Menos mal que todo quedó en un susto... es interesante la explicación del tremendo efecto que tiene la fatiga en nuestro rendimiento, lo digo por el error en el rumbo derivado de una mala lectura del GPS. Me ha llamado mucho la atención, puesto que se trata de cosas que damos por supuestas y como muy fáciles de hacer que, en ciertas situaciones, pueden dar lugar a errores tremendos ... precisamente a causa de la fatiga.
Por otro lado, el hecho de que el barco no acabase destruido parece dar la razón a quienes dicen que nunca hay que abandonar un barco que no se esté hundiendo. Sin embargo, otro barco que rompió el timón acabó destrozado en la costa, y parece que la situación a bordo era realmente límite.
Estos casos deberían de hacernos reflexionar acerca de nuestra preparación y nuestra verdadera capacidad para afrontar este tipo de situaciones, que pueden plantearse en cualquier momento.



salud!!!