The Malta Experience...

[IsladeMalta]

Allí va, Juanma!!

Sigo aquí con algunos apuntes que hice durante la travesía, para compartir con vosotros las impresiones del viaje.

Íbamos 3 a bordo, mi capitán, un amigo y yo, un número bueno para repartirse las guardias. Éstas eran de 4 veces 2 horas. Así cada uno podíamos dormir durante las noches en 2 tandas de 4 horas cada una. Si le añadimos alguna siestecilla de vez en cuando durante el día … en fin, que descansados íbamos!

Para pasar el rato despierto de la mejor manera posible, había muchos recursos: la música, por supuesto, un poco de rueda o alegrías del trimado, charlas, risas y bromas (que no falten!), juegos, pelis (la sesión de la tarde) y claro … la gastronomía! Entre el primer desayuno, el segundo, el aperitivo (lo mejor), la comida, la merienda, el segundo aperitivo, la cena y el pica-pica de las guardias nocturnas … no había manera de aburrirse !

También esta vez recurrimos a un entretenimiento totalmente nuevo: el audio-libro. Después de haber catado varios, creo que los mejores son los grabados por RNE, ya que la lectura, hecha por actores, transmite muy bien las palabras del autor. Leer un libro durante una guardia nocturna es difícil (la luz constante del frontal disminuye la agudeza de la visión, necesaria para la vigilia). Durante las noches de esta travesía, escuché “El Retrato de Dorian Gray” así como “El Corazón de las Tinieblas”. Pero, aunque magistrales, las obras de Wilde y de Conrad me resultaron un tanto lúgubres cuando resonaron en la inmensidad de la noche . Casi mejor echar mano a algo más alegre!!!

Una gran alegría en las navegadas consiste en ver animalitos. Esta vez, hubo poca cosa, todo sea dicho. Vimos 2 tortugas entre Pantelería y Malta. Una pasó tranquilamente a sotavento, pero la otra no tuvo tanta suerte, ya que la pobre salió por debajo de la popa dando tumbos. Se estabilizó y se quedó en la estela del barco sacando la cabecita, muy mosqueada, para tratar de ver quien había sido el desconsiderado que la había, sin motivo alguno, pasado por la quilla. Sorry, shorty!! Ha sido sin querer!!!

Vimos también delfines, varios grupos, siempre encanta verlos y aquí pasó una cosa curiosa. Una vez vino un grupo de 5 o 6 listados y, de repente, aparecieron en medio dos mulares, mucho más grandes. Era bien la única vez que veía un grupo mixto de delfines. No sé si se trataba de una manada mestiza o bien si eran dos grupos distintos que, casualmente, coincidieron a la proa del barco. Curioso, de todos modos…

Hubo también cosas, queridos cofrades, que me hicieron pensar mucho en vosotros y acordarme de los debates de la Taberna…

Un agujero en el spi … Pensé en lo que le había pasado a Embat. Pues aquí, lo mismo! Bajamos en seguida la vela, le pegamos un parche en forma de cruz por ambas caras y, venga, a correr! El apaño aguantó de momento!

Me acordé también de la famosa pregunta de PY que generó aquí un gran debate: en caso de quedarse sin gobierno en una zona de tráfico de mercantes, qué se lanza: pan-pan o sécurité (os acordáis)? Pues el ejemplo ocurrió frente al Cabo Farina de Túnez. Estábamos atentos al ballet de cargueros, cuando de repente un velero avisó a la Marine Nationale de Túnez (que se encarga del Salvamento) que se había quedado sin baterías. El patrón, desesperado, gritó que ya no tenía ni motor ni electrónica, ni nothing, en fin, que se le había acabado la pila al juguete. Qué hizo?? Pues, nada, ni corto ni perezoso, lanzó un mayday. Ala!!! El socorro no se dio mucha prisa en acudir, la verdad, seguramente porque debían considerar que gobierno, en principio, no le faltaba (era un velero y podía usar el trapo) y que, el viento corriendo paralelo a la costa, no tenía riesgo de ir a parar en la playa. Le dijeron que se quedara quieto y que ya lo irían a remolcar. A ritmo tropical, eso sí...

Luego, al día siguiente, nos tocó escuchar esta vez un verdadero drama por la VHF (y allí me acordé del post de Navegantesail). Ocurrió delante del Cap Bon, mientras nosotros estábamos pasando delante de la isla de Pantelería. Oímos un pan-pan anunciando la caída de un hombre al agua, consecutiva a una colisión entre un pesquero italiano y un mercante. Estuvimos atentos a la radio durante todo el tiempo de la búsqueda, demasiado lejos nosotros para acudir allí y ayudar. Fue dramático ya que los minutos que iban pasando menguaban las posibilidades que el pobre marinero tuviera de sobrevivir en el agua fría, y cuando ya salíamos del alcance de los mensajes, lo último que supimos fue que al final lo habían encontrado, vivo aún, pero con escasa posibilidad de superar la hipotermia. Fue muy, muy triste.

Y también, como no, al llegar a la Valette, pensé en los relatos tabernarios, en particular en un niño que llegaba allí aferrado a su madre, después de haberse despedido de su padre en Libia. Mil gracias, una vez más, Oceanis44, por haber compartido tus recuerdos con nosotros.

Ahora estoy aquí de vuelta. Dejé a mi capitán y a mi amigo solitos en Malta… Seguro que se lo estarán pasando teta, los muy pillines ... Nos volveremos a ver el próximo día 21, esta vez en Palermo, para nuevas aventuras. Inch’ Allah!!

Un abrazo, compañeros.