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#126
30-11-2015, 21:11
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Re: ¡No me quiero hundir!
Cita:
 Gracias por compartirlo. Celebro que todo terminara bien. 
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Cuando embarco... allá se queda el mundo... 
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LORDRAKE (01-12-2015) | ||
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#127
07-12-2015, 10:47
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Re: ¡No me quiero hundir!
El RAINMAKER.
Gunboat es un astillero norteamericano con sede en Wanchese, Carolina del Norte y especializado en la construcción de catamaranes de lujo desde 40 hasta 77 pies, aunque llegó a construir uno de 90 pies (http://www.gunboat.com/). Estos catamaranes se construyen íntegramente en carbono y sus interiores son a todo tren, un lujo reservado para pocos bolsillos. Aquí tenéis un vídeo de este astillero: El más pequeño de la gama es el G4, un cata de 40 pies dotado de foils, que se hizo famoso esta primavera en las regatas de Saint Marteen en el Caribe cuando su tripulación se lo puso de sombrero… Nuestro protagonista es el Rainmaker, un Gunboat 55, número uno de la serie y valorado en 2,5 millones de $. Al ser el primer casco, fue exhibido en varios salones y recibió varios premios:     Uno de sus gemelos:  A finales de 2014 el Rainmaker fue llevado al astillero donde nació, en Carolina del Norte, con el fin de hacer una puesta a punto y trabajos propios de la garantía, con vistas a su inminente traslado al Caribe, concretamente a Saint Marteen, para la temporada de regatas del Caribe. El 28 de enero de este año, revisado y a punto, aprovechando una ventana meteo (que finalmente no sería tan buena como se preveía), el Rainmaker zarpó de Wanchese (NC) con destino a Saint Marteen. Le esperaba una travesía de unas 1200 millas. La tripulación estaba formada por el armador Brian Cohen y su hijo, junto con el patrón Chris Bailet y otros dos tripulantes profesionales, todos ellos con muchas millas navegadas y sobrada experiencia. El 30 de enero, el Rainmaker llevaba 36 horas de travesía y estaba a unas 200 millas del Cabo Hatteras y a 460 de Bermuda, navegando con olas de 5 a 6 metros, vientos de 30/35 nudos con chubascos de hasta 40, tres rizos a la mayor y un tormentín, con viento por la aleta y estable en cuanto a rumbo. La cosa parecía controlada hasta que, de repente, alrededor de las dos de la tarde se vieron sorprendidos por un violentísimo chubasco que calcularon de 70 nudos, que tiró el palo abajo (según el patrón, se trataba de un fenómeno meteorológico conocido como microburst, algo así como un microtornado pero de arriba hacia abajo). Rápidamente la tripulación se puso al tajo, despejar la cubierta, liberar el aparejo y salvar lo salvable. Al caer, el palo destrozó parte del roof, dejando abierto un agujero tremendo en el techo, pero los cascos estaban intactos. El aparejo fue liberado y tirado por la borda. Gran cantidad de fluido hidráulico quedó por cubierta, convirtiéndola en una pista de patinaje.  Antes de encender el motor, la tripulación comprobó que cabos, el tormentín y parte de la jarcia estaban en el agua alrededor del casco de babor y rodeando la hélice de este motor, por lo que sólo era posible encender el motor de estribor y a pocas revoluciones, para evitar una avería mayor por si se enganchaban los cabos en la hélice, por lo que apenas podían hacer tres nudos. Mientras parte de la tripulación trabajaba en cubierta, otros conectaron el EPIRB, y establecieron contacto por teléfono satélite con el Coast Guard, desde donde, tras asegurarse que no había peligro inminente de hundimiento, empezaron a preparan un plan de rescate. Desde el Coast Guard avisaron al Ocean Crescent, un mercante en ruta desde el México hasta Halifax (Canadá) el cual se encontraba cerca de la posición del Rainmaker. Puestos en contacto con él, lanzaron dos bengalas para indicar la posición. El Ocean Crescent:  Lo que desde tierra les dijeron no eran buenas noticias: el tiempo empeoraba, se esperaban chubascos de hasta 60 nudos y, además, estaban al límite de la autonomía de los helicópteros, pues sólo dispondrían de 18 minutos de vuelo estacionario en la zona y siendo cinco los tripulantes a evacuar era un tiempo muy justo. Tras valorar la situación, con un frente en camino, sin poder usar la propulsión, con una gran abertura en el roof y al límite del radio de acción del rescate aéreo, en el catamarán asumieron que lo