Otro relato de travesía. Campoamor - Cabo de Gata

[Nonick]

Continúo con el relato que empecé en la otra Taberna.
Si queréis podéis ver el principio aquí:
Otro relato de travesía. Campoamor-Cabo de Gata

[Nonick]

Sexto día.
Y no sexta singladura, puesto que no se levantó el fondeo hasta la siguiente jornada.
Amaneció nublado, serían las cabañuelas de agosto. Con dos medias frases quedó claro que no sería ese el día de buscar una cala donde holgazanear y bañarnos y comprobar el nuevo régimen de vida.
El pasaje hizo su equipaje con una celeridad y eficacia que, se me antoja, debe ser la del preso cuando le abren la puerta y le dicen “Vete, eres libre”. No obstante, tuvo Spark tiempo suficiente para con la claridad del día hacer una evaluación de daños y comprobamos con sorpresa que faltaba la cubierta de la luz de posición de estribor. No estaba roto el soporte, no faltaba la bombilla, y aunque no cabía otra explicación que lo ocurrido la noche anterior no alcanzamos todavía a entender como pudo suceder.
Convencimos al pasaje de que no era imprescindible pasear por Águilas con el equipaje a cuestas, y fuera por el peso de este, porque se sabían suficientes para manejar el chinchorro o por la palabra dada de que sería puesto en tierra a su solicitud accedieron a dejarlo a bordo mientras buscásemos el medio de transporte más adecuado que les llevara a Murcia y conociéramos por que horarios, al menos en teoría, se regulaba.
Así, cual cuatro veraneantes cualesquiera puesto eso es lo que éramos, paseamos por el pueblo en busca de la estación de tren o de autobús, una náutica y una ferretería.
Sabíamos por el reconocimiento hecho del terreno con anterioridad, que había una náutica cerca del puerto y empezamos, esta calle no es, será la siguiente, allí está el supermercado, a buscarla.
Para mi alegría pude comprobar que ciertos repuestos de los barcos cumplen unos cánones en algunas de sus medidas, de tal suerte que no fue problema encontrar una luz de estribor en la que los orificios preparados para afirmarla pasando por ellos los tornillos adecuados coincidieran en distancia y diámetro con los preparados en el balcón del proa para recibir aquellos.
La única pega, por poner alguna, es que de los dos colores posibles para el soporte (blanco y negro) el instalado era negro y el que se iba a instalar, blanco. Y como ya he dicho que era la luz de posición de estribor, y que va firme en el balcón de proa resulta que está próxima a la de babor, y ahora el Hijo del Viento parece que guiña al que le mira por la proa.
Como dijo El Sahila cuando le conté lo sucedido y la solución, no es más que un barco usado y bien cuidado.
Empezábamos a buscar la estación de tren cuando sonó el teléfono y el que habría de ser nuestro Ángel de la Guarda en el resto del viaje nos pregunta que dónde andábamos, y nos propone acercarse con su hijo, su marido, El Sahila, y el hijo de este a comer con nosotros. Que contando con los cuatro que somos no sumamos nueve sino siete comensales. Le informamos del plan y la situación e inmediatamente nos comunica que el medio de transporte para el pasaje está dispuesto con su partida. Nos comprometemos a que la mesa esté preparada a su llegada en el lugar que mejor nos parezca y colgamos.
Se muestra reticente el pasaje a que su evacuación se disponga en un medio que nos les ofrezca la certeza en su salida que les presta el saberse parte de un contrato de transporte, pero se conforman con conocer el horario de trenes, del cual fueron informados en la estación.
Y con más de la mitad de los objetivos alcanzados preguntando llegamos, no a Roma, sino a la ferretería donde compramos dos pares de guantes de trabajo, que la cadena del ancla al descender se come no menos de esta cantidad por temporada.
Y en ella vimos a buen precio un artilugio que ya conocíamos y cuya compra habíamos considerado: una hornilla de un solo fuego que al llevar incorporada la botella que la alimenta, y poder manejarse con facilidad, y guardarse tras su uso en su propio maletín, y desconectar el gas para su estiba es adecuado y de gran utilidad a bordo.
En las idas y venidas vimos un cibercafé y aprovechamos para consultar las previsiones meteorológicas que desde que iniciamos la travesía vivíamos del parte diario oído por la radio. Tuve que contenerme para dedicar un tiempo a la Taberna, pero no era el momento.
Cumplidas nuestras obligaciones el pasaje propuso recoger el equipaje, puesto que el tren salía en la hora de la sobremesa y, al menos con esa idea me quedé, con la excusa de no querer molestar querían garantizarse la independencia y la libertad de movimientos.
Y el chinchorro nos llevó al barco, y del barco al puerto pesquero en dos viajes uno con el pasajero y el equipaje, otro con el resto del pasaje y la tripulante. Y en el puerto pesquero desembarcamos puesto que apalabramos mesa en el mismo restaurante en el que cenamos el día anterior, que más vale bueno conocido que no se sabe por conocer, máxime cuando no se tienen otras referencias de los lugares que su aspecto exterior y su nombre.
Amarrada la auxiliar ocupamos la mesa y apenas una cerveza después recibimos la llamada que nos anunció el advenimiento del Ángel de la Guardia, El Sahila y el hijo común. Dio la casualidad que dieron en aparcar delante del edificio que protegía al restaurante del viento del mar y pocos minutos todos bebíamos, comíamos y reíamos en torno a la misma mesa.
Acabada la comida eché mano como es habitual al tabaco y comprobé con cierto disgusto que no tenía la purera conmigo. Pregunto en el restaurante y no tienen ni una caja de Farias que calme la adicción y deleite el gusto. No tenían tampoco en un bar próximo y sin más vueltas acudí a la fuente segura: el pañol donde tras el aprovisionamiento adecuado guardaba reservas para toda la travesía. Lo que demuestra que lo malo no es dejarse el tabaco, sino no saber dónde.
Con esa morosidad que da la holganza, el estómago lleno, el cigarro humeante en la mano y una plácida, nublada tarde de agosto dimos una vuelta por el puerto pesquero de Águilas, que de todos los puertos del mundo era el que teníamos más próximo.
Nos paramos delante de un velero, simplemente porque es el mismo modelo que el Sahila y, como no podía ser menos, iniciamos conversación con su dotación: una pareja de jubilados franceses que venían navegando desde Bretaña. Hizo de intérprete el pasajero, primero en inglés y, al ver la bandera del barco, en francés.
Criticamos a Garreator y dio el foráneo su opinión sobre el fondeo necesario con el viento de la noche anterior: no menos de treinta metros de cadena.
Y llegó el momento de la despedida. Se fueron los pasajeros y amigos con los amigos, nos quedamos en mutua compañía Spark y yo.

