Roger ha acertado, según mi criterio. Si no consigues que tu pareja disfrute del barco, ya me contarás cómo quieres que te apoye. Yo diría más:
si no le gusta navegar y te anima a comprarte un barco, sospecha de sus intenciones
¿por qué rayos te quiere lejos?
Así que si quieres navegar y a ella no le gusta, tendrás que buscar la forma de que le guste. Hay diferentes programas de navegación para diferentes gustos. Si no la pillas con las regatas, prueba con el crucero, con las salidas cortas con amigos, con pantagruélicos raids costero-gastronómicos o con la más pura tripusolación (¿un crucero en turquía?).