más sensato era abandonar el barco. Desde el Coast Guard informaron que habían despegado de la base de Elizabeth City (Carolina del Norte) un avión Hércules C-130 (para monitorizar la operación y lanzar una balsa si no se podía evacuar desde el helicóptero) y un helicóptero MH-60 Jayhawk. Para facilitar el rescate al helicóptero, que dispondría de poco tiempo, en el Rainmaker intentarían evacuar a algún tripulante al Ocean Crescent. Cuando el mercante llegó a la zona,se situó a barlovento del catamarán para intentar hacer de pantalla. Pero pronto vieron que con esas condiciones de mar y viento, la evacuación desde el mercante iba a ser imposible, pues con una ola, la hélice del Ocean Crescent llegó a estar a pocos metros del casco del Rainmaker. El Rainmaker visto desde el puente del Ocean Crescent  Nada más llegar el helicóptero al lugar, alrededor de las cinco de la tarde, comenzó el rescate de los cinco náufragos, que ya estaban preparados para ello. Operaciones de salvamento vistas desde el Ocean Crescent:  Una vez a bordo del helicóptero, vuelta a casa, pero en vez de ir a la base en Elizabeth City, tuvieron que aterrizar en Manteo, pues estaban muy cortos de combustible. En cuanto llegaron a tierra, empezaron a gestionar el rescate del barco. Dos días después zarpó de Elizabeth City un atunero hacia la zona donde se había abandonado el Rainmaker. Al llegar, con unas condiciones de viento de 50 nudos y ola de seis metros, lo único que encontraron fueron algunos restos (una colchoneta, defensas …). Dos días después, ya con mejores condiciones meteorológicas, se hizo una búsqueda desde un avión, pero ni rastro del catamarán. El 16 de junio de este año, casi cinco meses después de su abandono, el portacontenedores Chicago Express, de la Hapag Lloyd navegaba en ruta desde Charleston hacia Le Havre cuando en posición Lat 35.36.282 N, Lon 062.17.187 desde el puente avistaron lo que parecía un barco abandonado. Era el Rainmaker, que cinco meses después, después de haber sufrido temporales y huracanes se negaba a hundir en medio del Atlántico… Punto de avistamiento:   Como podéis ver, ha perdido todo el roof y está semihundido, pero sigue a flote...  Una de grog Editado por chukel en 07-12-2015 a las 12:07.
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#129
07-12-2015, 12:48
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Re: ¡No me quiero hundir!
Pues a mi me da la impresión de que ya lo han pelado
 ¿ no os parece raro que le falten todos los portillos, winches de cubierta, la rueda?
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#130
07-12-2015, 13:16
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Re: ¡No me quiero hundir!
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#131
07-12-2015, 21:47
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¡No me quiero hundir!
Los inmensos ventanales que tiene este catamarán , a cualquiera se le ocurre que son un punto débil claro para un barco océanico.
Sent from my iPad using Tapatalk
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#132
07-12-2015, 22:04
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Re: ¡No me quiero hundir!
Vagonetas, tienes razón, pero ... ¿ no os dais cuenta de que es una configuración atípica para un catamaran de crucero.?
 Lleva la maniobra y el gobierno dentro.normalmenre las ruedas de gobierno están fuera y otro tanto los winches. Se parece más al concepto de una doghause de un monocasco. Todos los ventanales, recuerdan más a una capota rígida que a la configuración de la parte habitable entre patines de un catamaran de crucero típico, Y confirmo lo que entiendo que comparte Armensis : de que alguien lo encontró antes del M/V Chicago expres, y le hizo una limpieza 
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#133
08-12-2015, 00:13
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Re: ¡No me quiero hundir!
Cita:
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#134
08-12-2015, 00:16
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Re: ¡No me quiero hundir!
Pues al de la limpieza, se le fue a mano con la bayeta...sería muy abrasiva. porque no ha quedado nada.
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LORDRAKE (08-12-2015) | ||
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#135
16-03-2016, 17:32
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Re: ¡No me quiero hundir!
Pues hay novedades en el caso del Rainmaker...Ha aparecido a flote y está en puerto. La última vez que había sido visto fue hace 8 meses, en junio.
