Re: Seria bonito ver pasar a Albert i Servane
Oir a Albert, justo llegar, ha sido emocionante. A él se le ha quebrado la voz cuando ha hablado desde cubierta de esa estela que veía cerrarse tras de sí. «La vuelta al mundo se acaba, ¿y qué quedará?», se preguntaba Albert sentado en la popa, en la soledad de esos momentos que sólo conocen los que vienen de dar la vuelta al mundo. Mirando el nombre de su barco, ha dicho, le ha venido a la mente la imagen de esos setenta millones de niños que en el mundo no tienen escuela. Que no pueden ser libres... A mi, sinceramente, se me ha hecho un nudo en el estómago y de poco que se escapa alguna lágrima. Y no he sido el único.
Eran palabras sinceras de un Albert emocionado. Durante todo el viaje, ha dicho, ha sido consciente del mensaje de su barco, el «Educación sin fronteras».
En la rueda de prensa posterior a la regata, Albert ha vuelto a darnos a todos una lección de humildad. Y otra vez la emoción del momento ha podido con todos. Albert se disculpaba en francés, explicándoles a los amigos de Servane que la emoción de estar en su puerto podía mucho.
Ha vuelto a hablar de esa estela que se cerraba tras de su barco. Y la imagen del «Educación sin fronteras», avanzando estas últimas horas en medio de un mar de niebla, medio encalmados, envueltos en el silencio a bordo, motivando esos pensamientos tan íntimos de Servane y de Albert, sabiéndose próximos al fin del viaje, creo que se nos ha hecho presente a todos.
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