Coffee? - No, gracias!!. De Rota a Ayamonte

[Roger Rabbit]

El Corn Dolly no progresa bien contra el viento a motor. Miro el aparejo y la mayor está hecha un verdadero churro sobre la botavara, no es que esté mal, pero hay un lazy roto y los cabos tienen más mala pinta que un pollo comprado en Simago. Decido probar con el génova. Normal me jura que está bien y que el enrollador funciona. No me engaña, lo cierto es que va como la mantequilla. Desenrollo toda la vela y abro un poco el rumbo, tomando como referencia un punto algo al Sur del puerto de Mazagón. El Corn Dolly acelera desde los cuatro nudos a los 5,7 - 6 nudos. Ahora estamos avanzando.


El génova está bueno, las escotas y el enrollador bastante bien. Enfrente la costa ya cerca de Mazagón. Son las tres de la tarde (mas o menos).

Al entrar en el puerto de Mazagón... ¡ sorpresa !. A ver ¿quién sabe qué es esto?


Una carabela repostando en el pantalán de gasoil?


No, sólo está en el muelle de espera. Debe ser Colón, que se apuntó a la lista de espera de la Eppa y aún está ahí.


La cubierta, mirando a proa.


Mirando a popa.


Un par de bocatas, treinta litros de gasoil y nos largamos. Hasta más ver, Don Cristóbal!!.

El viento ha subido, no llevamos anemómetro, pero calculo veinte nudos y subiendo, son sólo las cuatro y el poniente progresa "in crescendo" hasta el crepúsculo. Al anochecer, espero un viento Norte fuerte en la costa cercana a la desembocadura del Guadiana.

Decido pegarme una reparadora siesta, nada de pijama y palmatoria, sólo una leve cabezada de media hora, es el turno de Norman.



Norman comenta que la luz de "ignición" del tablero de control del motor se ha encendido. Llamo por el móvil a Peter, me dice que probablemente se ha partido la correa del alternador. Bingo. Apagamos todos los chismes innecesarios y de mayor consumo, incluso el piloto. Necesitaremos luces en la aproximación al río y en la entrada a Ayamonte, va a ser una entrada complicada. Viento norte, oleaje fuerte del W, bajos arenosos por todos lados y corriente contra viento. Podía pasar algo más, pero no sé muy bien qué.


Hala, a gobernar a manopla y por turnos de media hora.


Comprobando posición y rumbo.


El cuerpo del delito; la infame tetera.


Con la mayor hecha un colgajo, rumbo aún a Mazagón.

La tarde había sido dura. Mar de leva montada con mar de viento. Ciñendo contra un F5 entablado con frecuentes rachas de 6. Pero el Corn Dolly trata siempre bien a los tripulantes. No creo que haya un elemento que tan evidentemente vale lo que cuesta a bordo como una capota antirociones.

Al ocultarse el sol, ya pasando La Antilla, el viento del NW cae, y empieza a rolar a Norte subiendo de intensidad. Recojo cuatro vueltas de génova (es un 150). El Corn Dolly se desliza rápido sobre las crestas, levantando frecuentes rociones, pero avanazamos deprisa. Por encima de 6 nudos.


Hasta el copetín de tener que ir a la caña. Y aún queda.

El viento aúlla y cae la noche. Vemos las luces de los faros, pero no veremos la entrada al río hasta estar muy cerca. Ploteo en mis descansos nuestra posición en la carta. No sería agradable subirse en los bajos de la entrada al río.

Distingo por nuestro través las luces de Ayamonte y Vila real, separadas por el oscuro cauce del Guadiana. Creo incluso distinguir el puente que nos une con nuestros vecinos lusos. Aviso a Norman, necesito que suba y busque las puñeteras luces. Según la posición que indica el GPS, estamos a dos millas al Sur del canal de entrada, a nuestros costados los bajos.

Norman no puede ver nada. La contaminación lumínica de la costa hace irreconocibles las boyas de señalización lateral, y no tenemos mucho márgen para equivocarnos. La mar es confusa, la sonda está apagada pero casi lo prefiero, sólo la ignorancia puede hacerte feliz en ese momento. El viento ruge con fuerza de temporal. Enrollo el génova y le pido a Norman que coja la caña y siga mis indicaciones. Veo que no lo está pasando bien, me dice "por qué no nos paramos y lo pensamos?". No entiendo como nadie pueda querer pararse aquí en medio, las olas nos mueven violentamente de un lado a otro sin orden ni concierto. Crestas de agua surgen de la nada a babor y a estribor. Acelero el motor al máximo, hay que salir de aquí rápido.


No era el momento más placentero, fijaos como lleva las gafas de rociones el pobre Norman, estábamos calados hasta los huesos.

Sobre las luces anaranjadas de Vila Real, veo un destello rojo. La lateral de babor de la entrada. Voy gritándole a Norman "babor" o "estribor", y el pobre hombre, a ciegas, se fía de mí... ¡ qué remedio !. Casi una hora para entrar al río, pero ya podemos distinguir el muro de piedra donde el faro señala la entrada. El río encajona muchísimo viento, pero no hay tanta mar, al abrigo del rompeolas. La corriente nos ayuda. Por el lado de babor del canal llegamos hasta la gasolinera de la marina de Vila Real, entonces, 45º para cruzar el río y embocamos a la 1:30am la entrada al puerto de Ayamonte.


Calados de agua y rotos, pero satisfechos de descansar finalmente en el amarre. El Corn Dolly cuidó de nosotros como pocos barcos de 30' hubiesen hecho. Un gran barco.

Lo peor, sin duda, fue constatar que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. A la mañana siguiente, Norman me despertó con una humeante taza de café servida en mi camarote.

¿Quién puede rechazar algo así?.


Rog