Todo lo que siempre quiso saber del Caribe, pero nunca se atrevió a prenguntar.

[El Temido II]

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Mientras yo estoy absorto en las disputas de la fauna acuática local, estos dos no pierden el tiempo y se hacen con dos langostas y varios peces. Al hacer el recuento del genero, el capitán propone pillar un candil para hacer el “fumé” (vamos, lo que se conoce en mi pueblo por caldo de pescado) y nos ponemos a rebuscar entre unas cuevas cercanas, en la que pronto se avista un ejemplar y de un tiro certero nos hacemos con él. Durante la maniobra, también hemos dado en una cueva con otra langosta y por no hacerle el feo y siendo el primer día de pesca…. pues le pegamos un arponazo y “a la saca”. Y ya con alimentos suficientes para echar el día, nos vamos al barco para su desescame, limpieza y posterior cocinado (que todo hay que decirlo).

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Preparando la "cacería".

Salud y