El caso es que hace unos días, parte del equipo Oracle Team USA estaba pescando cerca de Bermuda a bordo de una motora de nombre Tenacious cuando vieron flotando los restos del Rainmaker, 14 meses después de haber sido abandonado por su tripulación. Así, decidieron darle un cabo y llevarlo a remolque a Bermuda.  A "salvo" en Bermuda:  La verdad es que este sí que no se quiso hundir... Una de grog Editado por chukel en 23-01-2020 a las 18:32.
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amura61 (16-06-2022), boooom475 (17-03-2016), J.R. (16-03-2016), Trillador (17-03-2016), Velero Simbad (16-03-2016) | ||
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#136
16-03-2016, 17:47
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Re: ¡No me quiero hundir!
Y en !4 meses no se ha movido apenas de su posición ?
Que estaba fondeado o que ?
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#137
16-03-2016, 20:08
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Respuesta: Re: ¡No me quiero hundir!
Cita:
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#138
16-03-2016, 20:10
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Re: ¡No me quiero hundir!
Increible!, no parece que tenga mucho aprovechable
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#139
08-06-2022, 16:45
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Re: ¡No me quiero hundir!
TULIKETTU
Aunque el cofrade Maka ha publicado en el hilo que había abierto sobre sus primeras pruebas la aparición de este barco (https://foro.latabernadelpuerto.com/...d.php?t=196340) y la historia del abandono y recuperación dan para un hilo propio, la verdad es que su peripecia durante seis semanas por el Atlántico es un claro ejemplo de lo que tratamos en este hilo: barcos que son abandonados por sus tripulantes ante el peligro de un hundimiento inmediato y aparecen en perfecto estado tiempo después. Así que vamos allá con la historia del Tulikettu (según Google, "bombero" en finlandés). El BARCO Nuestro protagonista es un racer de 52', construido en carbono por el astillero norteamericano Composite Builders, de Holland, Michigan (situado a orillas del Lago Michigan). Este astillero fue el encargado de construir partes del Stars & Stripes, el AC 75 del equipo norteamericano de la 36 America´s Cup.  La gama de racers de este astillero son los Infiniti y la verdad es que tan solo construyeron dos barcos, un daysailer de 36' y un racer de 46', los dos diseñados por Hugh Welbourn. Para más información: https://infinitiyachts.com/. Hace un par de años Arto Linnervuo, un emprendedor finlandés propietario de un XP-44 bastante activo, decidió hacerse con el primero de los dos Infiniti 52' que Composite Builders ofrecía en semi-custom. El barco, de 52', construido íntegramente en carbono y diseñado por Hugh Welbourn era, según el astillero, revolucionario por ser el primero en instalar el DSS (Dynamic Stability Systems) y lo publicitaban como “el primer barco de regatas de altas prestaciones con foils asistidos”. Este barco lleva, además de la orza de bulbo, un foil retráctil bajo la línea de flotación y que se despliega hacia sotavento con un motor eléctrico. Este sistema, al ser retráctil, puede ser utilizado según le interese al patrón y en función de las condiciones de cada momento, proporcionando sustentación y aumentando el par de adrizamiento o replegarse. El barco es una especie de Super Series 52 con foils con el interior con acabados pijos, por calificarlo de alguna manera. Con la maniobra simplificada y el par de adrizamiento extra que le proporciona el foil le permite navegar con 7-8 tripulantes (a diferencia de los 13 que necesita un Super Series 52). La idea que tenía el armador era participar en las pruebas de 600 millas como la Fastnet 2023, la Gotland Runt, la vuelta a Irlanda e Inglaterra y la Baltic RORC entre otras.  Detalle del foil El Tulikettu fue entregado al armador a finales del año pasado y llevado en un mercante hasta su base en Gosport (UK), donde fue arbolado (Southern Spars), equipado con un juego de velas Doyle y allí comenzó una serie de intensas pruebas, consiguiendo unas buenas prestaciones, llegando a alcanzar los 28 nudos.  ©Rick Tomlinson  ©Rick Tomlinson EL ABANDONO A primeros de abril de este año el Tulikettu zarpó en pruebas desde Gosport (UK) a Cascais, adonde llegó sin novedad. El 17 de abril por la tarde partió de Cascais con rumbo a su base en Gosport con cuatro tripulantes a bordo (dos de ellos "experimentados constructores de barcos") en “modo transporte”, con una pequeña mayor de dacron. Al día siguiente, el 18 de abril, comunicaron al equipo de tierra que habían impactado con algo que les había detenido cuando navegaban con el foil recogido, si bien no podían concretar contra qué habían tocado, y que estaban haciendo agua. Dos días después, el 20 de abril, conectaron la baliza EPIRB y pidieron ser evacuados pues al parecer (y siempre según las informaciones del armador) “no podían detener la entrada de agua” y las condiciones meteorológicas empeoraban, siendo evacuados por un mercante. El armador anunció entonces que el barco había sido abandonado con riego de hundimiento “a unas 300 millas de la costa portuguesa”, fuera del radio de acción de los helicópteros. Este dato es bastante extraño pues no tiene ningún sentido alejarte mar adentro hasta 300 millas de la costa de Portugal cuando te diriges hacia Inglaterra. Un forero de Sailinganarchy comenta en el hilo abierto sobre el incidente que aquel día subía por la costa de Portugal hacia Dinamarca y que las condiciones meteo eran buenas, con una ola de 1-2 metros. Asimismo, cuestiona la ubicación del barco a 300 millas de la costa pues el 17 por la tarde el AIS lo situaba a 2 millas de Cabo Raso. El armador anunció entonces que había fletado un remolcador para buscar el barco y sobrevolado la zona en una avioneta alquilada para la ocasión (no me encaja tanta autonomía si el barco estaba a 300 millas de la costa), pero no encontraron nada. Cinco días después, el 23 de abril, se abandonaba la búsqueda y el Tulikettu se daba por perdido. Estoy convencido de que el dato de la ubicación del barco a 300 millas de la costa fue facilitado a propósito para evitar que cualquier espabilado saliera en su búsqueda si se comunicaba el dato de su situación real, muy probablemente a 20-30 millas de la costa. EL HALLAZGO El 23 de mayo, un mes después de su abandono, un yate (me imagino que subía desde Canarias), informó que había encontrado a la deriva y a unas 100 millas al W de Cabo de San Vicente al Tulikettu, aparentemente en buen estado. Linnervuo entonces organizó un plan de rescate, contrató un remolcador y una avioneta y localizaron el barco en perfecto estado, flotando en sus aguas, con la mayor recogida.   Seis semanas después de danzar por el ATlántico ahí está en perfecto estado. Subieron a bordo y lo llevaron navegando por sus propios medios hasta Portimao …    Por ahora no hay más información sobre los daños que haya podido sufrir, la avería ni nada…todo un poco extraño ¿no os parece? Claramente el Tulikettu no se quería hundir... Una de grog Editado por chukel en 08-06-2022 a las 17:32.
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amura61 (16-06-2022), esscapar (08-06-2022), J.R. (08-06-2022), jorgesanchis (08-06-2022), true (08-06-2022) | ||
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#140
08-06-2022, 17:02
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Re: ¡No me quiero hundir!
Un placer.......
 Eres un técnico en la materia. Curioso y a la vez sorprendente el tiempo que ha estado abandonado y sin gobierno. Los " rescatadores " fallaron en la localización. Un saludo
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#143
15-06-2022, 18:21
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Re: ¡No me quiero hundir!
Cita:
Una de grog
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#144
15-06-2022, 19:30
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¡No me quiero hundir!
Rrraro rrraro. Gracias por traer la historia, no la conocía. Voy a ver por SA que cuentan, aunque ya me lo imagino con la mala leche que se gastan.
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Mario.
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#145
15-06-2022, 20:45
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Re: ¡No me quiero hundir!
Cita:
Una de grog
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mario147 (16-06-2022) | ||
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#146
16-06-2022, 08:09
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¡No me quiero hundir!
Hay cosas raras, como que el barco, que iba haciendo 6 o 7 nudos, aparezca de repente en una posición extraña, lo que implicaría casi duplicar esta velocidad en las últimas 24 horas.
También hablan de unas condiciones de mar y viento duras (y con previsión de empeorar) pero no parece que esto fuera cierto. Hay una explicación a que el barco no se haya hundido, según el armador: la tripulación hizo una reparación de emergencia (2 de ellos eran del astillero) para reparar las grietas, pero fueron rescatados antes de poder comprobar si era efectiva (como al parecer fue) Veremos en que acaba y, sobre todo, si nos enteramos de ello
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Mario.
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