para el apartado de fotografía. La costa de Mallorca se dibuja ya en el horizonte, el combustible parece aguantar sin sorpresas. El sonar del submarino comienza a oirse de nuevo y poco después el iPhone vuelve a la vida. El sigue sin comunicación. Piensa en cómo irán las cosas en casa y vuelve a comprobar el nivel de combustible. Prefiere pensar que Adrián esperará su regreso, pero es sólo un consuelo, sabe que vendrá al mundo hoy o mañana. Se sienta en la mesa del salón para leer el Imray, ya no quedan muchas millas para doblar la Dragonera. Observa el perfil de la costa y los posibles efectos del viento. Incluso con encalmadas o débiles brisas, un canal así de angosto puede acabar con tu peinado en un abrir y cerrar de ojos. EL derrotero describe con detalle los dos pasos a ambos lados de Isla Mitjana por el canal interior que separa a la Dragonera de la costa de Mallorca. El canal más grande, según el Pilot, tiene peligros no balizados para la navegación; rocas y lajas. Como no lo conoce, decide el canal Este, dejando isla Mitjana por babor. Es el canal más estrecho, pero el calado franco está asegurado. El concierto de barcos, de todo tipo y eslora, navegando de cala en cala es llamativo. Pero el paisaje puede con todos ellos. Los borra de la imágen con una eficacia abrumadora. La abrupta costa de Mallorca impresiona y atrapa, y todo lo demás pasa a ser un ruido en la retina, un ruido que el dolby particular de la isla consigue atenuar hasta su casi desaparición. La llamada se ha producido, Adrián ha venido al mundo y está bien, la madre también. El quisiera estar con ellos en esos momentos pero queda poco para verles, mañana por la noche estará en casa. El mar es una sábana de cristal. Incluso han de arriar la mayor porque no porta nada, ni siquiera gracias al aparente que la velocidad los motores genera. El combustible aguanta; pero hay que deternerse en Sóller. Ella saca de su cofre de artilugios algo mortífero y definitivo, la metralleta. El, que no sabe de pesca, escucha atento sus explicaciones. La tabla donde se fijan los anzuelos se sumerge sin presa, pero al morder ésta uno de ellos, la tabla, por sus formas de agua, emerge, cansando al pez que intenta infructuosamente sumergirse. Es algo ingenioso y El siente una gran curiosidad por verlo en acción. Quedan pocas millas. Pero quedan. La tabla se sumerge levemente al contacto con la superficie del agua. Y los metros de sedal la separan del flujo de la hélice para evitar ahuyentar al pescado. Sin haberse aún levantado del sitio comienza a gritar ¡ ha picado, ya ha picado !. Debe ser algo fuerte, porque la tabla no termina de emerger. Por un momento Ella piensa que la presa se ha soltado, pero El observa que ni en lo que prometía ser un ultimo (o penúltimo) intento, supone el más mínimo desánimo. Sigue tirando del sedal, que ofrece resistencia, aunque Ella no sabe bien si es por una presa, la velocidad del barco o la misma tabla. Finalmente emerge del agua tirado por el sedal un listado de (grosso modo) dos kilos. Con las manos enfundadas en los guantes de faena del Timonel agarra con firmeza a la presa por las agallas y la eleva triunfante posando para la fotografía. - Ha sido Adrián - dice feliz - se lo voy a dedicar al pequeñín. Y su sonrisa apenas cabía en los 6,5 metros de eslora del catamarán. El Timonel también sonríe. Ha perdido la porfía pero El está seguro de que en lo más íntimo el Timonel se alegra. Esa sonrisa bien vale una cena, cincuenta Euros, o las murallas ardientes de Troya a los pies de Aquiles. La entrada a la cala es espectacular, franqueada por dos altos acantilados donde la roca, el pino mediterráneo y el azul del agua se funden en una sinfonía de color. Las grandes luces de babor-estribor franquean la bocana. Es la hora de regresar y una miríada de embarcaciones enfilan la entrada. Por la radio, el puerto de Sóller les indica que está lleno, pero existe una nueva marina privada que cuenta con atraques. El marinero espera en el alto pantalán de cemento. Un tipo amable y atento que se preocupa por atenderles. Atracan en el lugar asignado, de popa, con muerto, como sucede en la mayoría de los puertos mediterráneos. Al lado una enorme lancha de cincuenta y tantos pies, propiedad de un armador británico, descansa de un día de sol al estilo del lugar. La cala es una auténtica maravilla y Sóller un lugar para disfrutar durante más tiempo. Tiempo que no tienen. El motor de estribor no se apaga al atracar, algo va mal. Parece un problema eléctrico. Un tripulante del Wally vecino intenta echar una mano. Finalmente el estrangulador