Parece que los carpinteros de la Isla le tienen ganas al galeón, qué pronto le cortaron la popa.
Lo de encontrarse algunas cuadernas podridas creo que es inevitable. El Nuevo Sofía tampoco tenía toda la madera perfecta y también le hubo que cambiar la quilla. La roda se la tenían que cambiar de todas formas para ponerle el nuevo pinchón. Cuando estábamos lijando y pintando en el muelle de Villanueva había quien nos decía que nunca navegaríamos en el y menos a vela.
Ver estos trabajos en curso siempre parece que "te cae el alma a los pies"

pero una vez terminados se verá mucho mejor. Piensa que Slocum dio la vuelta al mundo en un balandro que tanía casi cien años, que estaba para el arrastre y que el mismo reconstruyó

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Un saludo y muchos ánimos.