Recuerdo a Antonio Beghetti, cuando me explicaba que con su Granada 35, volviendo de Córcega o Cerdeña, dio dos vueltas de campana estando todos dentro del barco. Y el barco se adrizó en ambas ocasiones sin mayor problema ni desperfecto. No sé que les hubiera pasado de haberse roto el palo o de haberse quedado sin gobierno, pero a lo mejor no lo hubieran contado. Y viendo los diseños y las unidades que proliferan hoy en día, me pregunto si no sólo se puede dudar de la seguridad respecto a la estabilidad de muchos modelos de nuevo cuño.
¿ Juegan los astilleros generalistas a hacer barcos con lo mínimo exigido en cuanto a estructura y jarcia ?
¿ O es una falsa impresión que tenemos algunos, y lo que pasa es que las nuevas técnicas, materiales y capacidades de cálculo estructural, permiten afinar los pesos, gruesos y diámetros en los barcos?
