Raitán, tu comentario me lleva a una reflexión que va un poco más allá de esa cara y cruz de la vela española que mencionas. Quizás haría falta una moneda con más caras. La realidad de esta afición, afortunadamente, se expande lejos de patrocinadores y marcas sonadas. No es que no lamente el adiós de la Copa América a nuestras aguas o que no me alegre la participación en la Vendée Globe, pero con los años he ido convenciéndome de que acontecimientos así, con sus desmesurados presupuestos y su elitismo, sirven de poco a nuestra navegación de recreo. Los monarcas a vela, y éste no es un apunte político, sino un ejemplo, desdibujan la realidad de un sector necesitado de madurez: basta con echar un vistazo a lo que supone la náutica en Inglaterra o Francia, para comprobar que allí es una forma de ocio que no hay que relacionar por defecto con cierta solvencia económica. Si mantenemos a través de las competiciones el aura de lujo, todo lo relacionado con esta forma de vida, desde las plazas de atraque hasta un tornillo de inoxidable, costarán el doble o el triple. Lo sabemos todos. Lo soportamos en nuestros bolsillos y, dentro de nuestras posibilidades, hacemos poco por cambiarlo.
Lo ingleses se han sacudido de encima el peso administrativo y económico de las grandes pruebas devolviendo la Jester Challenge a sus inicios: barcos pequeños y sin patrocinador. Navegar por navegar, con la competición como un desafío personal, un deseo casi íntimo. Camaradería y aventura. Nada más. PBO se publicita como 100% libre de información sobre regatas. Son ejemplos de otras opciones.
Yo no dudo que la arquitectura naval evolucione con la enseñanza de las regatas oceánicas y que luego esto tenga aplicación en los barcos que todos patroneamos. Pero, desde luego, los presupuestos monumentales de algunas regatas nos convierten a todos en supuestos privilegiados y cierran las puertas a muchas escuelas de vela necesitadas de subvención.
Sé que es una opinión un poco a contrapelo en este hilo, pero prefiero exponerla a reservármela.
Un abrazo, Raitán, y
