La evolución del navegante novato

[Haize Alde]

Vaya por delante que todos los adjetivos y sustantivos son de género intercambiable, él o ella, lo mismo da, pero como el que escribe es “él”, a partir de ahí sale el resto.

Todos hemos sido novatos alguna vez. Unos, de estirpe marinera desde pequeños mamaron la mar y aprendieron de forma natural, como el que aprende a andar y oyeron hablar de barcos, de tormentas, de maniobras. Nada les extraña.
Otros, empezaron también jóvenes en una escuela de vela y les fue enganchando; entablaron conocimiento con otros como ellos y se enrolaron en barcos de conocidos para pequeñas travesías, algunos más lanzados empezaros a participar en regatas y en algunos casos han llegado a ser famosos navegantes.
Sin embargo, hay un gran grupo (habemos) que ha llegado a la vela ya con una cierta edad con la única experiencia que pueda dar ver esos preciosos artefactos (sean de la marca que sean porque no entiendes nada) como se tumban (todavía no sabes que se dice escora, ni cabo, ni stopper ni nada de nada) y empiezas a pensar que tiene que ser bonito ir en ellos. Te ha picado el gusanillo de la afición. Estás perdido.
Un día, te decides a ver si se puede intentar, ha pasado el tiempo y puedes destinar unos recursos a esa ilusión que ha ido creciendo con el tiempo, a veces mucho tiempo porque no has pasado de “yo ya tendría uno de esos” pero generalmente no tienes relación con ese mundo y puestos en serio, empiezas a planteártelo.
Haces una lista de cosas que necesitas, donde curiosamente, el barco está el último:
Balance económico. Quizás pueda más el voluntarismo que la realidad.
Alguien, porque siempre hay alguien a quien conoces con barco y con quien quedaste en salir, pero nunca fue el momento oportuno, lo que si ha hecho es explicarte (de todo corazón) muchas de las dificultades que te vas a encontrar (¡tú no sabes lo que es esto!. ¡claro! por eso pregunto). Al menos ya estás alerta.
Consenso familiar, unas veces con apoyo y otras “tú verás”.
Título para navegar: ¿pero hace falta título?
Amarre: jardín, boya o pantalán.
Etc, etc, etc y al final, un tanto perdido, abandonas el empeño… pero ya tienes el virus y pasa el tiempo.
Un día, ya has madurado la idea en silencio, sin contársela a nadie para que no te la vuelvan a joder, te has ido enterando y te das cuenta de que al final todo se reduce a tres requisitos:
Consenso familiar
Medios económicos (modestos o más desahogados)
Afición que ya te ha invadido porque en este tiempo ya sabes lo que es la jarcia, la escora, la obra viva y más de lo que nunca hubieses pensado que había.
Por fin, comentas a tu mujer: oye, ¿sabes que estaba pensando?. Ojos que te miran como platos. ¿Qué te parece la idea de tener un barco?.
Curiosamente piensas en un barco de vela y tu mujer piensa en uno de motor. Tú piensas en aventuras marinas y tu mujer en tomar el sol, tú en velas hinchadas al viento y tu mujer en tomar el sol, tú en travesías desconocidas y tu mujer en tomar el sol,,, tú puedes pensar lo que quieras, y tu mujer en tomar el sol. Pero todo es negociable.
¡Ya tienes tu título!
Barco nuevo…, de segunda mano,,,, pequeño, grande… al final se impone la cordura (de la que quiere tomar el sol) y consigues un barco pequeño, de segunda mano, con un amarre en pantalán, ¡bueno bueno! , eres el rey de los mares, Por fin has llevado a buen puerto (y nunca mejor dicho) ese proyecto que ha estado quince veces a punto de naufragar… en seco.
¡Oye!, ¿porqué vas para ese lado?, las velas me quitan el sol.
Cariño, si cuando vas te da, cuando vuelves no te da; cambia de banda y en esa esquina todavía tienes un poco.
Y así, poco a poco, procurando que no escore (y no solo por ella), que le de el sol, no salir con mucho viento para que no se asuste, le empiezas a contar la maniobra, como funciona, como se llaman las cosas y siempre, procurando transmitir una seguridad que en realidad no tienes va pasando el tiempo.
Un día empieza el milagro.
¡Oye!, ¿y si buscamos uno un poco más grande?. Y empiezas a explicar las ventajas de pasar de los 21 pies a … ¿Ya no te tengo que convencer?.
Y se produce el MILAGRO. Bueno, pero vamos a mirarlo bien.
¡Ya no es “tú verás”! sino “vamos a mirarlo”.
Y te metes de lleno a buscar nuevo barco, y un día encuentras lo que buscas, porque para estas alturas ya sabes que no vas a cruzar el Atlántico y conoces los barcos y tienes claro los gastos, y lo que puedes mantener y has encontrado el equilibrio de intereses sabiendo que ya no estás solo, que manteniendo la “política” que llevas disfrutarás a dos que siempre es mejor que a uno, aunque de vez en cuando te guste salir solo.
Y esta es otra victoria. Ya eres capaz de salir solo, lo que hace que tu otra mitad no se vea obligada a salir contigo, con lo que sale más feliz.
Y poco a poco, aprende la maniobra, y le coge gusto a la escora (siempre controlada aunque alguna vez te hayas ido de orzada) y donde antes F2 era el máximo, ahora aguanta sin rechistar F5, porque sabe que con un par de rizos el barco va de cine y además sabe cogerlos.
Ya está aprendiendo a usar el plotter, la maniobra de “hombre al agua”, a ver las rachas, a llevar la rueda lo que te deja libre para trimar las velas, aprende a navegar con el aparente, distingue los cabos (ya no son cuerdas), he quitado la flecha que indicaba el sentido de arrollamiento a los winches, la diferencia entre virada y trasluchada. Todavía el trimado le parece que es que no te puedes estar quieto.
Y poco a poco seguirá aprendiendo; a trimar las velas, a tomar las olas de través, a “sentir el barco” como algo vivo que te hace disfrutar.
Aunque sigue pensando que cuando mejor se está es tomando el sol.
Ha sido largo, a veces frustrante, a veces desesperante pero el resultado, siempre gratificante.
En fin, seguramente no conseguirás ser un gran navegante, seguramente tu barco no es el mejor (si es que existe), seguramente nunca harás esa travesía que contar a tus nietos, seguramente, seguramente.
Pero lo que no te va a quitar nadie es haber hecho realidad tu ilusión, disfrutar de tu afición y haber conseguido contagiar a tu pareja el placer de navegar. Se que da envidia-
¿Cuánto tiempo ha transcurrido desde el primer intento?, Cinco años. ¡Cómo pasa el tiempo!
En ese tiempo has conocido buena gente que comparte tu afición y que quizás habíendola conocido antes hubiese hecho todo más fácil; pero cada uno es como es.
Y si vienen mal dadas… ¡que te quiten lo bailao!.
Por cierto, una parte de esto, se lo debo a los Cofrades de esta Taberna. Lo cortés no quita lo valiente.

