Travesia con mal tiempo
Invito una infusión de manzanilla al que me quiera acompañar, hoy mis nervios no dan para ron.
Efectivamente, anoche me tocó bailar con la más fea. Una fuerte ventisca nos sorprendió navegando por el Jónico desde Siracusa con rumbo a Corfú. He pasado algunos malos ratos en el mar pero este se ha llevado la palma. Durante el suceso, mi mujer y yo tomamos una serie de decisiones y quisiéramos evaluar cuales han sido acertadas y cuales erróneas para que por lo menos el mal trago sirva de aprendizaje. Para tal evaluación me gustaría pedir a los cofrades que han tenido experiencias navegando con mal tiempo, que me cuenten como hubieran actuado en semejantes circunstancias . Desde ya agradezco vuestras aportaciones que seguramente también serán de utilidad para otros cofrades que como yo son neófitos en este tipo de navegación.
Paso a dar las características del evento:
El Ellebore es un velero de 33pies aparejado en sloop. Vela mayor, génova y trinqueta que en ese momento no estaba operativa por problemas con el enrollador. Navegábamos con rumbo NE a 40 millas de la costa de Italia con viento del SE de 10 nudos por la aleta de estribor . Eran las 12 de la noche y tocó cambiar la guardia. Las previsiones eran buenas, no se esperaba que el viento refrescara a más de 12 nudos. Íbamos con génova y mayor totalmente desplegadas navegando a 6 nudos según el gps. Mi mujer se pone al gobierno en la bañera y yo me voy a dormir. Como a los 10 minutos el barco escora fuertemente y me levanto para ver a mi compañera lidiando con las escotas. Salgo a la bañera y me doy cuenta que el viento a rolado súbitamente y a refrescado a 25 nudos viniendo de ceñida por babor. Empiezo a maniobrar, el viento refresca a 30 nudos y en las siguientes horas alcanzará rachas de 35/40. Las olas también crecen en poco tiempo y según mis cálculos superaron los tres metros con crestas rompientes. El temporal duró unas tres o cuatro horas y dejó como consecuencia el herraje del carro de escota de mayor partido por una trasluchada involuntaria, un gran caos dentro de la cabina y algunas magulladuras. Luego la ventisca se fue como había venido y al cabo de un par de horas parecía que allí no había pasado nada. Estamos bien, nos hemos desviado navegando hacia Santa María de Leuca para reparar daños y proseguir en los próximos días nuestra travesía a Grecia. Agradezco vuestros consejos para tomar nota de aciertos y errores.
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