Cita:
Originalmente publicado por Simsolo
En la misma frase te contradices, Apagapenol: ese plural en diminutivo (ofendiditos) trasluce un desprecio muy alejado de una "jocosa" camaradería.
Por poner un ejemplo, Borrasca, sé cuál es la diferencia entre alguien elocuente y alguien lenguaraz; tiene que ver con el contenido de lo que se dice y cómo se argumenta. Entre ecologistas y ecologetas no puede establecerse una diferencia porque el segundo no es un término aceptado en nuestro diccionario. Leyendo entre líneas, claro, su uso significa otra cosa: una forma de pensar, de despreciar, de decir aquí estoy yo y mis ideas y todo lo demás me la trae al pairo.
¡Taberneroooooo!
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Verás, desde hace bastante tiempo (quizá se extendieron durante el Siglo de Oro, y seguramente existían de antes) es habitual en España utilizar motes para referirse a algo o a alguien con lo que los latinos llamaban "ánimus iocandi"; muchos de ellos procedían directamente del pueblo, como por ejemplo el mote de Paco Natillas para referirse - jocosamente - al rey consorte Francisco de Asís de Borbón.
Así que llamar "ecolojetas" (o "ecologetas", que la grafía no está aún clara) a los individuos de un determinado grupo, que se caracteriza por prácticas también muy determinadas y sobre las que no me extenderé, no es otra cosa que un sano ejercicio de sentido del humor, "ánimus iocandi", que algunos (a los que en el mismo ejercicio de sentido del humor se ha dado en llamar "ofendiditos") quieren, no sin cierta consustancial amargura (de ahí el mote), hacer pasar por "ánimus iniuriandi" cuando no hay tal.
En mi caso particular, no existe ese desprecio que crees ver, pero sí me molesta extraordinariamente que algún santón (generalmente carente de sentido del humor y habitualmente ideologizado, que ésa es otra) me diga qué puedo decir y qué no puedo decir, por supuesto dentro de unos límites civilizados. ¡Hasta ahí podíamos llegar!
Y ahora volvamos al tema del hilo.
Saludos y