[Kendwa]

¡Qué bonito!

Mi experiencia es muy diferente, cada uno tiene la suya, pero es bonito saber cómo viven otras personas la iniciación a la vela, cómo empiezan a sentir la afición, cómo son capaces de contagiarla, cómo fue la elección/adquisición de SU barco...

Gracias por contarlo, y por contarlo tan bien

[Haize Alde]

Originalmente publicado por Kendwa

¡Qué bonito!

Mi experiencia es muy diferente, cada uno tiene la suya, pero es bonito saber cómo viven otras personas la iniciación a la vela, cómo empiezan a sentir la afición, cómo son capaces de contagiarla, cómo fue la elección/adquisición de SU barco...

Gracias por contarlo, y por contarlo tan bien

Pues cuéntala, seguro que es interesante y bonita. Y si alguien más se anima el resto lo agradeceremos.

[HALCON MILENARIO]

Preciosa historia.

Coincido contigo en muchas cosas. Pero en mi caso , no tengo la gran suerte de que a mi pareja le guste navegar. Por mucho que lo he intentado no ha habido forma de que supere sus temores.

Me alegro que compartáis esta maravillosa afición.

Salud y birras

[Trisquel]

yo no voy a contar lo mismo porque seria repetirme con lo dicho por ti Haize Alde.
Lo has bordado,
Estas van por ti.

[PulpoPaul]

Todavia voy por: ¡Oye!, ¿y si buscamos uno un poco más grande?. Y empiezas a explicar las ventajas de pasar de los 21 pies a …

[ROyOR]

Yo tengo la suerte que a mi mujer le gusta navegar y sobre todo a vela, así que no me costó convencerla mucho.
Los comienzos mios, ya contados en esta taberna, de risa. Me encontré con el barco (Bavaria 33 cruiser) en Getxo y sin saber navegar a vela. Menos mal que esta taberna es la leche y gracias a Kaia y a Urtzi, consegui llevar el barco sano y salvo a Santander. Después allí y gracias a Xarpa conseguí aprender, poco a poco, a navegar a vela. En un mes nos fuimos solos, mi almirante y yo de Santander a Gijón, hasta Llanes navegamos con Xarpa y después totalmente solos.... que locos.

