Creo que lo más importante es que conozcas muy bien tus propias limitaciones y las de tu barco. Tus limitaciones se mejoran con la práctica, yendo cada día un poco más lejos, hasta adquirir un buen control del barco en las condiciones más exigentes. Las limitaciones de tu barco también se pueden mejorar, mejorando tu barco.
Mi barco es un first 211 y ya hace un tiempo que le hice dos mejoras que han sido fundamentales para poder navegar en condiciones más exigentes; la primera fue poner un tercer rizo en la mayor y la segunda fue modificar la maniobra de rizos de forma que los puedo poner o quitar sin salir de la bañera.
Hace un par de sábados en la bahía de Santander, saliendo del puerto parecía que a pesar de las previsiones teníamos un viento flojo, así que sacamos la mayor completa, a la que la teníamos izada empezó a levantar el viento muy rápidamente, de modo que sin sacar todavía el génova la primera racha nos hizo orzar bruscamente, metiendo la regala en el agua. Pusimos dos rizos y todavía sin génova, en la siguiente racha nueva orzada y violenta escorada con la regala en el agua, pusimos el tercer rizo y aunque todavía sin génova ya podíamos controlar el barco, pero en las rachas se iba de orzada, sacamos medio génova y por fin se hizo la paz, la mayor y el génova se compensaban y ya no orzábamos. Con esta configuración íbamos a 5-5,5 nudos en ceñida y 6-7 de aleta. En la bahía se estaba preparando una regata de monotipos J80, por la radio la organización daba 25-27 nudos con rachas de más de 30, ellos van con todo el trapo arriba y en las empopadas con el genaker también arriba, planeando como verdaderas fieras de la mar. Antes de empezar la prueba, pudimos ver algún barco que se retiraba, no sé si por rotura o en previsión de la que se avecinaba. Estuvimos siguiendo la regata moviéndonos adelante y atrás por fuera del campo de regatas. En el último largo y a nada de la línea de llegada, un barco orzó irremisiblemente, con una escorada enorme, metiendo el genaker en el agua y cayendo un hombre al agua, que fue recogido por un barco de la organización. La conclusión sería que cuando navegas en los límites estás muy cerca del accidente, pero si mantienes un buen margen de seguridad se puede navegar con tranquilidad.
El verano pasado hice tres excursiones muy interesantes, al menos para mí: Santander-Bilbao-Santander en dos jornadas, Santander-Laredo-Santander en regata en dos jornadas y Santander-Gijón-Santander en 5 jornadas. En esta última excursión retrasamos la salida un día, porque cuando el primer día salimos hasta Cabo Mayor y a pesar de que la previsión era de olas de 1,5 metros, vimos que teníamos olas de unos 2-2,5 metros, que aunque esto hubiese sido asumible, si superaban los 3-3,5 podíamos sufrir bastante, después los otros 5 días fueron perfectos. Todas las excursiones las hice con una planificación previa, sin salir de la zona 5 (navegación hasta 5 millas náuticas de una playa o abrigo) que es para la que tengo pasada la ITB y una previsión meteorológica adecuada.
Mi conclusión es: conocer tus limitaciones y las de tu barco, navegar con un buen colchón de seguridad, planificar las jornadas (puertos de llegada e intermedios para casos de emergencia o necesidad, meteorología, etc.). Por último, muy, muy importante, nunca, nunca debemos salir si las condiciones no son las adecuadas. Así todo, la mar siempre nos podrá sorprender.

