Cita:
Originalmente publicado por El Temido II
Prólogo:
Cuando te enfrentas a una situación nueva (y eso de atravesar el Atlántico y vivir meses abordo, lejos de tu rutina diaria, lo era para mí), te pueden asaltar muchas dudas.
Encararte a un océano inmenso, lejos de cualquier ayuda, donde solo los que vayáis abordo os tenéis que bastar para seguir adelante, puede causarte cierto temor. Cualquier enfermedad, no es lo mismo junto a un hospital, que a días del centro médico más cercano.
El funcionamiento y el aprovisionamiento de la embarcación, para una etapa tan larga, te hacen recelar sobre posibles fallos o falta de algún producto determinado.
Son muchos los puntos por donde puede romperse el equilibrio y quebrar la normalidad abordo. Una empresa donde intervienen tantos factores, son muchos los hilos de los que penden y cualquiera de ellos puede ceder, llevándote a una tesitura no deseada.
Pero sin embargo, nada de lo mencionada anteriormente, era mi principal preocupación. Llevaba años, muchos años, dedicado a la preparación de este momento. Ya había navegado las suficientes millas, como para no temer cuando le plantase cara a la mar. Conocía la intendencia necesaria para el evento y me había rodeado de un equipo solvente. La embarcación, el equipo y la naturaleza, no me traían incertidumbre.
Era “yo” mi principal fuente de titubeo. Muchos años llevaba caminando hacia este punto y había llegado el momento. Un momento soñado, en el que lo dejas todo y te lanzas a una vida nueva, esa que tanto has anhelado. Entonces te preguntas:
"¿llevas cuarenta años buscando esto, preparándote, dedicándole todos tus esfuerzos… y si ahora no te satisface?".
Estaba ante la respuesta a mi vida, la que iba a dar sentido a mi existencia y me enfrentaba a ella en estos momentos. Con todo el ánimo, pero no exento de inquietud; incluso podríamos decir que me encontraba ligeramente acojonado.
Continuará.......
Salud y 
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La pregunta es ... ¿te satisfizo?
Hay un momento que jamás olvidaré .. fue saliendo de Marigot Bay, en St. Martin ... siguiente parada, Horta. Una vez hube sacado el barco del puerto, y estábamos a rumbo, cedí la rueda y me fui a pie de palo, agarrado a un obenque me decía a mi mismo " esto es lo que has soñado, haz que valga la pena" ... y, por otro lado, otra vocecita me preguntaba "¿Estás seguro de que quieres conseguirlo?
La verdad es que, al menos la primera vez, sientes una especie de vértigo ... Luego se acompasa y al final desaparece ...



salud!!!