Cita:
Originalmente publicado por Atnem
Me sorprende que en ese hilo sobre tediosas comparaciones (casi diría obligado hilo a la que se acerca Semana Santa), todo el mundo se enteste en discutir sobre la calidad de los barcos participantes, el de la comida o las revoluciones que pueden alcanzar las hélices cuando se ponen los motores en marcha para cargar baterías y, sin embargo, nadie comenta uno de los aspectos que para mí tiene quizás el atractivo más grande: la posibilidad de llevar dos derrotas distintas para llegar a Formentera, dejando Ibiza por babor o estribor.
Eso, en determinadas condiciones de viento es una estrategia capital que te puede llevar a ganar o perder la regata y, es por sí mismo motivo suficiente para que sea una regata con mejor opción (en la Sal, casi la única opción táctica que tienes es pasar por dentro de Tagomago).
Esta particularidad es la primera que aplaudí el día en que su organizador me comentó la idea de organizar la Ophiusa, comentario que recuerdo muy bien me lo hizo en Ibiza, donde me encontraba precisamente por haber participado en una Sal.
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Yo he hecho dos Sales desde Barcelona y siete desde Dénia y , bajo mi punto de vista, es mucho mas entretenida desde Dénia. Estratégicamente tiene muchísimas mas opciones, una vez llegado a Barbería puedes encarar la Mola bien por tierra o separarte, las condiciones de viento, ya de noche, son diferentes. En la Mola puedes optar por pasar pegadito buscado brisas térmicas del peñasco y despues , rumbo a Tagomago, hay que tomar la decisión de acercarse a tierra o poner rumbo directo. Una vez doblada Tagomago se puede pasar por dentro de las Llosas y buscar las térmicas de tierra o buscar los vientos mas francos por fuera.
El hecho de virar Formentera y Tagomago supone concentrar la flota en esos puntos despues de muchas millas y eso añade interés en la regata pues te encuentras cara a cara con tus contrincantes y eso implica mas emoción.
Es mi opinión