Saludos
Rafa

[Lechuck]

Lo has clavado. Aunque en mi caso pasaron algo mas de cinco años desde el primer intento y aun no hemos llegado al 'y si buscamos algo mas grande?'...

Unas por los sueños que se hacen realidad

[coronadobx]

Fantástico relato mucha gracias por compartirlo!

En mi caso aunque de pequeño empce con vela ligera y navege como grumete en mis tiempos mozos en algun barco familiar, no me reencontre con la afición de nuevo hasta hace unos 8 años.

Como me dijo un amigo mio, "vosotros los de vocación tardia sois los peores" " Os engancha tanto esto que no os importa que llueva o alga sol, la cuestión es navegar unas horas"

Saludos. Coronadobx

[paulo.oliveira]

Muy bonito!
Yo aun estoy en la fase de: "Ya tengo el titulo!"
Y me pareja tambien, sacamos los 2

La parte que nos complica mucho la cosa es que los 2 trabajamos en empresas. Yo algunos fines de semana del año tengo que quedarme a trabajar... (unos 10) y tambien tenemos 22 días de vacaciones como la maior parte de la gente.

Siempre tengo en la cabeça la idea de comprar un barco (cada ves mas) pero a parte del precio, lo que nos molesta mas es tener poco tiempo para disfrutarlo... :/

Así que de momento navegamos una vez al mes en un club de vela de Barcelona y disfrutamos mucho. Esperando que algún día tengamos tiempo y dinero para tener barco proprio.

Vosotros como lleváis el tema de tener tiempo para navegar? Cuantas veces salis al mes? +/-

Saludos!

[IZARO]

Haize, formidable narración. Creo que somos almas gemelas. He tenido la misma experiencia que en mayo hará seis años que empezó. Los mismos pasos. La misma suerte de almiranta que pasa de pedir dos rizos con F2 a dejarme perplejo con sus escoradas. Supongo que a ti te pasa lo mismo: tú escoras un montón, ella ciñe. Es una suerte.

[Clapton]

Que grande Haize!, ¿por que será que todo tu relato me es familiar?

[Haize Alde]

Pues me alegro mucho de que os haya gustado, porque es real como la vida misma.
Ya contaré la primera travesía nocturna a ver los fuegos artificiales a Donostia, que tiene tela.

[Nacouda]

Jeje, mi caso es diferente. He convencido, no a una, a DOS¡¡¡
La segunda fue en la repesca pero bueno aún me aguanta.

Pues eso, que la segunda almiranta no había subido nunca a un barco. Y como yo soy más put* que ellas me lo monté bien.
Hace años (12) escogí un dia bueno buenísimo de la muerte, con mucho sol (como no) y la subí a una glastron de 7 mts. pada dar una vuelta de prueba por la bahia de Rosas y como hacia tan buen dia nos alargamos hasta las Medes. Luego paellita en la Escala of course. Fué un éxito.
Como le quedó buen recuerdo, más adelante, volvimos a dar otra vuelta y ya le gustó definitivamente. Ahora había que dar el salto a la vela. Con solo decir que se olvidaría del ruido del motor, de los pantocazos en los saltos y tener que ir siempre sentada o agarrada a algo fué suficiente...verano, semanita de Agosto, velero un Feeling 40 nuevo lo estrenamos nosotros, pero era de charter. Aquí tengo que reconocer que tuvimos una suerte del copón bendito porque fué aquel año de tanto calor que no había ni gota de aire, una putada para el velero pero me fué de coña para hacer el salto de port Ginesta a Menorca. Salíamos a las 22:00 más o menos, ni pizca de aire, mayor arriba y motor a 1.800 vueltas, 6 nuditos de velocidad y una luna llena que nos iluminó todo el camino por la noche, íbamos con nuestra hija de 2 años que se portó como una jabata, se puso a dormir y hasta la mañana siguiente.

