El BAHIA LAS ISLAS en su vuelta por el mundo

[kaia]

Hacía ya algo más de dos meses que el Bahía las islas no navegaba más allá de unas saliditas diurnas a velear por las cercanías de su nuevo puerto base en Valencia. ¡¡Ay!! de la comodidad en la saludable invernada del Mediterráneo. Me he acordado con pesar, días atrás, de los colegas que tienen sus barcos por la geografía norteña tras la horribilis meteorología adversa padecida estos meses pasados

Salimos Rufino y yo a las nueve y media de la mañana el sábado pasado del Náutico de Valencia, con día soleado y una brisa que no alcanzaba la categoría de viento, del SSW, F2. Izamos spi y el Bahía las Islas pronto se anima por alcanzar los cuatro nudos, aunque el rumbo ESE, que nos obligaba, no fuese el más adecuado, pero la previsión de que a media tarde se estableciese viento S de F3, no hacía variar mucho los planes, y unas millas de más tampoco.
Cuatro horas después, previo el cambio del viento al sur, arriada del spi, maniobra esta vez no demasiado limpia, ya que Rufino ayuda poco y una buena parte del puño de escota se nos va al agua. ¡¡Hay Rufino!! ¡¡No has estado atento con la driza!! Bueno, lo extendemos sobre cubierta y en media hora ya está seco y guardadito en la bolsa.
Aprovechamos para comer y echar una siestecilla, que no hay movimiento en los alrededores, ni a la vista, ni en el AIS. Como estaba previsto el viento de nueve nudos no ha fallado y ahora, al través, con buen rumbo a nuestro objetivo ya navegamos por encima de los seis nudos.

Bonita puesta de sol y la luna casi plena saliendo por el Este. Como disfruto de esa sensación, navegar en la difusa claridad de la luna llena. El viento rola de nuevo al SW, estoy pensando en sacar de nuevo el spi, nunca lo he izado en solitario de noche, pero evalúo, que la mar de fondo del norte, que poco a poco va entrando, provoca demasiado cabeceo al barco y el consiguiente riesgo de una liada en el estay, así que no tiento a la suerte y prefiero disfrutar de una navegación tranquila, no estamos de regatas, pero reconozco que me tira el gusanillo.

El AIS me señala una buena cantidad de mercantes, como si fuesen por una autopista, que suben y bajan desde el norte, cruzando por el canal de Ibiza, pero no alcanzaré la zona de tráfico hasta por lo menos las once de la noche, así que me preparo la cena y seguido una cabezada de una hora, tengo facilidad para dormir en el momento que quiero, sea la hora que sea.
A media noche nos metemos de lleno en la ruta de los mercantes, pero ninguno incomoda en sus derrotas, el más cercano dista más de diez millas. La brisa sigue rolando al W lo que me obliga a trasluchar la mayor a las dos de la madrugada, como la llevo sujeta con la retenida, la maniobra es muy sencilla y en la claridad de la luna es como si fuese de día, el nuevo rumbo me obliga un poco más al norte de mi derrota, pero ya se corregirá. El AIS no señala ningún compromiso por lo que a la cama otra vez, de nuevo una hora que marco en el despertador para no pasarme y dormir tranquilo, Rufino como siempre hace sus guardias bajo la capota en su lugar favorito de estribor.
Nada más despertarme, vistazo a la pantalla y al exterior, nada de nada, aunque veo que por el sur a cuarenta millas sube un petrolero que lleva rumbo de compromiso, navega a 14 nudos y la CPA establece que tardará en alcanzarme, si sigo a los cuatro nudos que llevo, casi cuatro horas, así que de nuevo a la cama otra horita. Nueva comprobación y nada cambia, el mercante un poco más cerca, en la siguiente hora, como ha caído la brisa un poco, ya no pasamos de los tres nudos, el petrolero pasará a cuatro millas por la proa, como así ha sido, veo sus luces de posición, es un mastodonte de doscientos cincuenta metros de eslora.

Amanece un nuevo día espléndido aunque no navegamos cómodos, el poco viento y esas olas caóticas de metro y medio producen muchos desventes y gualdrapazos a la mayor, voy sufriendo por ella y las previsiones de viento no son muy halagüeñas, así que pienso recalar en Soller que dista treinta millas o en Dragonera a veinte, elijo esta opción, varío el rumbo, doy marcha al motor y con la velocidad las velas se mantienen estables, ya me fastidia tener que gastar gasoil, pero prefiero conservar esta mayor de Pentex, que me tiene que durar un par de años, hasta que me vaya definitivamente a continuar con mi vuelta por el mundo.

Al otro lado de Dragonera aguas más tranquilas, hago un intento de fondeo en la misma isla, en cala Lladó pero no me siento cómodo, así que me voy a San Telmo, como era de esperar estoy solo, preparo una suculenta comida y a continuación una siestecilla, pero también aquí entra algo de mar de fondo, el Bahía no está quieto y decido irme a fondear en Andratx, que para mi sorpresa, han eliminado hace tres años la zona de fondeo en el antepuerto junto al pueblo, el afán recaudatorio no tiene límites, así que en toda la cala prohibido largar el ancla en mor de preservar la posidonia. Que casualidad, parece que solo hay interés en cuidarla dentro de los abrigos…. Me amarro a una de las tantas boyas de pago que han puesto al otro lado y a pasar por caja.
Permaneceré por la zona un par de días antes de regresar a Valencia, ya os contaré la navegación de vuelta y prometo montar un pequeño video para poner imagen a la navegada.


Rufino implacable con los delfines



Via libre por la proa del Bahía las Islas



La inmensa vista del AIS


El patrón un rato a la caña


La luna ameniza la navegación nocturna


Faro de la Tramontana en el lado norte de Dragonera



Salud