una ronda para todos, brindemos por mi marengo al que le quedan todavía muchas horas de trabajo para echarlo al agua. No sé cómo navegará, si será práctico, pero es precioso, y como bien dice Polen merece la pena sólo por el placer de construirlo y aprender el oficio.
Lo estoy haciendo en los mismos astilleros Nereo, con el asesoramiento de Alfonso y todos los que le ayudan a mantener en pie este reducto de tradición marinera. De momento sólo tengo planteada la quilla, espero empezar a subir fotos en breve para compartir la experiencia con todos los taberneros y animaros a echarle valor a estas locuras.