[capitan pescanov]

Dejé de ir después de marchar de Montjuic. He sido armador durante más de 30 años, primero de un First 210 y luego de un First 25.7. Cuando venció la concesión de mi puerto me deshice del amarre, es inasumible pagar 6590,96€/año por un amarre de 7,5m. Ahora mi barquito navega por aguas más amigables en Galicia.

A mi edad, ya jubilado, estoy navegando con chavales de 18 años en Moth Europa, es divertido, pero no es lo que toca.

A la gente con dinero no le importa coger un avión para ir a ver un salón náutico donde sea. Barcelona no va a competir con salones más importantes. Si los pobres no les interesamos no les queda más que la decadencia.

Barcos grandes para pasear turistas. Sólo falta que desaparezcan los clubs de playa con la ley de costas. Por cierto, hay una remodelación pendiente en mi puerto y el club de vela que ya está en un rincón no sabemos cómo va a quedar.