[windi]

¿De dónde saca el tiempo este chico?

Gracias, de verdad, por volver a deleitarnos

[chemamoreno]

¡Bien, bien, así me gusta ,currando! Aunque sea poquito a poco ¿eh?

Estoy casi por intuir el final. ¿A qué al final el narrador-patrón y Spark se lian, eh?

[Nonick]

¡Aprobé!

Tabernero, para todos hasta agotar los barriles.

[chemamoreno]

Originalmente publicado por Nonick

¡Aprobé!

Tabernero, para todos hasta agotar los barriles.

¡¡¡Enhorabuena!!! ¡¡¡FELICIDADES!!! ¡¡¡SENSACIONAL!!!¡¡¡MAGNÍFICO!!!

Pero... ¿Qué es lo que has aprobado?

[windi]

Originalmente publicado por Nonick

¡Aprobé!

Tabernero, para todos hasta agotar los barriles.

Este tipo de economía me suena. Como diría una canción de tus tiempos, "the more you give the more you get".

¡¡¡ENHORABUENA!!!


No esperábamos menos de ti. O, si no, ¿para qué te llevamos a un colegio de pago?


Que corra el ron de las barricas más selectas.

[obenquillo]

Saludos a todos y en especial al exultante Nonick, mi más sincera enhorabuena. De nuestra parte, que corran unas rondas de buen ron jamaicano o dominicano, .

Yo tampoco se que se aprobó, pero al fin y al cabo, lo importante es aprobarlo (que no aproarlo), sea lo que sea.

[Nonick]

Queridos cofrades, señoras, señores, amigos todos: sere breve.
Conviene situar los hechos convenientemente para lo cual no está de más hacer una breve reseña de lo sucedido con anterioridad.

No está claro cual fue el origen de todo, pero la teoría comunmente aceptada plantea que de una extrema condensación de energia y masa (si es que esta separación se puede formular en tal situación físicica) se produjo una expansión (el llamado Big Bang) tras la cual empezó a formarse el Universo tal y como lo conocemos actualmente. Antes de proseguir con la explicación científica no está de más recordar como las distintas religiones y mitologías has explicado el mismo fenómeno, que en el cristianimo se resumen en una frase rotunda:
Al principio Dios creó el cielo y la tierra (Génesis 1.1)
Volviendo a las teorias científicas, en el primer nanosegundo de formación del universo...
































Y así llegamos a septiembre de 2007, fecha en la que me presenté al examen de acceso al Registro Oficial de Auditores de Cuentas de España motivo por el cual interrumpí mi relato según consta en el hilo correspondiente que se cita más arriba.

De modo que aprobé el examen de acceso al ROAC.

¡Soy auditor de cuentas!

Eso es lo que he aprobado.

Más barriles para todos.

[GORDON MCFERGUSO]

Y además te ha dado tiempo a enviar nada menos que 635 mensajesal foro , que el dios de los auditore (MERCURIO) te acompañe

[windi]

¡Cuánto echo de menos a Garreator(y al Hijo del Viento, y a Nonick, y a Spark).

[peleon]

Po zí

[manolo g.]

Estimados tabernarios Windi y Peleón:

Hombres blancos hablaron con sabias palabras

darles abrazos y besos castos, si los veis por esos mares (chicos) por donde andais

manolo g.

..........recien llegao de la mar