Dado que es mi primer post en este foro, comenzaré con el saludo e invitación de rigor a quienes estén por estas aguas.
Como nuevamente estoy pensando comprar un barco extranjero he tenido que localizar las
últimas tablas de valoración de la Agencia Tributaria para reflexionar otra vez si es más sencillo que el barco tenga bandera española o que yo tenga residencia en otro país. Quisiera compartir las tablas con aquellos de vosotros que estén considerando importar un barco.
Además, para completar la imagen, os adjunto
esta página de la Agencia Tributaria sirve para poner los pelos un poco más de punta. Si a ello añadimos la normativa española de navegación y revisión de embarcaciones, la decisión se inclina peligrosamente hacia ser no residente, me explico:
Tuve un precioso barco clásico, de caoba, con bandera sueca, vino desde Suecia navegando en invierno y disfrute unos años por el cantábrico sin ningún problema. Cruzaba los saludos correspondientes (a cierta distancia evidentemente) con la lancha verde esa grandota que a veces se nos acerca, que al ver que me hacía el sueco siempre eran respondidos con cortesía. Un mal día, hace más de tres años, vendí el barco a un amigo que me puso como condición que lo abanderase yo con pabellón español. Imaginaos un barco que no tiene planos, de un país ajeno a la UE, que nunca pagó IVA, que no estaba registrado (En Suecia no se registran los barcos de recreo) cuya existencia no constaba en ningún documento "oficial" (de esos que tienen sello de goma, porque en Suecia no hay sellos de goma) . Evidentemente tuve que explicar el proceso español a los suecos, que como son muy prácticos amablemente me registraron el barco gratis y me expidieron un certificado bilingüe, sueco-inglés, con gran regocijo de su parte. Al día de hoy aún no ha terminado el proceso del lado español. Mi amigo ha plantado el pabellón español como quien se pone un escapulario, navega con documentación provisional y el de la gestoría posiblemente se haya jubilado o haya traspasado el negocio.
Además de este lío, que puede ser llevadero si el comprador y vendedor son amigos y tienen buen carácter, me costó un dinero que quisiera evitar pagar en el futuro.
Sinceramente es para pensárselo.