Hacia las 11:00 o 12:00 del día siguiente el mar estaba como un plato no se movía absolutamente nada, estábamos en medio de la travesía y decidimos darnos un baño en aquéllas aguas que estaban absolutamente transparentes. Arrié la mayor, paré motor y en cuanto el barco se paró, por turnos y bien asegurados nos dimos el chapuzón, hasta con la niña, una delicia...de vuelta en el barco a secarse, ponerse al sol un rato y reemprender ruta.

Aún recordamos aquélla semana como la mejor que hemos tenido, sin viento pero con el mar que parecía un lago.

Luego han venido los siguientes veranos en los que ya nos hemos encontrado de todo y lo soportan, las dos, sin ningún problema, se lamentan un poco pero saben que...es lo que hay.

Por eso yo siempre recomiendo a los que empiezan a llevar a la familia por primera vez que estudien muy bien la previsión y no se aventuren a darles "un mal dia" porque puede hacer peligrar el futuro del barco en grado sumo.

Unas birras fresquitas.

[jibaro]

grande, muy grande

[HAYMAN]

Haize me ha encantado tu relato y darte las gracias por compartirlo con nosotros, La verdad es que me resulta familiar.
Yo me inicie en esto del mar con una lanchita de 6 metros y tras seis años acabamos de dar el salto a la vela. Lo cierto es que mi almiranta esta más ilusionada con el velero que con la lancha, pero ya veremos lo que el futuro nos depara

[kumgang]

Muy buena exposición de los hechos generales.
Mi caso escapa a las generales de la ley pero somos varios también los que vivimos esto de modo similar.
Después de larga convivencia con la madre de mi hijo, un día nos separamos. Había que vender la casa, pagar una deuda, y con lo que me quedaba no dudé en decidir la compra del barquito y vivir a bordo, matando así dos pájaros de un tiro: el problema de la vivienda y las ganas de navegar!
Ahora sólo tengo el barco y lo que hay en él, incluyendo mis dos guitarras. Nada más tengo en este mundo. Pero navego todo lo que el clima permite.
Y ahora con una mujer que no sólo no tiene miedo, le da igual tomar sol o no, sino que busca barcos porque le encantan.
Y acerca de la evolución, en un año y medio desde que tengo barco (he salido ya 82 veces, promedio 15 millas cada vez), habiendo empezado tarde, creo que recién ahora comienzo a sentir confianza en las maniobras, pero sigo aprendiendo.
saludos cordiales y cervezas heladas que aquí en Buenos Aires estamos con 35º.

[bribon]

Qué grande Haize ,

pues yo empezé hace ya unos 15 años y el culpable fue mi abuelo, el primer contacto fue con una lancha de 5,5 metros, una Excel con 150 cv (un pepino vamos jeje) en la Bahía de Rosas. A partir de ese día ya no hubo quién me bajará del burro, y cada mañana de verano lo acompañaba a pescar o íbamos a la playa de San Pere Pescador a rastrillar almejas con la família (ahora no hay nada de nada).
En esa embarcación me dio tiempo a clavarme un anzuelo en el empeine del pie derecho y a quedarnos tirados un día sin motor con olas de 1,5 a 2 metros pasándonos por encima y empujándonos a escasos metros de la playa (bendita Cruz Roja, por áquel entonces tendría unos 8 años).

Después de 9 años, en 2004 mi abuelo decidió cambiar de embarcación y estilo. Tras una intentona con mi abuela por hacerse con un velero desistió porque ella no lo veía claro, decía que era muy complicado para él solo, así que acabó con una motora de 7 metros cabinada, perfecta para pescar que es lo que hacía con la otra, pero sin pelarse de frío en invierno. Yo me mantuve fiel, al pie del cañón cada verano saliendo a pescar y a lo que hiciese falta siempre que fuera con el barco claro está.

Un buen día (2007) se le ocurre a mi tío comprarse un velero, Jenneau Aquila de 8 metros de eslora, y entre él y mi abuelo me hacen una encerrona el día de la compra y me llevan para El Masnou. De ahí había que llevar el barco a Badalona. Así que ese fue mi primer contacto con la vela y me picó el gusanillo. Las primeras salidas fueron tremendas, con vientos de 20 kn de ceñida, todo el trapo arriba, escora y yo , cagado de miedo y cogido a los candeleros de barlovento rezando para que no se tumbará más el maldito barco...A pesar de ello el subidón de adrenalina era extremo, una pasada, y al llegar a puerto deseabas volver a salir por muy mal que lo hubieras pasado. A medida que iba encadenando salidas iba tomando confianza y dejé mi habitual posición a barlovento por la de sotavento para tener el agua bien cerquita .

