Si bien hay mucha literatura al respecto, pienso que cada barco se comporta de una manera muy particular con rasca dura.

En esta foto puede verse el resultado de correr un temporal durante 52 horas, solo quedaron el recuerdo del yanquee y el puño de driza de la trinquetilla, pero me aguantó un tormentín muy fuerte, y grueso que costaba mucho doblar, el cual tuve que izar con vientos de mas de 50 nudos.
Lo peor es no cambiar velas cuando la situación así lo exije, piensen que es algo que debe hacerse sin mas y un buen baño de mar, si estamos atados a la línea de vida y un arnés no es mas que un poco de frío en los huesos, pero eso se va.
Volviendo al planteamiento original, opino que si hubiera tenido una trinquetilla mas gruesa, con el puño de escota mas alto no habría pasado, pero resulta que las velas habían aguantado 3 vueltas campana y el jodido cabo del enrollados de la vela de proa se había filado, por ello, en la segunda tumbada, cuando vuelve a estar la quilla donde debe, bajo el agua y el palo apuntando el horizonte, veo que la vela de proa estaba izada a tope, solo duró medio menuto cuanto mucho para perderse en el horizonte luego.
Resumiento, prefiero velas que no hagan mi velero de regata, pero si un tanque de guerra, puños de escotas bien alto, la mayor con 3 rizos, pero 3 reales, el tercero que deje apenas mas de la 3º parte de la superficie de la mayor y a no olvidar controlar la velocidad y gobierno de la embarcación.