Bah, que los fantasmas existen ya lo sabemos todos... Pero en seguida se descubren: llevan una sábana encima y una cadena en el tobillo.
Personalmente presupongo que la gente dice la verdad.
Lo que pasa es que la gente de mar (y eso es tradición) tiende a ser un poco exagerada: forma parte del juego.
Pero mentir, eso está feo.
A los que exageran lo justito y con gracia, una sardinada con vino

A los que mienten para sentirse superiores, para ocultar algún complejo o vete a saber por qué, esos a limpiar la sentina con un kleenex (y que quede como los chorros del oro)