A las foreras de la Taberna

[pim]

Vuelvo a intervenir en este hilo, contra mi idea inicial de dejarlo que evolucionara a su ritmo, no por el cachondeo que pueda crearse a su alrededor, ya que yo mismo podría haberme cachondeado felizmente de otro hilo en San Valentín, sino porque había olvidado (imperdonable olvido) que Sant Jordi en Cataluña es el día de los enamorados, y que la rosa y el libro son tan solo un símbolo.

En la Gran Metrópoli (lo pongo en mayúscula porque por fortuna en Cataluña solo tenemos una) puede quedar un poco desvirtuada la festividad, y especialmente enlatada por los afanes comerciales de editores y algunos grandes almacenes que ya llevan tiempo conjeturando que tajada pueden sacar este día. Pero para los que no conoceis esta fiesta catalana, puedo aseguraros que es entrañable y memorable; pues en cada rincón de cada ciudad, villa, pueblo, aldea o descampado, las librerías, los quioscos, las asociaciones de vecinos y cualquier agupación del lema que sea (espero ver un día a La Taberna del Puerto), salen a la calle a montar una mesa, donde venderán libros los unos y rosas los otros.
La tradición manda que el enamorado le regale una rosa a la enamorada (no una docena, ni una maceta, ni un rosal; somos catalanes), una sola rosa roja, en alguna ocasión acompañada de una espiga de trigo. La mujer en contrapartida le regala al enamorado un libro (las librerías hacen un diez por ciento de descuento, las floristerías hacen su agosto). Pero desde primera hora de la mañana, de un día laboral, Cataluña se viste de color: el color rojo y amarillo de sus banderas, el color rojo, rosa e incluso azul de sus rosas y el entrañable y evocador olor de la letra impresa.
En mi opinión el mejor momento para una visita a Cataluña es por la festividad de Sant Jordi, en una ciudad de tamaño mediano como la mia, resulta emocionante ver su rambla llena a rebosar, como podría estarlo en un concierto de los Rolling Stones, las parejas paseando por las calles y cada mujer con un rosa, aunque algunas jovencitas las coleccionan, y otras no tan jovencitas también. Si llueve se viven las escaramuzas de los libreros, tapando los libros a cada chaparrón y destapandolos inmediatamente después; si hace buen tiempo como mañana están más tranquilos y no tienen que preocuparse por eso. Las mujeres entre tanto, entrada la primavera están en todo su esplendor, siempre bellas.

Yo soy enamoradizo, que no mujeriego, y he vivido con particular intensidad todos mis Sant Jordi, ya desde que era una fiesta reprimida por las fuerzas del orden. Mañana celebraré, como tantos años esta fecha, yendo a recoger a Anna a su trabajo al mediodía, con una rosa; tomaremos un menú por ahí y nos dirigiremos a la Rambla donde me ella me obsequiará con una novela, que leeré con delírio y que seguro que me va a gustar; mas tarde, en la intimidad (y en catalán) reflexionaré y daré gracias a la vida, porque sigo enamorado de Anna, de la misma vida, de mi barco, del mar, de mi tierra, de los vinos del Duero, de un buen gazpacho y de muchos de vosotros y todas vosotras.

Para terminar dejadme que cite a Antoine Pol (creo que ya lo había hecho anteriormente en otro hilo, pero su poesía lo merece)

Je veux dédier ce poème
A toutes les femmes qu'on aime
Pendant quelques instants secrets
A celles qu'on connait à peine
Qu'un destin différent entraîne
Et qu'on ne retrouve jamais

A celle qu'on voit apparaître
Une seconde à sa fenêtre
Et qui, preste, s'évanouit
Mais dont la svelte silhouette
Est si gracieuse et fluette
Qu'on en demeure épanoui

A la compagne de voyage
Dont les yeux, charmant paysage
Font paraître court le chemin
Qu'on est seul, peut-être, à comprendre
Et qu'on laisse pourtant descendre
Sans avoir effleuré sa main

A celles qui sont déjà prises
Et qui, vivant des heures grises
Près d'un être trop différent
Vous ont, inutile folie,
Laissé voir la mélancolie
D'un avenir désespérant

Chères images aperçues
Espérances d'un jour déçues
Vous serez dans l'oubli demain
Pour peu que le bonheur survienne
Il est rare qu'on se souvienne
Des épisodes du chemin

Mais si l'on a manqué sa vie
On songe avec un peu d'envie
A tous ces bonheurs entrevus
Aux baisers qu'on n'osa pas prendre
Aux cœurs qui doivent vous attendre
Aux yeux qu'on n'a jamais revus

Alors, aux soirs de lassitude
Tout en peuplant sa solitude
Des fantômes du souvenir
On pleure les lèvres absentes
De toutes ces belles passantes
Que l'on n'a pas su retenir