Entre la primera y segunda parte (En el cortar y pegar me dejé este trozo, joer que malo soy con esto, y eso que son informático)
Damos media vuelta y estimo el rumbo de vuelta a seguir. Lo de "estimo" es porque el GPS nos daba una posición bastante fuera de la carta que llevábamos.
Los tres compañeros miran la balsa salvavidas analizando si abandonar o no el barco

. Me costó convencerles que estábamos más seguros
en el barco. Al fin y cabo el barco navegaba con rumbo estable a unos 6 nudos y no había ninguna vía de agua. Lo que no evité es que llamaran por el canal 16, pero no hubo respuesta.
Algo más tarde quedábamos solos el dueño y yo, ya que los otros dos compañeros estaban decorando el suelo del barco recién comprado con su última comida...no tenían ni fuerzas para cojer un cubo.
Consigo con un aparejo hacer un rizo de fortuna a la mayor poniendolo entre la punta de la botabara y el ollao del rizo. Nos permite ceñir más a rumbo. Admito que a esas hora yo también andaba haciendo el león por la borda, eso sí, sin dejar de llevar la caña. El frío era intenso, ya que era abril y los trajes de agua no impidieron que fuésemos calados hasta los huesos por las rompientes de las olas que nos alcanzaban.