de emergencia del motor resuelve el apagado, pero hay un problema que resolver y mañana es Domingo. El personal del puerto se presta a localizar un mecánico y están en sus manos. Mientras las cosas funcionan o no, se disponen a disfrutar de la encantadora tarde que se les ha regalado. Sóller les abraza con su hospitalidad y su delicado encanto. Esa noche descansarán de verdad, los tres, cada uno en su camarote, con sus sueños intactos e ininterrumpidos por la guardia. El pensará en su nuevo hijo y en su esposa, Ella en el viejo y orgulloso guerrero, en su triunfo y también en el pequeño, el Timonel... quién sabe. Con toda seguridad eche de menos un beso de buenas noches de su hija. Rog PD: El cuerpo del "delito" >>> SIGUE
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Y a la voz de: " ¡¡ A por ellos, que son pocos y cobardes !!, se abalanzaron sobre el que suscribe..." |
#50
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Re: Ella, El, y el iphone del Timonel
3er día de travesía- 26 de Julio Frente a Mallorca
La costa mallorquina les ha recibido majestuosa y el día promete ser soleado y luminoso cuando el tráfico de barcos empieza. Mallorca se despierta , como un gigante verde emergiendo del agua tras la soledad oscura de la noche anterior, donde Ella ya no buscaba pateras en el radar pero se planteaba una y otra vez la inmensidad de la superficie líquida bajo otro mar celeste de estrellas. En el café, pregunta si ha habido novedades respecto a Adrián, aunque sabe que no ha sido posible dado que no han tenido cobertura y siguen sin ella. La previsiones del patrón se han cumplido fielmente, una vez más y Ella se plantea que el patrón no falla, que es un excelente patrón. Lo afirma así, a bocajarro y El sonríe mirándola fijamente pero ambos saben que no es un halago. El no los necesita y Ella no haría semejante afirmación si no estuviese absolutamente convencida. El comenta su preocupación acerca del combustible y decide que cargarán tanques en Soller, antes de iniciar la última atacada hasta Pollensa, pero ella sabe que las alitas de Adrián baten el aire poderosas… Lo cierto es que no sabe cómo contribuir para aliviar la preocupación, preocupación que El no muestra abiertamente pero que Ella percibe en las palabras que El no dice, en el gesto, en la mirada continua a la mesa dónde reposa el teléfono móvil. Le deja a solas con su libretita negra, esa que le ha acompañado durante todo el viaje y se coloca en la proa, en la malla del enorme arácnido pero a través del inmenso cristal de la cabina salón le observa de vez en cuando, escribiendo en la libreta y esas horas que van transcurriendo, sin viento, en un entorno bellísimo, se le antojan van a ser largas porque mientra El calcula el combustible, Ella anda calculando la llegada de Adrián, que es ya, irreversible. -¿Curri a 7,5 nudos? En fin…-se plantea, coge el segundo aparejo y mientras lo lanza ha tirado ya casi la toalla de la apuesta con el Timonel, pero cada uno se concentra en lo suyo, El con su libreta, Ella con el curri y el Timonel con su cámara , aunque ahí sigue en la mente de todos , Adrián y su madre… ¡Y al fin suena el teléfono!, Adrián ha nacido a las 2 de la tarde. Un bebé gordito y precioso. Todo ha ido perfectamente y El Timonel y Ella, le miran sin saber exactamente que decirle a un hombre que ha tenido cuatro hijos, que ha estado en el nacimiento de tres de ellos, y que ha vivido el cuatro a bordo de un arácnido blanco frente a las costas de una preciosa isla, con dos tripulantes que no saben exactamente que decir. Felicitaciones, abrazos y legan las primeras fotos del gordito, que es, efectivamente un hermosísimo ser… Ella se emociona con las fotos pero sabe que no debe dejarse llevar por la ternura en una situación como esa y se va rápidamente a la proa con una excusa. Allí, se le saltan las lágrimas , de emoción, pero desaparecen invisibles con el viento. Aspira el aire de la mañana y piensa:- Venga yaaaaaa, ¿serás bobaaaaa? ¿Pues no vas y te pones a llorar ahora? , ¡¡ a la popa y a pescar algo en honor de Adrián!! ¡Y a hacer una tortilla de patata y déjate de lágrimas que todo ha ido perfectamente ¡! -Ahora fijo que pesco,- le dice sonriente al Timonel,- porque voy a pescar uno para Adrián, -¡que lo sepassssssssss!. Y el Timonel sonríe una vez más con ese gesto de niño travieso para volver a lanzar el desafío. Han ido un rato a vela, sin conseguir prácticamente rendimiento y ella iba a la rueda , pero al final El ha optado por quitar velas y siguen a motor mientras la costa se extiende y las embarcaciones de todo tipo se suceden. De repente, la tabla profundímetro emerge y la ve brillar en superficie. -¡¡Han picado!! -Uhmmm..