Hasta entonces iba alternando salidas en ambas modalidades, invierno velero y verano motora. Mi abuelo orgulloso de tener a alguién que le acompañará y compartiera su afición me hizo saber de bien pequeño que su barco era mi barco también, y que cuando él no pudiera hacerse cargo del mismo sería para mi (papeles en mano me refiero). Con todo y eso cuando cumplí los 16 me pagó el PER (y ahora va loco por pagarme el PY).

Hace unos 3 años mis abuelos se trasladaron de Badalona a Empuriabrava de forma definitiva, así que se acabaron las salidas en velero y me quedé solo con la motora de mi abuelo.

Hace un par de años (2009) empecé a insistirle en que me gustaría tener un velero, y que yo quería un velero, que hechaba en falta las escoradas, el tocar el agua con la mano, la brisa en la cara, vamos que me faltaba el aire para respirar. Accedió a mis deseos, pero con una premisa clara "yo no puedo mantener dos barcos a la vez", y una segunda "para malvenderlo no lo vendo".

Ahí empezó mi lucha, día tras día mirando modelos y modelos de segunda mano, contactando propietarios, pasándole la información a mi abuelo a la vez que gestionaba la venta de la motora. Tras un intento de trueque fallido con un puma 29 en el verano del 2010 llegó mi frustración , otro verano sin velero . En la primavera del año siguiente (2011) llegó el interés de varios posibles compradores y gestioné visitas y de más intercambios de información y fotografías, pero sin suerte otra vez... ya me veía otro verano quemando combustible a lo loco (que no me desagradaba la velocidad, pero prefería la vela). Apareció entonces un tal Furia 302 en el horizonte, al otro lado del canal, del cual gestionaba la venta un broker. Tras visitarlo y ponerme los dientes largos yo seguía con la motora ocupándome el amarre (joer...), pero a los pocos días me llamó el broker, que le había salido un trueque a tres bandas y que se quedaban la motora más un diferencial económico. Después de persuadir a mi abuelo, éste accedió y así es como nos hicimos con nuestra actual embarcación, un Furia 302 llamado Mar uno, que ha hecho nuestras delicias este verano y que espero disfrutarlo por muchos años.

Y así me hice coarmador a mis 20 años de un precioso apartamento con vistas al mar.

Esta es mi historia. Y des de aquí agradecer a todos áquellos que enseñan este maravilloso mundo a los demás y sobretodo a los que nos han eneseñado a nosotros.

Un saludo

P.D: Llevo en este antro des de los 16 años y me pregunto si soy el de ingreso más jóven en esta taberna. Pura curiosidad (jeje) y un sentimiento de satisfacción terrible no sé por qué.

[ANTONIO67]

guau¿¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ mas bonito no te ha podido salir y contar.................

[Anxo]

Una ronda y felicidades por el relato.

Hay que reconocer que mi identificación con alguno de esos puntos es como conta rmi propia historia, excepto que como yo no tengo parienta, mi presión venía por parte de familia y amigos...lo que antes era un "estás loco", o "tienes alardes de grandeza por siquiera pensar en comprar un barco" se han convertido en "¿y cuando salimos a navegar?".

Maravillosa historia...

Buena mar y gracias

[lpardos]

Originalmente publicado por PulpoPaul

Todavia voy por: ¡Oye!, ¿y si buscamos uno un poco más grande?. Y empiezas a explicar las ventajas de pasar de los 21 pies a …

Afortunado tu Pulpo, porque a mi proyecto aun le quedan unas cuantas varadas en seco..!!

Que bien expresado Haize, gracias por mostrarme el camino

[willi]

Muy guapo el relato!!! Yo comence un poco a lo bruto.Llevo 5 años viviendo en él.No salgo a navegar todo lo que me gustaría.Pero me ha enamorado el jodio,aunque madre mia las horas que le dedico.

[pitxu]

Jo, como me perdí en su día este relato. Hoy buceando en la taberna buscando recomendaciones para preparar una pequeña travesía que haremos un grupito de amigos (Getxo-Ribadesella) durante 4 días a partir de este domingo 29 (modesta ya lo sé, pero hasta ahora la más larga que hemos hecho), me he encontrado con el hilo y me ha dejado impresionado. Desprende amor a la mar en cada línea y es de una sensibilidad extrema. Gracias Haize Alde.

[ntejera]

Amen