¿han picado?-Se pregunta , -qué raro, será un plástico…a esta velocidad y con ese aparejo no cuadra, pero empieza a recoger la línea y la tabla se sumerge de nuevo con mucha presión. Amontona el hilo que va recogiendo en el suelo sin pensar en el posible enredo y ve los guantes del Timonel , de faena , en la mesa de la bañera…¡¡Correeee, -le grita al Patrón, -¡¡pásame los guantes!!. El sedal se le está clavando en los dedos y no avanza. Los guantes están del revés y no acierta a ponérselos…-lo que sea, voy a perderlo, -afirma, si dejo de recoger. De cada metro de hilo que llega, pierde un tercio, porque “lo que sea”, tira y ni los guantes ni la fuerza consiguen recuperarlo todo. Y de pronto,lo ve, plateando en el agua…, entre dos aguas. El bicho se acerca a la embarcación y Ella sabe que ese es el momento en el que intentará zafarse. Pegará el tirón y el tema volverá a empezar, luego sujeta firme el hilo pero tampoco tiene el salabre para sacarlo. Será o todo o nada. El bicho salta y Ella aprovecha el impulso para en un tirón final, izarlo y lo consigue. Lo sujeta como puede y lo levanta para llamar al Timonel a gritos: -¡¡¡Lo tengo!!! ¡¡Tengo el regalo para Adrián!! El Timonel sale del salón y se ríe :- ¡¡ha pescado!!!! Co**….. ¡¡Pero si ha pescado!!! El observa la escena , feliz porque sabe que tanto Ella como el Timonel están disfrutando y la cara del Timonel cuando ella afirma:- Ha sido gracias a tus guantes, es todo un poema. La tortilla de patatas sale buena y eso la reconcilia con el Timonel, que se resiente de la pérdida de su apuesta y la tarde transcurre plácida hasta la llegada a Puerto Soller. Puerto Soller les recibe , precioso, llenito de barcos de todo tipo en la nueva Marina. Cuando les señalan el atraque, un Wally, majestuoso, es su vecino. La tripulación de Wally, cuatro tipos atléticos , casi tan de diseño con el barco, les observan mientras sacan brillo centímetro a centímetro en la bañera gris azulada barco. Un cordón gris acero de seguridad, para evitar acercamientos demasiado entusiastas, se extiende en el pantalán a la popa del bicho , donde reposan también una alfombra(a juego) y dos cestos para colocar los zapatos, a juego . Les toca la esquina del muelle y una vez atracados, el motor de estribor se niega a apagarse. Al final, tras varios intentos no encuentran el estrangulador de emergencia y uno de los tipos de diseño del Wally viene en su ayuda, sin demasiada fortuna hasta que alguien señala un minúsculo boton de silicona naranja y el motor se apaga. El Timonel y El desmontan con paciencia varios circuitos porque saben que se trata de una avería eléctrica pero no dan con ello, luego habrá que esperar al día siguiente y la avería se convierte en una excelente excusa para poder visitar Puerto Soller. Hay que salir del arácnido y el muelle está muy alto.- No hay problema, les dice el amable marinero y les lleva una enorme escalera de pintor, de esas extensibles, que apoyan en el muelle y en el extremo del patín de estribor. Ella observa las refulgentes pasarelas del Wally y del bicharraco a motor que tienen a su lado y se ríe a carcajadas.Se dirige al Timonel con un guiño y le dice : -Ná…esto es glamour y lo demás, tonterías. Y la escalera de pintor extensible se queda ahí ese día y al siguiente, en un continuo subir y bajar, hasta que en uno de esos movimientos de mar, apoyada en el patín del arácnido, se cae al agua, sumergiéndose rápidamente. Llega el marinero, sonríe y dice:-nada, sin problemas, ya la sacaremos y aparece con otra a la anterior . La magia del paseo por el pueblo hace efecto y empiezan a planear la cena, la primera en tierra, el día siguiente , la vuelta a casa tras dejar el arácnido en su destino mientras saborean una horchata helada y hacen fotos del precioso puertito, Cae la tarde y con ella toda la expectación del día anterior. Adrián es ya toda una presencia, una ilusión hecha realidad y su padre , El, está feliz. El día siguiente será el último...Llegarán a Pollensa si todo va bien y acabará la travesía. La noche les recibe estrellada en Puerto Soller. En la vida de El hay una personita más, en el corazón de Ella y del Timonel, está segura, permanecerá para siempre la imagen del gordito, despertando a la vida, en una pequeña pantalla de un móvil. Continuará PD: Queda el último día, pero yo sigo al patrón, aunque, o lo termina mañana o no podré, porque pasado me voy lejos, mú lejos |
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